El Consell “casi” llegó a no pagar las nóminas, confiesa el interventor general

“La situación casi se ha producido”, confesó el interventor general, Salvador Hernándiz. Y especificó que se refería a “no poder pagar las nóminas porque había que pagar la deuda”, que prevalece, con los vencimientos de pago, sobre cualquier otra obligación. La Generalitat habría estado al borde de ello en varias ocasiones, que Hernándiz no quiso concretar a los periodistas tras su comparecencia, pero sí que apuntó que el pasado septiembre y también mayo y junio fueron “malos meses, en los que hubo problemas de liquidez” que pusieron al consejero de Hacienda, José Manuel Vela, en una situación...

“La situación casi se ha producido”, confesó el interventor general, Salvador Hernándiz. Y especificó que se refería a “no poder pagar las nóminas porque había que pagar la deuda”, que prevalece, con los vencimientos de pago, sobre cualquier otra obligación. La Generalitat habría estado al borde de ello en varias ocasiones, que Hernándiz no quiso concretar a los periodistas tras su comparecencia, pero sí que apuntó que el pasado septiembre y también mayo y junio fueron “malos meses, en los que hubo problemas de liquidez” que pusieron al consejero de Hacienda, José Manuel Vela, en una situación “muy delicada”. Aunque el titular de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch, hizo poco después unas declaraciones en las que dijo que no le consta el hecho y que el Consell tiene ingresos suficientes para pagar las deudas y las nóminas, el impacto no se disipó.

Fue la revelación más llamativa de la primera comparecencia de un interventor general de la Generalitat en una comisión de las Cortes Valencianas. Se produjo porque se ha elevado al rango de secretario autonómico al máximo responsable de la Intervención de la Generalitat y los cargos de ese nivel tienen la obligación de comparecer. En la comisión de Economía y Hacienda de la Cámara autonómica saltaron chispas cuando la diputada de Compromís Mireia Mollà le dijo a Hernándiz: “Usted debería estar imputado en algún caso de corrupción”. Mollà fue muy crítica con la actitud de la Intervención ante casos como el del instituto Nóos, del yerno del Rey, Iñaki Urdangarin, al que se pagaron supuestamente facturas falsas y también más de 300.000 euros por la preparación de unos Juegos Europeos que nunca se celebraron, con el visto bueno del interventor. Hernándiz se defendió: “Nunca he firmado un documento de pago”. Los que firman son los interventores delegados, puntualizó Hernándiz. Eso fue después de que el diputado del PP Ricardo Costa cargara contra la parlamentaria de Compromís por su afirmación y le recriminara que “no se puede decir todo” en el Parlamento.

Mireia Mollà: "Usted debería estar imputado en algún caso de corrupción"

El diputado de Esquerra Unida Ignacio Blanco insistió en que, pese a que el interventor explicó que hay un orden objetivo de pago a proveedores, existen “pagos de primera y de segunda”, y puso como ejemplo el canon de la fórmula 1 a Bernie Ecclestone. Hernándiz respondió que hay organismos como, en este caso, la empresa Circuito del Motor y Promoción Deportiva, que tienen autonomía y “pueden atender sus pagos”.

El socialista Julián López Milla recordó que el plan de pago a proveedores afloró un total de 1.800 millones de euros de “facturas en el cajón”, pidió datos sobre la demora en los pagos, que no obtuvo, y preguntó reiteradamente sobre “quién o quiénes son responsables” de la desastrosa situación de las finanzas de la Generalitat.

Hernándiz rechazó haber recibido presiones políticas, dijo que el orden de prelación de pagos “es rigurosamente respetado” y añadió que la recuperación reciente por parte de la Intervención del control de que las obras, servicios o inversiones se han ejecutado aportará más seguridad y eficiencia.