El discreto regreso del fenómeno Sally Rooney, la gratificante literatura difícil de Krasznahorkai, el duelo por Javier Marías y otros libros de la semana

Los expertos de ‘Babelia’ reseñan lo nuevo de Marie Gouric, Salvador Zaragoza Adriaensens y Dominique Roques

Sally Rooney, fotografiada en Edimburgo en 2017.GARY DOAK (Alamy / CORDON PRESS)

Leer a László Krasznahorkai, el más reciente premio Formentor de las Letras, no es tarea sencilla. Sus libros están completamente desatados de las más básicas convenciones: el autor no se siente obligado a dar explicaciones y hay que tomar cada página como llega. El resultado, no obstante, merece la pena: sus historias son capaces de colocarnos al borde de una percepción diferente de la belleza. Es el caso de El barón Wenckheim vuelve a casa, el libro de la semana para Babelia. Como en otras obras suyas hay un modelo de comienzo: a una comunidad —una ciudad provinciana— llega un cuerpo extraño; un viejo barón que en su día salió de ella y de la familia de abolengo a la que pertenecía y que ahora, en su ancianidad, decide regresar en busca de su primer amor.

Duelo sin brújula, de Carme López Mercader, es un texto valiente sobre la pérdida y la desolación sobrevenidas tras la muerte de su pareja, el escritor Javier Marías. Este texto bello y contenido será la última publicación de Reino de Redonda, la editorial que llevaban entre ambos, que ha publicado textos esenciales como los dos volúmenes de Cordero negro y halcón gris, el impresionante clásico sobre los Balcanes de Rebecca West. En la historia ambientada en el Buenos Aires más pobre de Ese tiempo que tuvimos por corazón, la también poeta Marie Gouric da forma a la vivencia de una profesora que halla en la escritura un modo de entender su mundo.

El gran desembarco literario de la temporada, el esperadísimo Intermezzo de Sally Rooney, no responde a las expectativas que despierta un fenómeno de la talla de la autora de Gente normal. La historia sigue a dos hermanos de caracteres dispares cuyo padre acaba de morir. Ante un tema capital como ese, la escritora compone una novela correcta, pero que, en el fondo, no tiene demasiado que decir. Los cítricos, un recorrido por la historia y el arte de estos frutales de la mano del experto Salvador Zaragoza Adriaensens, sí está, por el contrario, destinado a convertirse en una lectura de referencia. Y para terminar este periplo literario, los viajes del experto buscador de ingredientes para perfumes Dominique Roques por los bosques más populares del planeta y sus árboles insignes en El aroma de los bosques.

'El barón Wenckheim vuelve a casa', de Lázló Krasznahorkai 

La prosa de László Krasznahorkai posee una fuerza expresiva extraordinaria. Pero también resulta difícil, desesperantemente detallista y no hace ninguna concesión al lector. Crítica de José María Guelbenzu.

'Duelo sin brújula', de Carme López Mercader 

La viuda de Javier Marías escribe un texto valiente sobre una desaparición que significa el fin de un mundo: un conjunto compartido de palabras, películas, espacios, logística, bromas repetidas, códigos privados. Crítica de Daniel Gascón.

'Ese tiempo que tuvimos por corazón', de Marie Gouric  

La novela de la poeta y narradora argentina sigue a una maestra primeriza que llega a dar clases a una escuela de un barrio popular de Buenos Aires. Crítica de Carlos Zanón.

'Intermezzo', de Sally Rooney.

La nueva novela de la autora de 'Gente normal', una historia sobre dos hermanos bajo el influjo de la muerte del padre, no consigue reproducir el encanto de aquella obra. Crítica de Nadal Suau.

'Los cítricos. Un viaje a través de la historia y del arte', de Salvador Zaragoza Adriaensens  

El experto Salvador Zaragoza Adriaensens traza un recorrido de referencia por estos frutales desde la antigüedad, si bien resulta algo parco en su apartado sobre su representación en el arte. Crítica de Vanessa Quintanar.

'El aroma de los bosques', de Dominique Roques  

El autor, experto buscador de ingredientes para perfumes, visita los bosques legendarios del planeta y sus árboles más famosos para explicar historias globales. Crítica de Gabi Martínez.


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