Barras bravas, caos de torneos y un vuelo de 22 horas compartido entre los rivales: la Supercopa argentina (también) se define en Arabia
Boca Juniors y Racing de Avellaneda, que cerraron la última temporada en un partido con 11 expulsados, vuelven a encontrarse en un torneo improvisado en Abu Dabi que refleja el desorden del fútbol local tras la Copa del Mundo
Rafael Di Zeo, el legendario líder de la barra brava de Boca Juniors, volverá a ver a su equipo en un estadio de fútbol después de casi seis años. Vetado de los estadios de Argentina por, entre varios procesos judiciales, un juicio que le investiga por instigar una guerra interna entre los ultras de Boca que dejó dos muertos y seis heridos por armas de fuego en 2013, lo hará a más de 13.500 kilómetros de Buenos Aires. Boca Juniors se enfrentará este viernes a Racing de Avellaneda en Abu Dabi por un torneo inventado para la ocasión: la “Supercopa Internacional” enfrentará a los dos equipos que definieron la Liga de 2022 en el último minuto y que el lunes pasado debieron dejar de lado la rivalidad para compartir el vuelo de casi 22 horas hacia la capital de los Emiratos Árabes Unidos.
Di Zeo, que según medios locales logró salir de Argentina poniendo como garantía ante la Justicia una propiedad de su pareja y que podrá acceder al estadio porque Emiratos no tiene un convenio con Argentina para prohibírselo, será uno de los pocos argentinos que tendrá el lujo de ver la ansiada revancha que ha levantado críticas contra la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).
Argentina es el primer país sudamericano que se ha subido al tren que lleva lo más atractivo del fútbol global a los países del golfo pérsico. El pasado junio, la AFA firmó un acuerdo de cuatro años con el Consejo de Deportes de Abu Dabi para “la realización de diversos eventos deportivos del fútbol argentino”, según un comunicado publicado entonces. El primero fue un partido amistoso entre la selección de Lionel Messi y la de Emiratos Árabes: el pasado 16 de noviembre, cuatro días antes de comenzar el Mundial de Qatar donde levantó la Copa del Mundo, Argentina goleó por 0-5 con sus grandes estrellas en el Estadio Mohammed bin Zayed.
Casi una semana después del Mundial, el pasado 29 de diciembre, la AFA confirmó que Boca y Racing jugarían un torneo en la misma cancha. La Supercopa Internacional, que sigue el camino de la Supercopa de España y la italiana que se definieron esta semana en Arabia Saudí, es un torneo creado para la ocasión.
Argentina ensaya desde hace años diferentes formatos de competición en sus divisiones profesionales. La Supercopa original, que se juega desde 2012 y enfrenta al campeón de la Liga Profesional con el de la Copa Argentina, era una de sus pocas variables más o menos estables. Este año la debía jugar Patronato, un equipo humilde que ganó la Copa el pasado octubre mientras descendía a la segunda división, y Boca, que le ganó la liga a Racing en un último partido que cruzó a ambos con el clásico rival del otro.
Boca había llegado a la última fecha de la liga como líder y con Racing a solo un punto en la escolta. El torneo se definió en el último minuto: Boca le ganaba el partido a Independiente de Avellaneda hasta el minuto 81, cuando llegó el empate, y terminó levantando el trofeo porque River Plate venció a Racing frenando un penal en el último minuto adicionado.
Boca también había ganado la Copa de la Liga, un torneo que se jugó por tercera vez el año pasado y que se definió en mayo. Con Boca como ganador de sus dos torneos nuevos, la AFA decidió enfrentar a los segundos de ambos en uno nuevo, que terminó llamando Trofeo de Campeones. Racing jugó una semifinal contra Tigre, que había perdido la final de mayo con Boca, y volvió a enfrentar al equipo azul y oro casi dos semanas después de la definición de la Liga. Esta vez ganó el equipo de Avellaneda en un partido agónico: marcó el 2-1 en el minuto 118 y el pitazo final tuvo que ser adelantado por la expulsión de 11 jugadores. Mientras tanto, Patronato todavía no sabe si jugará su Supercopa.
Racing y Boca, que no se vieron las caras desde entonces, volvieron a encontrarse el lunes, cuando compartieron un vuelo especialmente habilitado para llevarlos a Abu Dabi. Según el diario Olé, decidieron sortear sus lugares en el avión para evitar cruces incómodos: Racing viajó adelante y Boca atrás.
El partido, que con la herida fresca buscará ser punta de lanza para la exportación del fútbol argentino a Oriente Medio, marca el regreso del fútbol nacional tras la victoria argentina en el Mundial de Qatar. Será también una vuelta a la realidad para la AFA y su presidente, Claudio Chiqui Tapia, que ha vivido un verano de ensueño con la Copa del Mundo en brazos y sin tener que pensar en el caos continuo del calendario local. Hasta este viernes.
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