Los universitarios rechazan la supresión de las becas Séneca

El Consejo de Estudiantes Universitarios Catalanes (Ceucat) se opone a la decisión del ministerio de Educación de suprimir la convocatoria de las becas Séneca para el próximo curso. El Departamento que preside José Ignacio Wert confirmó el lunes que los recortes económicos obligan a suspender temporalmente estas ayudas “para dar prioridad a las becas generales” que reciben los estudiantes con buenos expedientes, pero con rentas baja...

El Consejo de Estudiantes Universitarios Catalanes (Ceucat) se opone a la decisión del ministerio de Educación de suprimir la convocatoria de las becas Séneca para el próximo curso. El Departamento que preside José Ignacio Wert confirmó el lunes que los recortes económicos obligan a suspender temporalmente estas ayudas “para dar prioridad a las becas generales” que reciben los estudiantes con buenos expedientes, pero con rentas bajas.

El Ceucat, que representa a estudiantes de todas las universidades catalanes ha reclamado a través de un comunicado que el Ministerio rectifique su decisión. “La supresión de estas becas supone un "duro obstáculo” para facilitar la movilidad de estudiantes e “imposibilita que gran parte de estudiantes conozca otras realidades universitarias”. Las Séneca son ayudas económicas (de 500 euros mensuales, más 120 euros para el desplazamiento) para aquellos estudiantes que quieren cursar un año en otra universidad del territorio español. Este curso se ha concedido a 2.050 alumnos.

La agrupación estudiantil también rechaza cualquier recorte presupuestario en el ámbito educativo, especialmente los que pueden afectar el acceso a los estudios de familias con menos recursos. “Los estudiantes ya están sufriendo actualmente el endurecimiento de los criterios de asignación de becas generales, así como el incremento de las matrículas universitarias”, se quejan. En Cataluña se ha implantado una escala de tasas que varían según la renta familiar, pero a la mayor parte de los estudiantes (hasta un 70%) se les ha encarecido el ingreso a la universidad hasta un 67%, entre un máximo de 600 y 900 euros según la carrera.

Por todo esto, los estudiantes consideran que se está produciendo un “sesgo económico” que dificulta cada el acceso a la universidad y está “convirtiendo en elitista” a los campus.