Opinión

#madrid

La defensa del himno español desplazó el debate del déficit y puso los focos sobre Aguirre

Comunicando (a veces). La semana comenzó en Madrid con resaca de déficit y sequía de explicaciones oficiales por una cifra (el 2,2%) que duplicaba la única estimación difundida por el Gobierno regional sobre su desfase presupuestario de 2011. Acostumbrado a lucir hoja de servicios en el capítulo económico y a amplificar cualquier movimiento de la Administración autonómica, el potente aparato de comunicación de la Comunidad de Madrid optó por mirar hacia otro lado cediendo la estrategia (defensiva) a unas breves ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Comunicando (a veces). La semana comenzó en Madrid con resaca de déficit y sequía de explicaciones oficiales por una cifra (el 2,2%) que duplicaba la única estimación difundida por el Gobierno regional sobre su desfase presupuestario de 2011. Acostumbrado a lucir hoja de servicios en el capítulo económico y a amplificar cualquier movimiento de la Administración autonómica, el potente aparato de comunicación de la Comunidad de Madrid optó por mirar hacia otro lado cediendo la estrategia (defensiva) a unas breves declaraciones de la presidenta Aguirre y al Partido Popular de Madrid, cuya cuenta de Twitter justificó con enlaces a distintas informaciones que el Gobierno regional nunca había dado por definitivo el dato. Tanto insistieron en la provisionalidad de las cifras que nadie explicó desde cuándo se conocían. Percival Manglano, el consejero de Economía, tuiteó el lunes que el dato no era bueno y que su consejería lo había conocido el mismo viernes en que se hicieron públicos los planes financieros de todas las comunidades autónomas. Igual que con el déficit, la realidad volvió a desmentir a Manglano. El PDF que Hacienda había colgado en su web con los datos definitivos de Madrid tenía fecha de creación del día 14 mayo, cuatro días antes del viernes del sobresalto.

Patria y ruido. Quizá para compensar los susurros oficiales ante las desventuras económicas, el martes la presidenta levantó en cuestión de horas un tupido muro de ruido alrededor de sí misma con sus declaraciones sobre la final de Copa en el Calderón y la necesidad de suspender el partido si las aficiones del Athletic y el Barça abucheaban el himno nacional. Como suele ocurrir con las polémicas (incluso las innecesarias) las redes y los medios se hicieron eco inmediatamente de la cuestión sepultando definitivamente el déficit bajo una avalancha de patriotismo. El viernes, al ritmo de otras profecías autocumplidas, los pitidos de la final encontraron en Aguirre un nuevo destinatario. Acompañado de inaceptables insultos, el nombre de la presidenta se oyó en las gradas y llegó a trending topic mundial durante la noche de celebraciones culés. Nunca una cortina de humo local había llegado tan lejos.

Educación indignada. Pese a la efervescencia del debate futbolístico, esta también fue la semana en que la comunidad educativa paró para protestar por los recortes presentes y futuros. La etiqueta #huelgadeClase obtuvo más de 65.000 menciones en Twitter y reavivó en España los lemas que la marea verde madrileña lleva un curso difundiendo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En