El Incasòl permuta su futura sede en obras por unos terrenos de la Platja Llarga

La empresa pública ha intercambiado solares con la inmobiliaria Subirats Berenguer Con el acuerdo se blindan definitivamente los terrenos a la construcción de pisos y un hotel El suelo, valorado en 22 millones de euros, está dividido en tres parcelas de Vilanova i la Geltrú La organización concentra a sus empleados en una sola sede que permitirá ahorrar un millón

El Instituto Catalán del Suelo (Incasòl) realizó una permuta el pasado mes de junio de su futura sede en la plaza de Europa de L'Hospitalet de Llobregat (todavía en obras) por unos terrenos de la Platja Llarga de Vilanova i la Geltrú (Garraf, Barcelona) que son propiedad de la inmobiliaria Subirats Berenguer. El intercambio tuvo una valoración de 22 millones de euros. Estos solares, de gran valor ecológico y ubicados entre el mar y la vía del tren, arrastran más de una década de polémica por el plan urbanístico que preveía levantar 259 pisos ...

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El Instituto Catalán del Suelo (Incasòl) realizó una permuta el pasado mes de junio de su futura sede en la plaza de Europa de L'Hospitalet de Llobregat (todavía en obras) por unos terrenos de la Platja Llarga de Vilanova i la Geltrú (Garraf, Barcelona) que son propiedad de la inmobiliaria Subirats Berenguer. El intercambio tuvo una valoración de 22 millones de euros. Estos solares, de gran valor ecológico y ubicados entre el mar y la vía del tren, arrastran más de una década de polémica por el plan urbanístico que preveía levantar 259 pisos y un hotel, y la permuta responde a un acuerdo entre la empresa pública, la promotora y el Ayuntamiento para blindarlos definitivamente a la urbanización.

La presión de la plataforma Salvem la Platja Llarga logró detener el proyecto después de varios juicios, pero siempre en función de pactos entre la propiedad, el Ayuntamiento de Vilanova y el Incasòl. En 2006, las tres partes alcanzaron un acuerdo que suponía la preservación de la playa y el traslado de los derechos edificatorios de la zona a otro sector urbanizable del municipio, Eixample Nord. El acuerdo, según recuerda el portal especializado en urbanismo e infraestructuras Territori, preveía que el Incasòl debía ceder terrenos a Subirats Berenguer en varios puntos de Cataluña a cambio de la playa.

El pacto también fijaba en seis años el plazo que el Incasòl tenía para realizar las permutas y ceder, a su vez, los terrenos del litoral a cambio de los edificables del Eixample Nord. El acuerdo es de septiembre de 2006. Han pasado, pues, seis años y la operación llega para cumplirlo, confirma el portavoz del Incasòl.

En una nota, el Incasòl no ha detallado los detalles de lo que denominó "venta por concurso público" del edificio en obras, que justifica por "la situación económica y la política de contención del gasto del Gobierno de la Generalitat". El diario Expansión ha adelantado este miércoles que el Incasòl se había desprendido del solar y el edificio a medio construir.

La empresa pública, que antes del verano despidió a 173 personas (de 478 empleados), también ha informado que concentrará a todos los empleados, que ahora trabajan en tres sedes, en un solo edificio de la calle de Còrsega de Barcelona. Se trata de un inmueble que anteriormente habían ocupado la editorial Planeta y la Diputación de Barcelona. Con el traslado ahorrará un millón de euros anuales, asegura la nota. El presidente del comité de empresa, Felipe Olivera (CATAC), ha criticado que la decisión del traslado no se tomara antes del verano: "Hubiera podido salvar puestos de trabajo", ha señalado.

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