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Una intoxicación masiva con alcohol artesanal deja al menos 11 muertos en Barranquilla

Las autoridades locales han comentado que ocho afectados están en cuidados médicos, algunos de ellos en estado crítico

Los cuerpos desgonzados, sin signos vitales, algunos con espuma en la boca y con los ojos desorbitados, comenzaron a aparecer en la madrugada del martes en distintos puntos de Barranquilla, la principal ciudad del Caribe colombiano. Uno fue hallado en una banca del barrio Universal; otro, en una residencia en San Roque; y otro más, cerca del mercado de Barranquillita. Ya son 11 las personas que, en poco más de 48 horas, han fallecido por consumir una bebida artesanal conocida como “cococho”, elaborada con alcohol metílico (metanol), una sustancia altamente tóxica. Otros afectados han sido trasladados a distintos centros hospitalarios de la ciudad de 1,3 millones de habitantes. Ocho de ellos permanecen bajo observación médica, algunos en estado crítico, según las autoridades locales.

El primer caso se registró en la madrugada del 23 de septiembre en El Boliche, un sector del mercado público de la ciudad. A las 4.30 de la mañana, Nicolás Manuel Medrano Martínez, de 47 años, ingresó al Hospital General de Barranquilla. La Policía Metropolitana lo señala de ser el fabricante y distribuidor del licor ilegal. Esta bebida suele venderse en botellas plásticas sin etiqueta, con un precio que oscila entre los 2.000 y 10.000 pesos (unos 2,6 dólares). La intoxicación de Medrano era de tal calibre que el hombre murió solo una hora después.

El caso tiene en alerta a las autoridades de la ciudad. La Fiscalía tiene abiertas investigaciones por cada fallecimiento. El comandante de la Policía metropolitana, general Edwin Urrego, dijo a Caracol Radio que realizaron allanamientos en los barrios Rebolo y Las Nieves, en el empobrecido suroriente de la ciudad, y encontraron “284 botellas de licor, en su mayoría vacías”, además de “estampillas, tapas, dosificadores e incluso recipientes con licor, al parecer, adulterado”. El lugar intervenido en Rebolo “no era un establecimiento abierto al público, sino uno informal y de habitación que tenía un doble uso [no autorizado]”, agregó.

Desde la muerte de Medrano se han ido sumando, a cuentagotas, otros casos de personas que llegan, intoxicadas, a diferentes centros sanitarios de la ciudad. Todos presentaban síntomas similares, como dificultades respiratorias, mareos, dolor abdominal y alteración del estado de conciencia. Un testigo dijo al diario local El Heraldo que algunos llegaban “doblados” del dolor. Según un comunicado oficial del Distrito, “cuatro personas murieron tras ingresar a la red pública hospitalaria MiRed IPS”, mientras que “ocho más permanecen hospitalizadas, algunas en medicina crítica, bajo seguimiento permanente”. Las personas fallecidas en los centros de salud, además de Medrano Martínez, son Helmot Enrique Escolar Sotomayor, José Felipe Crespo Ortiz y Emérito Alberto Miranda Ospino.

En el mismo comunicado, las autoridades anunciaron acompañamiento a los familiares de las víctimas y auxilios funerarios para garantizar su sepultura. Asimismo, confirmaron el hallazgo de cinco cuerpos en distintos sectores, “cuyas causas de muerte aún deben ser determinadas por Medicina Legal”, pero que serían debidas a la misma ingesta de alcohol adulterado. Tres no han sido identificados aún, mientras se sabe que los restantes son Ever Miranda Orozco, de 55 años, y Víctor Antonio Vargas Hernández, de 65. La cifra de víctimas mortales se ha elevado a 11 este jueves, tras confirmarse en la noche del miércoles el deceso de dos hombres que permanecían hospitalizados.

Ante la escalada de casos, las autoridades instalaron este jueves una mesa de trabajo interinstitucional con participación de la Alcaldía, la Fiscalía, la Policía, la Personería y la Defensoría del Pueblo para coordinar el seguimiento del caso. Juan Montero, un testigo, relató a El Heraldo que vio a algunos conocidos en estado delicado de salud. “Ellos estuvieron tomando, pero como que se pasaron de ‘piña’ y se intoxicaron. Aquí había tres personas: el señor Nico [Medrano], el ‘chinito’ y otro que iba en bicicleta”, comentó. Sobre Medrano, aseguró que ya se le veía en mal estado: “Se hinchaba. Le decían que fuera al médico, pero él decía que se curaba solo”.

La Secretaría Distrital de Salud confirmó que se tomaron muestras toxicológicas para determinar la sustancia ingerida. Los resultados están en proceso, pero todo apunta a que se trata de metanol. La titular de la dependencia, Stephanie Araujo Blanco, explicó que los pacientes están bajo observación, algunos en unidad de cuidados intensivos, y que se activó una alerta hospitalaria.

En Colombia, el mercado del alcohol de contrabando o adulterado es una amenaza persistente. Entre enero de 2019 y noviembre de 2024, la Policía Nacional incautó más de 560.000 botellas ilegales, principalmente de ñeque o chirrinchi (194.368), aguardiente (162.871) y ron (44.237). Las cifras incluyen bebidas adulteradas, de contrabando y falsificaciones, según el experto en seguridad ciudadana Andrés Nieto. Solo en noviembre de 2024, se decomisaron 1.445 botellas en Bogotá y más de 1.000 en Barranquilla, en operativos que se repiten cada año. Este año, en Cundinamarca, y hasta mayo de 2025, se incautaron 14.641 unidades de licor ilegal en 54 operativos, resultando en 52 establecimientos sellados.

El problema no es nuevo en la llamada Puerta de oro de Colombia, la cuarta ciudad del país en población. En 1989, una intoxicación masiva por alcohol dejó 21 muertos y 10 sobrevivientes con secuelas graves. En 2004, durante el Día de la Madre, murieron 12 personas tras consumir “cococho” que los vendedores habían ofrecido a un valor inusualmente bajo. En ambas ocasiones, el epicentro fue el mercado público del centro de la ciudad.

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