La caída de la economía valenciana llegará este año al 2,2% del PIB

El BBVA presenta un informe con pronósticos sombríos para hasta 2013

Valencia -
Presentación del informe del BBVA en Valencia.KAI FÖRSTERLING (EFE)

A la economía valenciana le esperan, al menos, dos años muy duros como consecuencia de los excesos públicos y privados acumulados en el periodo de expansión. El BBVA presentó este lunes su primer informe de situación de la Comunidad Valenciana, que contiene augurios muy sombríos. El Producto Interior Bruto (PIB) regional caerá un 2,2% este año —la peor previsión de España, solo por detrás de Castilla-La Mancha, para la que prevé un descenso del 2,4%— frente a una bajada del 1,3% en el conjunto del Estado. Y el año que viene el PIB valenciano apenas crecerá un 0,2%, lo que representa la recuper...

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A la economía valenciana le esperan, al menos, dos años muy duros como consecuencia de los excesos públicos y privados acumulados en el periodo de expansión. El BBVA presentó este lunes su primer informe de situación de la Comunidad Valenciana, que contiene augurios muy sombríos. El Producto Interior Bruto (PIB) regional caerá un 2,2% este año —la peor previsión de España, solo por detrás de Castilla-La Mancha, para la que prevé un descenso del 2,4%— frente a una bajada del 1,3% en el conjunto del Estado. Y el año que viene el PIB valenciano apenas crecerá un 0,2%, lo que representa la recuperación más anémica de España, que crecerá un 0,6%, según el servicio de estudios del BBVA.

La entidad subraya que la Comunidad Valenciana encarna los peores rasgos de la crisis económica española. La burbuja inmobiliaria afectó a todas las autonomías, pero sus dimensiones fueron especialmente desmedias en el caso valenciano: en el momento álgido, la construcción llegó a representar el 11% del PIB regional y el 14,8% de todo el empleo. El aumento del precio de la vivienda y la evolución del sector condujeron a un alto endeudamiento de hogares y empresas, especialmente las ligadas a la actividad inmobiliaria.

El espejismo de rentabilidad asegurada distrajo capital humano e inversiones desde la producción de bienes comercializables hacia el ladrillo, contribuyendo a hinchar la burbuja y a debilitar el músculo industrial valenciano, que vio cómo su peso en las exportaciones españolas se reducía del 14% a algo menos del 10% entre 1995 —cuando empezó el último ciclo de crecimiento— y el año 2011.

El error de considerar normales unos ingresos públicos que en realidad eran extraordinarios —es decir, fruto de la burbuja— unido a un poco favorable sistema de financiación autonómica llevaron a la Generalitat a la cima del endeudamiento regional. El servicio de estudios del BBVA estima por ello que el territorio valenciano será uno de los que “más esfuerzos de ajustes” deberá realizar. Los recortes provocarán que, tanto este año como el que viene, “la contribución al crecimiento económico por parte del sector público será negativa”.

El hecho de que la construcción (y sus industrias afines) se hubiese situado como centro de gravedad de la economía valenciana también contribuye a explicar que la tasa de paro sea sensiblemente superior en la Comunidad Valenciana (25,4%) que en el conjunto de España (22,8%) indica el servicio de estudios del BBVA. En parte porque el modelo económico valenciano reforzó la temporalidad —que se situó cinco puntos por encima de la media en la última década— y los trabajadores con contratos temporales fueron mayoritariamente los afectados por la primera ola de destrucción de empleo generada por la crisis. El informe advierte de que mejorar dos elementos clave en los que la economía valenciana flaquea, el capital humano y el capital tecnológico, requiere tiempo. En el caso del capital humano, ese plazo puede alcanzar “una generación”.

Eliminar restricciones

El director territorial de BBVA, Javier Pérez Cardete, y el jefe de economías desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech, rompieron este lunes una lanza a favor de la reforma laboral, contra la que está convocada una huelga general el jueves. Doménech consideró que no a corto plazo pero sí más adelante la reforma puede servir para reducir la tasa de paro. Y sobre todo para que la Comunidad Valenciana y España emulen el ejemplo alemán, que se encuentra hoy con menos desempleo que al inicio de la crisis. La razón, apuntó el analista, es que en Alemania los ajustes en las empresas se han realizado reduciendo las horas de trabajo de los empleados —y, es de suponer, los salarios— mientras que en España ha ocurrido lo contrario: el ajuste se ha efectuado despidiendo trabajadores y alargando las jornadas de los que han conservado el empleo.

El servicio de estudios del BBVA considera necesario que la Comunidad Valenciana elimine restricciones a la actividad económica. La mejora del capital humano y del capital tecnológico, señaló Doménech, precisa tiempo, pero existen medidas que podrían aplicarse, sin embargo, con rapidez. Aparte de la reforma en el mercado de trabajo, Doménech citó la supresión de regulaciones (y costes) administrativos que dependen de la comunidad autónoma, la liberalización de horarios y de tamaños de las superficies comerciales. Doménech también alentó a las empresas a ganar cuota en el mercado interno.

El BBVA presentó el primer informe sobre la autonomía, que tendrá carácter semestral, al consejero de Economía, Máximo Buch, además de reunirse con un grupo de empresarios clientes de la entidad. Cardete apuntó que el banco aspira, gracias a su “solvencia y liquidez”, a ocupar el espacio que puedan dejar otras entidades, en lo que pareció una referencia a Bancaja y CAM.

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