‘A propósito de Ferlosio’, el retrato intelectual de un radical

Carlos Femenías Ferrà impugna la visión existente de la transformación de narrador a ensayista del autor, que para él se convirtió en la voz crítica más profunda de la España democrática

El escritor Rafael Sánchez Ferlosio, en 1994.Alamy Stock Photo

Después de leer el excepcional ensayo sobre Rafael Sánchez Ferlosio, he salido disparado a buscar el número del semanario Destino en el que se informaba de la concesión del Premio Nadal a El Jarama. Enero de 1956. En el primer destacado ya se subrayaba la excepcionalidad de aquella convocatoria. “Por primera vez en la historia del premio, se ha dado la decisión por unanimidad del jurad...

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Después de leer el excepcional ensayo sobre Rafael Sánchez Ferlosio, he salido disparado a buscar el número del semanario Destino en el que se informaba de la concesión del Premio Nadal a El Jarama. Enero de 1956. En el primer destacado ya se subrayaba la excepcionalidad de aquella convocatoria. “Por primera vez en la historia del premio, se ha dado la decisión por unanimidad del jurado”. Al resumir el valor de las obras finalistas, lo mismo. “Una de las mejores novelas españolas que se hayan producido en los últimos años”. Su autor no había asistido a la gala en el Salón Oriente. Tampoco había sido fácil localizarlo. Pero el día después apareció en Barcelona. El periodista Sempronio, que era un entrevistador excelente, advirtió de inmediato que aquel escritor no era fácil de entrevistar. “Dios sabe lo que me ha costado entrevistarle literariamente”. Le pareció alérgico a la respuesta simplificada. “Es temor a verse obligado a definir en fórmulas periodísticas concretas, y por lo mismo traidoras, su pensamiento fluyente, sus ideas diversas y delicadas, sus creencias matizadas”. Para ir mucho más allá de las fórmulas traidoras de la simplificación, Sánchez Ferlosio oscureció su trayectoria intelectual —una de las más radicales de la modernidad hispánica— y ahora Carlos Femenías Ferrà desentraña esas creencias, ideas y pensamiento.

“Dicho aún más cruda y simplísticamente: no quisiste que aparecieran con tu nombre libros causados muy directamente por la oferta organizada”. Así se lo escribió el pensador marxista Manuel Sacristán en carta privada que se puede leer en este libro. Después de El Jarama, Sánchez Ferlosio detectó que el sistema cultural de oposición, que él había coadyuvado a densificar como miembro de una élite, pretendía instrumentalizarlo para que desempeñase “el grotesco papel del literato”. Aparentemente, se encerró consigo mismo para estudiar y, tras una larga hibernación, reapareció metamorfoseado en otro: el ensayista de Las semanas del jardín, cuya prosa clásica y enrevesada reproducía “el soliloquio de una conciencia vocacionalmente enrarecida”. La explicación sobre la bifurcación como escritor la impugna Femenías al trazar una explicación compleja e integral. Parte de su vinculación con el círculo familiar —el de su padre falangista Sánchez Mazas— y el grupal —el de los colegas de la minoritaria Revista Española— para desembocar en el intelectual antimoderno que, en EL PAÍS y libros tan celebrados como apenas leídos, se convirtió en la voz crítica más profunda de la España democrática. ¿Lo escucharon?

Ese mausoleo, para Kraus y para Ferlosio, era el lenguaje, y la reflexión a partir del lenguaje, tanto en la ficción primera como en el ensayo, fue el motor de su radicalidad

“Solo había el destierro como salida”, escribe Femenías para mostrar el final que esperaba al protagonista de la novela El testimonio de Yarfoz. Y la imagen de ese exiliado ante una realidad convertida en necrópolis es un espejo donde nos invita a contemplar al Ferlosio de plenitud, al que Félix de Azúa retrató en Demasiadas preguntas. Otra imagen, también citada en el libro, para comprender el lugar que construyó Ferlosio en los márgenes es la que Benjamin usó para caracterizar a Karl Kraus. “En un arcaico campo del honor, en el inmenso campo de batalla del trabajo sangriento, Kraus aún sigue bramando ante un mausoleo abandonado”. Ese mausoleo, para Kraus y para Ferlosio, era el lenguaje, y la reflexión a partir del lenguaje, tanto en la ficción primera como en el ensayo, fue el motor de su radicalidad. Lo fue en tanto que antimoderno y, por tanto, como exigente vigía para detectar las trampas de la Patria, el Progreso y la Historia, grandes palabras cuyos relatos falseó para revelar que su promesa de redención escondía la pulsión de dominación inherente a todo Poder.

A propósito de Ferlosio

Autor: Carlos Femenías Ferrà.


Editorial: Alianza Editorial, 2022.


Formato: tapa blanda (333 páginas. 24,95 euros) y e-book (15,98 euros).

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