Las historias que cuenta el Nilo: el dios Hapi, la amenaza climática o el dominio sobre la mujer
La fotógrafa María Primo hace uso de la fotografía, el vídeo, el dibujo y la cerámica para hilvanar una serie de relatos en torno al río que indagan en la relación del ser humano con la naturaleza
Ya hace 2.500 años, Heródoto, considerado como el primero de los historiadores, escribía que “Egipto es un don del Nilo”, a sabiendas de que cada verano el río inundaba las tierras como un regalo divino; al retirarse el agua, el limo, ofrecía a los campesinos un fertilizante natural. De aquella prosperidad surgió una de las primeras y grandes civilizaciones de la historia. Aquellas caprichosas crecidas del Nilo persistieron hasta los años sesenta, cuando, con el propósito de controlar las inundaciones y producir...
Ya hace 2.500 años, Heródoto, considerado como el primero de los historiadores, escribía que “Egipto es un don del Nilo”, a sabiendas de que cada verano el río inundaba las tierras como un regalo divino; al retirarse el agua, el limo, ofrecía a los campesinos un fertilizante natural. De aquella prosperidad surgió una de las primeras y grandes civilizaciones de la historia. Aquellas caprichosas crecidas del Nilo persistieron hasta los años sesenta, cuando, con el propósito de controlar las inundaciones y producir electricidad, se inició la polémica construcción de la prensa de Asuán; una obra faraónica en tiempos modernos que situaría a Egipto en la modernidad, no sin un coste ambiental, cultural y social. Hoy el río se encuentra seriamente amenazado, la sequía y la contaminación han enturbiado la memoria de uno de los caudales más largos y también más legendarios del planeta. La ONU vaticina que el país se enfrentará a una escasez crítica de agua en 2025.
En la orilla oriental del Nilo, en Luxor, surgió El Nilo es más que un río, proyecto al que comenzó a dar forma la fotógrafa María Primo a lo largo de tres semanas, durante una residencia artística en la ciudad edificada sobre las ruinas de Tebas. Un trabajo multidisciplinar que engloba la fotografía, el vídeo, el dibujo y la cerámica y que puede verse en la Casa Árabe de Córdoba, comisariado por Blanca Torres. El río servirá a la autora como hilo conductor para hilvanar una serie de pequeños relatos que se entrelazan, donde la realidad se funde con el mito y el pasado convive con el presente para aludir a la historia, a la arquitectura, a la crisis climática, a la explotación de los recursos naturales y a la mujer. Un periplo que rescata las hazañas mitológicas del dios Hapi, historias reales de poderosas reinas, de ladrones de tumbas y arquitectos visionarios, donde resuena la compleja relación del hombre con su entorno natural y su impenitente antropocentrismo.
La fotografía de un paisaje, que requiere que el espectador, literalmente, gire la cabeza para poder apreciar una duna rodeada de palmeras en la orillas, sirve como metáfora de la deconstrucción de la mirada que reclama Primo, de su propósito de ofrecer distintas lecturas que generen una mayor consciencia ante la trascendencia de todo aquello que arrastró y arrastra el Nilo para entender dónde nos encontramos en la actualidad. Se trata de la misma panorámica que abre y cierra, también de forma invertida, la publicación que acompaña a la muestra, y sitúa al espectador frente a la naturaleza antes de adentrarle por una corriente de imágenes que le trasportará hasta el Antiguo Egipto, donde los árboles eran sagrados y los animales eran dioses. Creencia animista que resuena en las piezas de cerámica que Primo realizó en Luxor junto con un alfarero local (oficio en extinción) a las que se suman las realizadas en España con arcilla local adornadas por figuras híbridas.
Los conocimientos tradicionales y el uso de la tierra quedarán también reflejados en un bloque dedicado a la importancia de lo vernáculo y al valor de recuperar los conocimientos tradicionales. Para ello, Primo centrará su mirada en el utópico y truncado proyecto llevado a cabo, en 1946, por Hassan Fathy, padre de la arquitectura sostenible, en Nueva Gourna, con el fin de alojar a aquellos que vivían sobre las tumbas faraónicas de Luxor, muchos de quienes se dedicaban a su saqueo. Un proyecto inspirado en las construcciones nubias, haciendo uso de los materiales de la zona en total armonía con el entorno que plantean la delicada cuestión sobre cómo respetar la tradición y la lógica de un territorio al tiempo que se participa de las comodidades y oportunidades que implica la vida moderna.
En uno de sus tratados, el arquitecto utilizaría la imagen de la faraona Hatshepsut haciendo adobe, cuyo busto tapado, en vías de restauración, es también captado por la cámara de Primo. Una enigmática imagen que alude a una mujer poderosa, una de las pocas reinas que gobernaron el Antiguo Egipto, a quien se intentó sacar de la historia. (las referencias a su reinado quedaron borradas de los templos hasta que Champollion la rescató de la historia). Cerca, un tríptico titulado Dios muere junto al Nilo, presenta a una mujer con su vestimenta tradicional en la linde de la zona desértica y fértil. El título del tríptico rinde homenaje a una de las obras de la activista feminista egipcia Nawal el Sadawi. “La figura femenina se va sobreexponiendo y en consecuencia velando en referencia a la misma invisibilización y dominio que se ha querido imponer tanto a la naturaleza como a la mujer”, destaca Primo durante una conversación telefónica. “No he pretendido hablar de la mujer árabe, pero sí de esa separación entre hombre y naturaleza, de ese binomio que llevamos arrastrando desde la revolución industrial. De igual forma que el hombre ha utilizado el conocimiento como una herramienta de poder para dominar a la naturaleza, ha querido imponer su dominio sobre la mujer”.
Abierta a la improvisación, a escuchar la historias que le iba contando el río, la autora incorporará imágenes apropiadas que sirven para poner en contexto el relato, como la imagen de los Colosos de Memnón inundados, algo que ya no es posible observar. De igual modo, hará uso del vídeo, dando forma a una pieza inspirada en El himno a Hapy. Un texto escrito en la XII dinastía dedicado al dios de la fuente y crecida del Nilo, una figura andrógina que vivía en la cueva Bigeh cercana a unas cataratas desde donde emergía anualmente provocando la inundación. La autora también construirá una cámara estenopeica con unos rollos de 35 mm caducados, a los que dará una segunda vida en un gift realizado en el Valle de los Artesanos que habla sobre el impacto del cambio climático en los monumentos. En resumen: un viaje al pasado desde el presente con el sano propósito de alimentar y sedimentar nuevos relatos ante la alarmante crisis ecológica a la que nos enfrentamos.
El Nilo es más que un río. Casa Árabe Córdoba. Córdoba. Hasta el 20 de julio.
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