Menos inversión, mismos incentivos

La cifra total de empresas de Gipuzkoa acogidas a los incentivos fiscales es de 5.227, el 22,3% del número total de declarantes sujetos al Impuesto sobre Sociedades, según un exhaustivo informe elaborado en febrero de este año por la Hacienda foral y que está sirviendo como base de trabajo para abordar la reforma de este tributo en las Juntas Generales del territorio. El número de sociedades que obtuvieron beneficios fiscales se mantiene prácticamente estable en los últimos años, a pesar de que las inversiones o gastos incentivados han caído un 49% en los tres últimos ejercicios a causa de la ...

La cifra total de empresas de Gipuzkoa acogidas a los incentivos fiscales es de 5.227, el 22,3% del número total de declarantes sujetos al Impuesto sobre Sociedades, según un exhaustivo informe elaborado en febrero de este año por la Hacienda foral y que está sirviendo como base de trabajo para abordar la reforma de este tributo en las Juntas Generales del territorio. El número de sociedades que obtuvieron beneficios fiscales se mantiene prácticamente estable en los últimos años, a pesar de que las inversiones o gastos incentivados han caído un 49% en los tres últimos ejercicios a causa de la crisis económica.

La foto de 2010, último ejercicio con datos cerrados, es muy parecida a la de cinco años atrás. Lograron incentivos 5.227 de las 23.467 empresas que tributaron en el Impuesto sobre Sociedades, mientras que en 2005 fueron 5.273 de las 20.713 compañías existentes (el 25,4%). El pico más alto se dio en 2006, con casi 6.000 empresas incentivadas.

El coste recaudatorio de las dos últimas reformas asciende a 136,7 millones

Sin embargo, el informe de Hacienda revela que las inversiones han ido aminorándose sin solución de continuidad y a un ritmo vertiginoso. Así, si en 2006 las inversiones empresariales totalizaban 1.589 millones y un año después se mantenían en una cuantía semejante (1.528 millones), estas se han visto reducidas hasta los 780 millones en 2010, que representa un desplome superior al 50% en apenas cuatro ejercicios fiscales.

Las últimas reformas aprobadas (en 1996 y 2007) han ampliado el régimen de bonificaciones para las empresas, según el estudio. La Hacienda ha cuantificado el coste recaudatorio en 19,9 millones y 116,8 millones, respectivamente.

Los efectos de la crisis, abunda el informe, apenas se han dejado notar en el número de empresas que tributan el Impuesto sobre Sociedades, puesto que desde 2005 se han mantenido siempre por encima de las 20.000 compañías. En 2010 fueron un total de 23.467. Este impuesto se nutre principalmente de la aportación que realizan un reducido número de empresas, de tal manera que los ingresos de 50 firmas suponen “entre el 20% y el 30%” de la recaudación total del impuesto (243 millones en 2011).

Las repercusiones negativas de la situación económica general se hacen realmente apreciables en los resultados contables de las empresas. De esta manera, si en 2007 el balance de los declarantes del impuesto era de 3.761 millones, esta cantidad disminuye hasta los 345 millones hace dos años. La caída en dicho plazo es del 90,8% como consecuencia de “las pérdidas y el descenso de los beneficios” declarados por las sociedades, constata el estudio. Las pérdidas empresariales se han multiplicado por cinco desde 2005, llegando a totalizar 1.812 millones en 1010. En cambio, la evolución de las ganancias es inversamente proporcional, hasta quedarse en los 2.157 millones.

El empeoramiento experimentado por las empresas ha tenido su reflejo en una bajada notable de la recaudación fiscal en los últimos ejercicios. Así, la principal caída se produce en 2009, al pasar de 530 millones de ingresos tributarios a 322 millones. El Impuesto sobre Sociedades aportó el año pasado a las arcas guipuzcoanas solo 243 millones, un registro que se retrotrae a los niveles existentes a finales de los años 90.

Este deterioro de la recaudación se ha debido, en parte, a que la mayoría de las empresas han tributado muy por debajo del tipo medio nominal, que en 2010 se situó en el 25,3%. Sin embargo, el tipo efectivo (lo que ingresa la Hacienda) fue del 14,8%, más de 10 puntos por debajo debido a la aplicación de bonificaciones, deducciones e incentivos por inversiones. La realidad es que de cada 100 euros de base liquidable positiva, las sociedades aportan 14,8 euros. En el caso de las cooperativas la contribución es aún mucho menor, al quedarse en un 4,3%.

En comparación con lo que se tributa en las otras dos provincias vascas y en territorio de régimen común, la Hacienda guipuzcoana concluye que la fiscalidad es más favorable para sus contribuyentes. Si el tipo efectivo para las empresas de Gipuzkoa ronda el 14%, en Álava, Bizkaia y Navarra sube hasta el 19,2%, y al 23,5% para las empresas que tributan en el resto de España. Gipuzkoa arrastra una diferencia de 9,5 puntos en su contra respecto a la normativa común, que se debe, según la Hacienda foral, a “una mayor aplicación de deducciones por inversiones”. De hecho, en el ejercicio fiscal de 2010, las empresas acogidas a la normativa de Gipuzkoa “redujeron un 21,9% la cuota a pagar” por los incentivos obtenidos.