‘Pasión Nails’, de Rosario Izquierdo: ‘chonis’ y clase media en el salón de manicura
La cuarta novela de la escritora onubense sigue los pasos de una protagonista muy parecida a ella misma, socióloga y trabajadora social en Sevilla, que recorre el camino que va del centro de la ciudad a los barrios más ‘peligrosos’, es decir, los más pobres
Puede que no debutase lo bastante joven para que el mercado supiese cómo capitalizar su perfil; que su relación con el mundillo literario sea demasiado periférica, por no decir inexistente, como ella misma subraya; o que escribir sin rodeos acerca de la clase social la haya condenado a pasar bajo el radar de las tendencias y los grandes prestigios… En cualquier caso, Rosario Izquierdo (Huelva, 1964) publica su cuarta novela, Pasión Nails, sin que las anteriores recibiesen toda la atención ...
Puede que no debutase lo bastante joven para que el mercado supiese cómo capitalizar su perfil; que su relación con el mundillo literario sea demasiado periférica, por no decir inexistente, como ella misma subraya; o que escribir sin rodeos acerca de la clase social la haya condenado a pasar bajo el radar de las tendencias y los grandes prestigios… En cualquier caso, Rosario Izquierdo (Huelva, 1964) publica su cuarta novela, Pasión Nails, sin que las anteriores recibiesen toda la atención que merecían, aunque es cierto que ya cuenta con lectoras y lectores fieles y que su segundo libro, El hijo zurdo, fue adaptado en forma de serie protagonizada por María León, siempre en mi equipo. Aun así, me parece poco. Hoy, en Babelia (no menciono el suplemento en vano), toca reivindicación: qué suerte que exista Izquierdo.
Pasión Nails conecta de un modo directo con su debut, Diario de campo (2013). En ambos libros, una protagonista muy parecida a la propia autora, socióloga y trabajadora social en Sevilla, recorre el camino que va del centro de la ciudad a los barrios más peligrosos, es decir, los más pobres. En la novela que nos ocupa, Pepi está en paro y sus devaneos suburbiales responden sobre todo a una inquietud, como diría Bernhard, por ir “en la otra dirección”, hacia allá donde se supone que es mejor evitar. Un día, entra en un salón de manicura y pedicura, espera su turno leyendo la prensa rosa y, cuando le llega el turno, pone sus uñas en manos de una esteticista que les aplicará los colores más chillones imaginables: y así empieza una inmersión compleja en un mundo y un tejido social que en teoría no son los suyos pero que la apelarán de modos cada vez más íntimos.
Y es que, obviamente, al planteamiento inicial lo acechaba el peligro de caer en la frialdad analítica, el paternalismo o el turismo de clase. Sin embargo, uno de los aspectos que convierten a Izquierdo en una escritora importante es su absoluta consciencia de esas aristas, desmentidas por el tono de una voz narrativa en primera persona que afronta de raíz las incomodidades del lugar de enunciación (quién es ella, desde dónde habla, qué vínculos construye desde ahí) y se deja penetrar por la otredad. Así, Pasión Nails habla de las chonis de barrio, pero también de los matrimonios de clase digamos-que-media, dos realidades atravesadas por un catálogo de temas no tan divergentes: el trabajo, la maternidad, el amor, la vergüenza, los arquetipos de género, la familia. Y, por cierto, la idea de utilizar un salón de uñas como motor de la novela es maravillosa, pura inteligencia sociológica, dada la importancia simbólica de ese ornamento (en su libro El trap, por poner un ejemplo, Ernesto Castro explicó muy bien la conexión entre las uñas a lo Rosalía, la identidad de clase y el mercado laboral).
Todo esto, Izquierdo nos lo cuenta con una prosa antiretórica, cercana, hecha de observaciones que de pronto, a ratos, dan paso a breves pausas meditativas. Como en toda literatura, aquí el estilo es importante, hasta el punto de que la autora también enhebra con las demás cuestiones una mirada a los sesgos de clase y esnobismo de la cultura oficial que consagra ciertas estéticas en detrimento de otras (para lo cual convierte Babelia en una especie de personaje secundario, allá en el lejano centro de la jerarquía, con sombras extensibles, ¡o eso creo yo!, a muchos otros actores de la escena literaria).
Capa a capa, lucidez a lucidez, Pasión Nails es una novela que acompasa el lenguaje al ritmo de lo real, con sus contrastes, iluminaciones o derivas. Y de algún modo, la sencillez precisa de su prosa nos invita a reaprender a leer literatura, igual que el personaje de Fani aprende a leer en el salón familiar de Pepi, verso a verso.
Pasión Nails
Alianza Editorial, 2024
200 páginas. 18,50 euros
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