El Premio Booker para ‘Kairós’, de Jenny Erpenbeck: una trama amorosa en los tiempos del fin del mundo
La novela de la escritora alemana narra una improbable historia de amor en el período previo a la caída del Muro de Berlín
Berlín Este, 11 de julio de 1986. Hans, 54 años, novelista, escritor de programas radiales, y Katharina, 19 años, estudiante de tipografía, coinciden por uno de esos azares (que Lezama Lima llamaría “concurrente”), en un autobús. Como ocurrió para que Tomás y Teresa se conocieran en La insoportable levedad del ser, fueron varias las casualidades que provocaron el encuentro. La más notable de todas es que el chofer del autobús, que ya se ponía en movimiento con germánica disciplin...
Berlín Este, 11 de julio de 1986. Hans, 54 años, novelista, escritor de programas radiales, y Katharina, 19 años, estudiante de tipografía, coinciden por uno de esos azares (que Lezama Lima llamaría “concurrente”), en un autobús. Como ocurrió para que Tomás y Teresa se conocieran en La insoportable levedad del ser, fueron varias las casualidades que provocaron el encuentro. La más notable de todas es que el chofer del autobús, que ya se ponía en movimiento con germánica disciplina, tuviera la gentileza de detener la marcha y recoger a la joven para que comenzara a tejerse la cadena de conexiones. Hans y Katharina se miran, solo porque se miran, un par de veces. Luego, porque lo iban a hacer, abandonan el autobús en la misma parada y, como está lloviendo, se refugian bajo el puente por donde corre el tranvía. Cuando escampa, cada uno camina hacia su destino por la misma ruta y… esa noche comienza su improbable historia de amor y, por un tiempo, logran ver el rostro amable de Kairós, el dios griego de la oportunidad, el que trae las cosas en el momento adecuado (y luego se las lleva) y comparte con Cronos el dominio del tiempo.
Kairós (2021), la más reciente novela de la escritora alemana Jenny Erpenbeck, editada en 2023 por Anagrama y que acaba de ganar el Premio Booker International, es, en esencia, la historia de un amor tejida a partir de una vulgar oportunidad que pudo no haber ocurrido y que fluye en un lapso que pudo haber sido unos instantes y se convirtió en varios años. Una pasión que nace, crece, enferma y muere. Un fervor marcado por la gran diferencia de edad y condición entre los personajes (Hans, casado, con experiencia en amoríos, es diez años mayor que el padre de Katharina) y por las maneras en que uno de los amantes sojuzga al otro, con estrategias que transitarán del éxtasis de una compacta felicidad a la crueldad más avasallante y mezquina. Un amor que comienza siendo arrasador y luego se diluye como se diluye el mundo que parecía eterno y en que se desarrolló: el de un país que, aun sin saberlo, ya agonizaba sin remedios y que se llamó República Democrática Alemana.
Si la historia de amor que sostiene la novela es parecida a otras muchas historias de amores difíciles y pletóricos de violencia sexual y sicológica, Kairós comienza a ser algo diferente por el contexto de la época en que transcurre su argumento. Pero se distinguirá más por las atrevidas estrategias narrativas que utiliza Erpenbeck, con juegos de perspectivas entre uno y otro personaje y por una narración entrecortada que introduce comentarios de asuntos ajenos al desenvolvimiento estricto de la trama, con lo que la escritora consigue ir más allá de las peripecias sentimentales que van sufriendo los personajes e introduciendo pinceladas del mundo que los acoge.
Pero la intensidad y profundidad de la trama amorosa resulta tan potente que, mientras la novela avanza, el peculiar momento social en el que se mueven los personajes apenas resulta ser un telón de fondo que no influye de modo especialmente decisivo en una narración que se regodea en la historia sentimental. Por ello, de ese universo que fue la República Democrática Alemana en los años previos a la caída del Muro de Berlín solo se mencionan algunas de sus particularidades, acontecimientos puntuales, como el viaje de Katharina a Colonia (occidente, la República Federal) y la pasajera tentación de permanecer en ese otro país.
Como disparos aislados vamos escuchando alaridos de inconformidad que llegan desde fuera y que advierten de que se ha puesto en marcha un gigantesco proceso histórico que será el del derrumbe del socialismo en el este europeo
Sin embargo, Jenny Erpenbeck parecía haber guardado su arsenal más revelador del tiempo histórico en que ocurre el romance para el último cuarto de la novela, justo mientras la relación entre Hans y Katharina se va disolviendo, dolorosamente. Como disparos aislados vamos escuchando alaridos de inconformidad que llegan desde fuera y que advierten de que se ha puesto en marcha un gigantesco proceso histórico que será el del derrumbe del socialismo en el este europeo. Entonces ese contexto histórico casi sumergido sube a un primer plano y se convierte en el asunto principal de la novela en los días previos a un suceso tan crítico como la caída del Muro (solo se menciona) y, sobre todo, el trauma del inicio y la concreción de una reunificación alemana que no solo alteró la vida de los ciudadanos, sino que lo hizo de un modo humillante para los habitantes del este. El momento en que los carteles de los manifestantes sufrieron una importante mutación, de la todavía socialista consigna “¡Somos el pueblo!”, a la gran reclamación nacional de “¡Somos un pueblo!”.
Con la respetable habilidad literaria de no convertir su obra en un alegato político, Jenny Erpencek no puede dejar de hacer entonces la lectura política del proceso que concluye con la eliminación del sistema socialista en el este y la reunificación del país, que se produce como una voraz invasión de conquista económica y social. Así, mientras Hans pierde su empleo y se trastoca su forma de vida, Katharina siente a principios de ese turbulento 1990 que nunca había empezado un año con semejante incertidumbre. Ellos son unos ciudadanos más de un mundo que, en unos meses, deja de existir como tragado por un tsunami histórico que les trae la libertad. Pero la libertad también puede ser un trauma.
Solo al final de la novela —y creo que no con la suficiente habilidad narrativa—, la autora deja entrever lo que significó en la vida de los ciudadanos el oscuro papel de la Stasi, la todopoderosa policía secreta de la RDA. Quizás pospuso y hasta oscureció esa información para evitar narrar las técnicas de esa agencia del modo casi trillado que ya hemos leído, aunque a mi juicio lo hizo de un modo tan oblicuo que apenas es reconocible.
Pero, sin duda, Kairós es una apuesta literaria con notable capacidad para hurgar en las esencias oscuras de los sentimientos humanos y, también, en las entretelas de una sociedad que se creía saludable cuando en realidad estaba enferma de muerte.
Kairós
Traducción de Neila García Salgado
Anagrama, 2023
336 páginas. 20,90 euros
Kairós
Traducción de Lourdes Bigorra Cervelló
Angle Editorial, 2023 (en catalán)
384 páginas. 20,90 euros
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