El romance de una adolescente cubana con Bobby Fischer, el último viaje de Frank Bascombe, el fracaso en el arte y otros libros de la semana
Los expertos de ‘Babelia’ reseñan los títulos de Charlotte Van den Broeck, Richard Ford, Patrik Svensson, Mayra Montero y Moisés Naím
Un arquitecto erige un edificio en la confianza de que es casi un monumento, una obra de arte que le hará trascender, pasar a la historia. Pero fallos estructurales, incomprensiones estéticas o chascarrillos populares lo convierten en el hazmerreír de la sociedad a la que ofrecía el tributo arquitectónico. No hace falta que su fracaso se salde con vidas humanas, la derrota es enorme. En algunos casos, hasta conlleva el suicidio del creador, como ocurrió con la mítica muerte de Francesco Borromini —dejó caer su cuerpo sobre un sable— tras construir la iglesia de San Carlo Alle Quattro Fontane, ...
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Un arquitecto erige un edificio en la confianza de que es casi un monumento, una obra de arte que le hará trascender, pasar a la historia. Pero fallos estructurales, incomprensiones estéticas o chascarrillos populares lo convierten en el hazmerreír de la sociedad a la que ofrecía el tributo arquitectónico. No hace falta que su fracaso se salde con vidas humanas, la derrota es enorme. En algunos casos, hasta conlleva el suicidio del creador, como ocurrió con la mítica muerte de Francesco Borromini —dejó caer su cuerpo sobre un sable— tras construir la iglesia de San Carlo Alle Quattro Fontane, en Roma. A estos proyectos fallidos dedica la poeta belga Charlotte Van den Broeck su primera incursión en la prosa, Saltos mortales, que se pone en el espejo para reflexionar sobre su propia forma de estar en la vida y en el arte. La pregunta sería si es el fracaso de la creación un símbolo de una vida fracasada. Y se responde: “Cualquier pretensión de producir una obra maestra es de una soberbia absoluta, pero lo contrario parece más inconcebible todavía. ¿A partir de qué punto estamos dispuestos a admitir nuestra mediocridad? La mediocridad es más cruel que el mero fracaso. En el fracaso hay cierta grandeza”.
Otro libro destacado de esta semana es La tarde que Bobby no bajó a jugar, en el que Mayra Montero conecta un par de historias de amor que sirven para explicar la Cuba pre y posrevolucionaria: por un lado, la de un misterioso cubano de origen polaco con la madre de Bobby Fischer en 1956, un par de años antes de la caída de Fulgencio Batista; por otro, ya en 1966, en el transcurso de la XVI Olimpiada Mundial de Ajedrez, en La Habana, la de Miriam —en realidad, la propia autora— con el ajedrecista, cuando contaban con 14 y 23 años, respectivamente.
Otros libros reseñados por los expertos de Babelia son Sé mía, de Richard Ford, que nos trae de nuevo a su entrañable personaje Frank Bascombe (que tomó vida en 1986 en la reconocida novela El periodista deportivo) y que aborda un viaje de despedida con su hijo adulto enfermo de ELA; Un inmenso azul, en el que Patrik Svensson se adentra en las vidas de un puñado de exploradores enamorados de los mares tratados como personajes de novela; y Lo que nos está pasando, de Moisés Naim, que recopila las columnas del periodista y escritor venezolano, en las que aborda desde la emergencia climática hasta la crisis de las democracias.
‘Saltos mortales’, de Charlotte Van den Broeck
‘Sé mía’, de Richard Ford
‘Un inmenso azul’, de Patrik Svensson
‘La tarde que Bobby no bajó a jugar’, de Mayra Montero
‘Lo que nos está pasando’, de Moisés Naim
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