El consumo de cemento en Cataluña se desploma otro 29% en 2012

La patronal catalana del sector prevé una caída del 20% el próximo año

Las grúas han desaparecido casi del horizonte por la caída del sector inmobiliario. Y la obra pública es una excepción en estos tiempos de estrecheces para las finanzas públicas. Es lo que explica que el consumo de cemento se haya desplomado otro 29% en 2012, por quinto año consecutivo.

Los resultados al cierre del año han superado el pesimismo con el que inició el año Ciment Català, la patronal que agrupa a los fabricantes. Preveían una caída del 20%. Con el resultado del año, los resultado son mucho peores: este ejercicio se han demandado 1,94 millones de toneladas, una cifra muy alej...

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Las grúas han desaparecido casi del horizonte por la caída del sector inmobiliario. Y la obra pública es una excepción en estos tiempos de estrecheces para las finanzas públicas. Es lo que explica que el consumo de cemento se haya desplomado otro 29% en 2012, por quinto año consecutivo.

Los resultados al cierre del año han superado el pesimismo con el que inició el año Ciment Català, la patronal que agrupa a los fabricantes. Preveían una caída del 20%. Con el resultado del año, los resultado son mucho peores: este ejercicio se han demandado 1,94 millones de toneladas, una cifra muy alejado de las 2,74 millones de toneladas de 2011 y de los 8 millones de toneladas que se consumían en 2007, cuando la crisis mostraba sus primeros coletazos.

La patronal cree no haber sufrido una situación peor en los últimos 50 años y no es nada optimista sobre lo que acontecerá al sector durante este ejercicio. Sus estimaciones es que la caída del consumo continuará a un ritmo del 20%, lo que conllevará que las cementeras mantengan sus planes actuales, con la mitad de las plantas cerradas casi todo el año para capear la caída del consumo y no perder los derechos de emisión de dióxido de carbono que tienen asignadas las compañías.

Las ventas al extranjero, pese a que el cemento no es un producto con mucho margen para ser transportado, es lo que ha salvado a las compañías productoras. Se han exportado 2,03 millones de toneladas, una cifra que también contrasta con la situación de un lustro atrás, cuando eran las importaciones las que permitían cuadrar el consumo de la fábrica de la construcción catalana.

Ciment Català, no obstante, señala que las exportaciones tampoco son ahora lo que llegaron a ser en los años ochenta, cuando se vendían al extranjero tres veces más. La falta de competi

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