Simplicidad y contraste, las tendencias para entender el lujo del futuro
Hábitos más saludables, entornos naturales, tecnología aplicada y una apreciación mucho más enfocada y sencilla del lujo constituyen el nuevo dinamismo de un sector en recuperación y reconfiguración
Pese a que 2021 fue un año completamente turbulento y atípico para la industria del lujo, su histórica tendencia al crecimiento y consecuente recuperación se puso a prueba, mostrando una mejora notable respecto a un caótico e incierto 2020. De acuerdo con una de las firmas consultoras líderes en Estados Unidos, Bain & Company, contemplando la venta de productos y experiencias el 2021, el sector registró ventas mundiales por cerca de 1.29 miles de millones de dólares.
Y aunque esta fortaleza y crecimiento se espera continúe en franco ascenso para este 2022, el lujo no ha estado exento de una transformación y adecuación de fondo, acorde con las tendencias, hábitos y retos del mundo contemporáneo, cuestionando incluso algunas de sus dinámicas, valores y cualidades que le han caracterizado por décadas.
De acuerdo con las voces expertas y las recientes tendencias que han reconfigurado al lujo durante los años recientes, la proyección de crecimiento dependerá y mostrará una variación particular, dependiendo de sus respectivos sectores asociados. Para Claudia D’Arpizio, socia de Bain & Company, una de las transformaciones más notables mostrará algunos de los valores humanos recientes, en donde la personalidad y necesidad del cliente se encuentra más presente que nunca. Así, ahí en donde antes todo se trataba de estatus, logotipos y exclusividad, hoy se espera que sea sustituido por dinámicas recientes como la salud, el cuidado mental, las conversaciones sociales, así como por un sentido renovado de propósito y responsabilidad.
La opulencia y excentricidad mostrada en el pasado, hoy se encuentra en una transición en donde la seguridad, el cambio climático, los entornos mucho más naturales, e incluso la implementación de tecnologías inteligentes, aplicadas e intuitivas potencien un lujo responsable, con personalidad y mucho más diverso, sin perder nunca el icónico halo de personalización y exclusividad.
Un ejemplo visible dentro de estos nuevos escenarios lo encontramos en la industria de viajes y el turismo alternativo. Tras las restricciones y medidas sanitarias recientes, el aumento y la diversificación de rutas y destinos menos poblados, así como las aventuras en exteriores por cuenta propia, a bordo de nuestros autos, refleja que el transporte privado es hoy por hoy una extensión del universo más íntimo y memorable, en donde el lujo nos provee y potencia experiencias sin límites, a nuestra medida y con el máximo nivel de desempeño y tecnología.
Simplicidad y alto contraste son dos de los conceptos a seguir en el futuro próximo para comprender y entrar en sintonía con esta reformulación del lujo al interior de sectores clave como la moda, la tecnología, la industria wellness, así como a través de los artículos personales y servicios ligados al placer, el confort e incluso el entretenimiento.
Algo que seguramente veremos será la adopción y presencia de marcas minoristas en el mundo virtual. Tan sólo durante 2021, diversas firmas anunciaron el lanzamiento de líneas de ropa únicamente a través de sus canales digitales, al igual que la salida de “accesorios” en NFT. El 2022 y 2023 será común asociar el lujo con la realidad aumentada, el blockchain, el metaverso y la gamification.
Consecuentemente, la consolidación de los canales digitales transitó de un complemento y herramienta experimental de marketing más de las marcas, a conformar una fuerza de venta protagónica.
Asimismo, como nunca en la historia hoy el lujo está siendo visto como un vehículo óptimo para la inversión y compromiso genuino con la sostenibilidad, la inclusión y la responsabilidad social, incorporando en todo momento la diversión, el sentido genuino, la aventura y la personalización exclusiva.
De acuerdo con el sitio especializado Luxe Digital, existen rubros claros que marcan un antes y un después en el lujo: ahí en donde antes había status, hoy existe una oportunidad única para la autoexpresión, y la resignificación de valor individual o los mercados de nicho; ante el valor social y el sentido icónico que ayudaban a construir marca, hoy estamos viendo un respaldo de historia, identidad y credibilidad cultural.
En suma, el recurrente lugar de la indulgencia ligada al lujo hoy está desvaneciéndose para estar más en sintonía con aquellas cosas que nos importan, unen y resignifican como seres humanos, impulsando al consumidor a dejar su papel pasivo para crear, criticar, pero sobre todo experimentar la vida sin importar dónde, de forma más despierta y consciente.