Mariona Naudin: “Odio los ‘temas’ en teatro”
Intérprete y cofundadora de la compañía Los Detectives, su obra ‘Songs for the bitch witch women’ parte del trágico caso de Ana Orantes la mujer que murió a manos de su marido en 1997 tras relatar en un plató los malos tratos que padecía
Actriz y dramaturga Mariona Naudin (Barcelona, 44 años) es cofundadora de la compañía Los Detectives. En la pieza teatral Songs for the bitch witch women parte del caso de Ana Orantes, la mujer que murió asesinada en 1997 a manos de su marido, tras relatar en un plató de televisión los malos tratos que sufría. El humor es la herramienta que emplea para construir una obra que no es una comedia y que estará en los T...
Actriz y dramaturga Mariona Naudin (Barcelona, 44 años) es cofundadora de la compañía Los Detectives. En la pieza teatral Songs for the bitch witch women parte del caso de Ana Orantes, la mujer que murió asesinada en 1997 a manos de su marido, tras relatar en un plató de televisión los malos tratos que sufría. El humor es la herramienta que emplea para construir una obra que no es una comedia y que estará en los Teatros del Canal del 30 de enero al 1 de febrero.
¿Cuándo supo que se dedicaría al teatro? Cuando tenía seis años, había actuado en un festival de la escuela y, cuando terminó, fui corriendo hacia mi padre y le pregunté : “¿Aquí dónde se cobra?”
¿Cuáles son sus tres autores teatrales de cabecera? Considero autor teatral no sólo a la persona que escribe una obra dramática sino también a quién la crea, así que: Anton Chéjov, René Pollesch y Dana Michel.
¿Cuál es su personaje favorito de ficción? Mabel, de Una mujer de bajo la influencia de John Cassavetes.
¿Cuál es el error más frecuente en la representación de la violencia en los escenarios? El paternalismo y la intención moralista y aleccionadora. Desafortunadamente, no sólo pasa con la representación de la violencia sino con muchos otros temas. La verdad es que odio los temas en teatro.
¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido? Un niño de cinco años vio Concrete Matter, y le dijo a su madre riéndose que nuestra obra era “como el fin del mundo”.
¿Y la más extravagante? Un periodista de Barcelona me hizo una crítica en la que me fulminaba, pero estaba tan repleta de faltas de ortografía que parecía una autoparodia.
¿Cuál ha sido el último libro que le ha gustado? La mala costumbre, de Alana S. Portero.
¿El que tiene abierto ahora mismo en la mesilla de noche? Tengo dos: Las primas, de Aurora Venturini y La corriente de la historia, de Almudena Hernando.
¿La última obra teatral que ha visto? Siempre vengo de noche, de Alberto Cortés en el Centre d’Arts Lliures Joan Brossa.
¿Qué película ha visto más veces? La cenicienta porque mi hermano me obligaba a verla cuando le cuidaba.
¿La que le recuerda a su infancia? La historia interminable, E.T, Regreso al futuro, Los Goonies. Soy un producto de los ochenta.
¿La última serie que vio del tirón? Querer (es buenísima).
Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería? Perquè vull, de Ovidi Montllor.
¿Cuál suena en bucle en su cabeza? I’d rather go blind, de Etta James porque la estoy estudiando para mi clase de canto.
¿En qué museo se quedaría a vivir? En ninguno. Me quedaría a vivir en una casa que pudiera pagar sin dejarme la salud y el sueldo.
¿Qué encargo no aceptaría jamás? Ahora mismo trabajar para una empresa o entidad cómplice con el régimen sionista de Israel.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? Ser personaje antes que persona.
De no ser actriz le habría gustado ser... Oceanógrafa, antropóloga o helenista.