‘¡Chakapum!’: la rumba sigue su rumbo
La historia de este género musical y la vida del cantante Litus, contadas en paralelo en un espectáculo alegre, divertido y didáctico, que acaba poniendo al público a bailar
Seguirle la pista a un cante de ida y vuelta es seguir la traza de un camino azaroso. ¿Cómo se llegó desde la contradanza a la rumba catalana pasando antes por la habanera, el tango gaditano y la guaracha? En ¡Chakapum!, un grupo de cantantes espléndidos, que son bailarines y actores también, intentan responder a esta pregunta trenzando en una pizarra virtual un viaje trasatlántico por puertos de tres continentes. Este musical escrito por Joan Grau y orquestado jubilosamente por Pablo Novoa y Xènia Reguant, utiliza la vida de ...
Seguirle la pista a un cante de ida y vuelta es seguir la traza de un camino azaroso. ¿Cómo se llegó desde la contradanza a la rumba catalana pasando antes por la habanera, el tango gaditano y la guaracha? En ¡Chakapum!, un grupo de cantantes espléndidos, que son bailarines y actores también, intentan responder a esta pregunta trenzando en una pizarra virtual un viaje trasatlántico por puertos de tres continentes. Este musical escrito por Joan Grau y orquestado jubilosamente por Pablo Novoa y Xènia Reguant, utiliza la vida de Litus, cantante de la banda de Late motiv (programa televisivo que Andreu Buenafuente presentó entre 2016 y 2021), para darle un repaso alegre, divertido y didáctico a los orígenes de la rumba. Tras su estreno el verano pasado en Barcelona y Madrid –donde puso a bailar a todo el público–, regresa ahora a la cuna artística de Gato Pérez, Rumba Tres, Los Amaya y Peret, compositores de algunas de las canciones que se reinterpretan en él.
Siendo la rumba tan rítmica, pegadiza, curvilínea, directa en su contenido y expresiva en cada compás, ¡Chakapum! se amolda a ello como el guante a la mano. Aunque narrativo, el texto de Grau lleva de una acción a otra y de una canción a la siguiente sin haber completado la anterior necesariamente. Gitana hechicera, compuesta por Peret para Barcelona 92, sirve de hilo conductor del relato de las andanzas de Litus durante sus años mozos. Casi nadie recuerda quién ganó los 1.500 metros lisos en aquellas olimpiadas, pero esa canción no se olvida: a la larga, la música despierta emociones más perdurables que las hazañas deportivas.
La banda que dirige Novoa, vigués confundador del grupo Golpes Bajos en los años ochenta, crea un suelo fértil sobre el que los intérpretes siembran versiones vibrantes de Caramelos, guaracha de Roberto Puentes a la que Los Amaya le metieron un ritmo afilado en los setenta; Que mala suerte la mía, una melodía jíbara portorriqueña popularizada por el mencionado dúo gitano; o Sabor de barrio, de Gato Pérez, cuya letra podría servir como editorial de esta rumbosa revista en la que Litus, Ricard Boyle, Encarni Sánchez, Marta Tomasa, Toni Viñals, Mariona Castillo (sustituida ahora por Miguel A. Sánchez) y los cinco músicos que les acompañan ponen alma y corazón. Todos ellos celebran con su público un fin de fiesta chispeante en el hall del teatro.
‘¡Chakapum!’ Texto: Joan Grau. Dirección: Xènia Reguant. Teatre Victòria. Barcelona, del 8 al 28 de mayo. Teatre Olympia. Valencia, del 5 al 9 de julio.
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