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‘Moderaditos’: un alegato para salir de las trincheras ideológicas

En su ensayo, Diego S. Garrocho plantea que, frente las verdades absolutas, se puede tener principios y convicciones firmes desde el comedimiento y defenderlos sin atacar

Las personas moderadas siempre se han visto como “las de en medio”: ni suficientemente de izquierdas, ni suficientemente de derechas; tan españolas como catalanas o tan vascas como españolas. En los relatos históricos apenas aparecen. En el famoso poema de Antonio Machado, queda claro que “una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Como si no hubiera una tercera o una cuarta España. Y es que hemos crecido creyendo que no hay épica en la moderación.
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Las personas moderadas siempre se han visto como “las de en medio”: ni suficientemente de izquierdas, ni suficientemente de derechas; tan españolas como catalanas o tan vascas como españolas. En los relatos históricos apenas aparecen. En el famoso poema de Antonio Machado, queda claro que “una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Como si no hubiera una tercera o una cuarta España. Y es que hemos crecido creyendo que no hay épica en la moderación.

En otras ocasiones, la moderación trasciende esta supuesta equidistancia y pasa a considerarse traición. Para los defensores de las verdades absolutas, no hay espacio para la duda y el escepticismo. Y sin duda y sin escepticismo, no hay pensamiento, ni hay búsqueda de la verdad. Es por eso que los moderados, en muchas ocasiones, lo cuestionan todo, también a sí mismos. Y aquellos que creen que no hay espacio para la duda, consideran que los moderados acaban siendo unos traidores.

Si el escenario es de polarización, las trincheras son el único espacio para la discusión. Cada bando se parapeta en su zanja y no hay posibilidad ni de diálogo, ni de escucha. Y si para alguien que cree en la verdad absoluta ya consideraba al que duda como un traidor, el aumento de decibelios del debate público acaba llevando inexorablemente a ver al moderado, también, como un cobarde. Así, la moderación es un conjunto de aspectos negativos: traición, cobardía, deslealtad….

Pero somos muchos los que nos rebelamos ante este relato. Cuando las trincheras ideológicas son profundas, lo valiente no es esconderse en ellas. Y eso defiende también en un reciente ensayo Diego S. Garrocho que lleva por título Moderaditos. Ser capaz de escuchar al que piensa diferente o dialogar con el otro de forma educada, sin exabruptos o sin descalificaciones, sino presentando argumentos de forma sosegada, no está al alcance de todos. Hay que ser muy ponderado en las emociones y en los sentimientos para ser capaz de que a uno le lleven la contraria, sin enfadarse.

Porque la moderación no es necesariamente equidistancia. La moderación es, sobre todo, una actitud ante la vida. Los “moderaditos” tienen principios y convicciones firmes, pero no las defienden atacando a los demás, sino que lo hacen escuchando al otro. Como afirma Garrocho, “la moderación que es consecuencia del escepticismo expresa una forma de valentía, además, por otro hecho bastante sencillo: es infinitamente más fácil vivir pertrechado de certezas que enfrentar una realidad desprovista de asideros definitivos”.

Las verdades absolutas, además, nos acercan mucho al fanatismo y nos alejan de la razón, motor que ha movido a las sociedades contemporáneas desde la Ilustración. Es por ello que los moderados no son miembros de la masa fanática que muchas veces ha estado detrás de los totalitarismos. De hecho, los “moderaditos” son molestos para el poder totalitario y acaba persiguiéndolos hasta su extinción. Así, lo valiente no es seguir al poder, especialmente si es totalitario y fanático, sino enfrentarse a él.

Como concluye Garrocho, la valentía no está en aquellos intelectuales que defienden un bando, sino en los que “no tuvieron miedo de decepcionar a los suyos y se sintieron capaces de crear un marco de pensamiento propio. Fueron, también, pensadores enérgicos que encontraron el ánimo y la fuerza para intentar pensar de otra manera. Decidieron ser legisladores de su propia reflexión y cartografiaron la realidad política de una forma novedosa y personal”.

Moderaditos. Una defensa de la valentía política

Diego S. Garrocho
En Debate, 2025
107 páginas, 12,90 euros

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