Venezuela roza el millón de barriles de petróleo diarios
El país aumenta un 17% su producción en 2024. Los acuerdos de Maduro con el Gobierno de Trump abren las puertas a la renovación a la licencia de Chevron
La producción petrolera de Venezuela, el país con las mayores reservas probadas del mundo, finalmente ha llegado a la cota del millón de barriles diarios, de acuerdo con cifras ofrecidas por la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP). El precio del barril rond...
La producción petrolera de Venezuela, el país con las mayores reservas probadas del mundo, finalmente ha llegado a la cota del millón de barriles diarios, de acuerdo con cifras ofrecidas por la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP). El precio del barril ronda los 69 dólares. Se trata de un objetivo exiguo para la capacidad del país, pero significativo para el chavismo, después del derrumbe productivo del periodo entre 2014 y 2020. La cifra más baja fue de 300.000 diarios.
Este ritmo de producción se concreta más dos años después de que el propio Maduro hiciera el anuncio formal de que estaba a punto de alcanzar esa cifra, en una transmisión televisada en la cual estaba presente su entonces ministro de Petróleo, Tarek El Aissami. Se han tardado 14 meses en ver cumplir ese deseo. El Aissami es el cuarto alto ejecutivo de Petróleos de Venezuela (PDVSA) preso por corrupción en los años del chavismo. Pasó de ser una de las personas más poderosas del chavismo a prisión, donde se encuentra ahora mismo.
En el mes diciembre, el país llegó a un promedio de 998.000 barriles diarios. La producción nacional de petróleo ha ido experimentando un lento y trabajoso proceso de recuperación, expresado en un crecimiento de unos 250.000 barriles de petróleo en dos años. En 2024 hubo un incremento del 17%, y un aumento de 5% en el último trimestre del año respecto al anterior. Otras fuentes secundarias vinculadas al negocio petrolero afirman que la producción sigue anclada en los 892.000 barriles por día.
Fuentes consultadas que han preferido no identificarse consideran probable que, si no hay decisiones radicales en Washington respecto a Caracas en materia de sanciones, la producción se mantenga oscilando en el millón de barriles a lo largo de este año. Durante el mandato de Nicolás Maduro, Venezuela tocó fondo con los 300.000 barriles diarios. En ese 2016, en pleno incendio hiperinflacionario se vivió una caótica debacle administrativa causada por la corrupción, la ausencia de mantenimiento, los efectos del prolongado anclaje cambiario y las sanciones internacionales al país. El promedio histórico de la producción petrolera venezolana era de tres millones de barriles diarios, todos a cargo de la estatal PDVSA.
“Los informes de la OPEP siempre presentan cifras algo dispares. Hay países interesados en hacer aparecer alta su producción, como es el caso del nuestro, y otros que la presentan más baja de lo que en realidad producen, porque están vendiendo más petróleo del acordado en la cuota de la OPEP (algo que Venezuela hacía frecuencia) ”, afirma un analista del mercado que ha preferido mantener su nombre en la reserva.
Mientras esto sucede, son muchas las fuentes que dan por descontada la renovación de la licencia a la multinacional estadounidense Chevron, responsable del 25% de la producción nacional actual, en el contexto de los acuerdos de Donald Trump con Nicolás Maduro en materia migratoria. Chevron tiene especial interés en seguir en Venezuela, en parte para cobrar sus deudas con el Estado. Tal parece que, de momento, en la Casa Blanca no ha tomado cuerpo la tesis de “máxima presión”, que defiende el liderazgo de la oposición actual para ayudar a gestionar una transición a la democracia en el país.
En el aumento de la producción petrolera venezolana actual intervienen como factores algunas mejoras parciales en la situación interna de PDVSA, que permitió mejorar los ingresos propios (especialmente bajo la administración de Pedro Tellechea); la participación del capital nacional; y el alivio de las sanciones estadounidenses al país a través de la emisión de algunas licencias especiales de operación a productoras y contratistas.
El Gobierno de Maduro abandonó el tradicional discurso nacionalista y hostil de los tiempos de Hugo Chávez, para darle paso a un proceder amable con los capitales internacionales, buscando desesperadamente inversiones adicionales. Algunas decisiones tomadas contravenían la legislación energética que el propio PSUV, el partido de Chávez, hizo aprobar en la Asamblea Nacional en tiempos de altos ingresos.
“El aumento de la producción petrolera me parece algo previsible”, afirma el economista y académico Francisco Rodríguez, profesor de la Universidad de Denver. “Siempre he dicho que, incluso bajo sanciones, Venezuela puede seguir una dinámica parecida a la de la Revolución Islámica en Irán: luego del impacto inicial, hay un ajuste con el tiempo y se abren negocios con otros socios”.
“La política de sanciones del Gobierno de Trump está siendo significativamente más relajada que la de Joe Biden”, sostiene Rodríguez. “Ese cambio, creo, ha llegado para quedarse y ayudará a la recuperación de la producción de petróleo. Pienso que en Washington están pensando en el tema migratorio: asegurar la cooperación de Maduro en la repatriación de venezolanos y tratar de contener las condiciones económicas del país para bajar la presión migratoria”.
Una política de endurecimiento de sanciones en materia energética a Venezuela tendría graves consecuencias económicas en un entorno de por sí precario. En las últimas semanas, el bolívar, la moneda nacional, ha perdido más del doble de su valor respecto al dólar hace un año. La circunstancia ha tenido un impacto muy evidente en el aumento de los precios a comienzos de 2025 en el país con el ingreso más bajo de toda Latinoamérica.
Mientras, el Gobierno chavista sigue buscando espacios para nuevos socios y nuevas operaciones en los campos petroleros, Procura mejorar su panorámica en un escenario óptimo en materia de precios, con la cesta nacional promediando cerca de 70 dólares el barril. La vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, ha visitado un par de veces la India en las últimas semanas, buscando concretar acuerdos con compañías que tienen tiempo queriendo ampliar sus inversiones en el país.