Entre el terror y la aventura: los videojuegos del otoño de 2024

Este 2024 amenazaba con ser un hiato, un año que muchos veían como una transición entre 2023 (que, por diversas razones, entregó la más prodigiosa cosecha de juegos en décadas), y un 2025, que con la aparición de GTA VI (y sus 2.000 millones de presupuesto) redefinirá, para bien o para mal, toda la industria. No ha sido así y, aunque es imposible aguantar el ritmo del año pasado, en estos meses han llegado muchas obras (...

Este 2024 amenazaba con ser un hiato, un año que muchos veían como una transición entre 2023 (que, por diversas razones, entregó la más prodigiosa cosecha de juegos en décadas), y un 2025, que con la aparición de GTA VI (y sus 2.000 millones de presupuesto) redefinirá, para bien o para mal, toda la industria. No ha sido así y, aunque es imposible aguantar el ritmo del año pasado, en estos meses han llegado muchas obras (Prince of Persia: The Lost Crown, Final Fantasy 7 Rebirth, Hellblade II, Dragon’s Dogma 2, Elden Ring: Shadow of the Erdtree…) con una calidad y profundidad asombrosas en todos sus apartados. Lo mejor es que la fiesta no ha acabado, y esta rentrée ofrece un buen puñado de excusas para quedarse frente al televisor.

Para estos cuatro meses que quedan, las esperanzas de los jugadores están puestas en varios títulos muy señalados. Uno de los más esperados (llegará el 8 de octubre) es el remake de Silent Hill 2. El equipo polaco Bloober Team están rehaciendo y poniendo al día la mejor entrega de toda la saga de Konami, que salió al mercado en 2001. Terror psicológico de primer nivel y unas primeras impresiones estupendas apuntan a que se colará entre lo mejor del año. Otra que no podía faltar a su cita es la saga Assassin’s Creed. Lo hará con Shadows, el 15 de noviembre. Polémicas aparte por la aparición de un samurái negro, lo cierto es que Shadows apunta a llevar lo mejor de Valhalla (para quien esto firma, el mejor título de la saga en los últimos años) al Japón feudal, pero más pegado a tierra, con el referente de Ghost of Tsushima en mente y la opción (narrativamente revolucionaria) de alternar entre dos personajes distintos.

Dragon Age: The Veilguard, que llegará en diciembre, será el sucesor de Dragon Age Inquisition y, tras varias reorganizaciones empresariales, parece que BioWare, el estudio que nos trajo Mass Effect, está de vuelta con su mejor versión para traer una aventura fantástica en la línea del gran juego del año pasado: Baldur’s Gate III. Si tiene la mitad de magia que aquel juego que encandiló a todo el globo, será un candidato claro a convertirse en la mejor obra de este 2024. Por último, y en clara muestra de cómo las franquicias se ramifican en ecosistemas transmedia (y de cómo los videojuegos importan cada vez más en las estrategia empresariales de toda buena marca) llegará, el 9 de diciembre, Indiana Jones y el Gran Círculo. El arqueólogo creado por Lucas y Spielberg vuelve al mundo de los videojuegos con una producción de altísimo nivel. Detrás, Bethesda, la compañía adquirida por Microsoft y que hace que las expectativas sean enormes. Las dudas, también, son lógicas: hay que ver cómo marida una aventura física al más puro estilo Uncharted con la primera persona en la que se jugará este Indiana Jones, pero hay muchas ganas de hacerle cosquillas a algún nazi con el látigo. El juego, por cierto, estará de salida en Game Pass.

Y hay mucho más. A finales de agosto llegó Star Wars Outlaws. Astro Bot viene el 6 de septiembre para definir del todo al ‘Mario de Sony’. Warhammer 40.000: Space Marine 2, que desembarca el 9 de septiembre, promete ser la mejor incursión en ese fantástico universo espacial. El 20 de noviembre estará STALKER 2… todo eso sin contar las sorpresas indies que puedan salir de la nada. Llegan las lluvias, llega el frío, llegan las noches largas… Llegan las ganas de quedarse en casa con el mando en la mano.

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