La Fiscalía de Perú presenta una denuncia constitucional contra Dina Boluarte por el ‘Rolexgate’
La presidenta está acusada de violar la Constitución por favorecer la gestión del gobernador regional de Ayacucho a cambio de relojes lujosos, aretes de oro y una pulsera de alta gama
Las múltiples contradicciones de la presidenta Dina Boluarte acerca de su colección de relojes de alta gama y joyas no declaradas han dado pie al revés más significativo desde que se destapó el caso a mediados de marzo. Este lunes, el fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena, ha formalizado una denuncia constitucional en contra de Boluarte por el presunto delito de cohecho pasivo impropio en agravio del Estado.
Según el documento fiscal, la suc...
Las múltiples contradicciones de la presidenta Dina Boluarte acerca de su colección de relojes de alta gama y joyas no declaradas han dado pie al revés más significativo desde que se destapó el caso a mediados de marzo. Este lunes, el fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena, ha formalizado una denuncia constitucional en contra de Boluarte por el presunto delito de cohecho pasivo impropio en agravio del Estado.
Según el documento fiscal, la sucesora de Pedro Castillo recibió tres Rolex, aretes de oro y una pulsera Bangle de 94 brillantes a cambio de emitir una serie de decretos que beneficiaron al gobierno regional de Ayacucho, encabezado por Wilfredo Oscorima, a través del aumento de partidas presupuestales. Alrededor de ocho peticiones para otorgar un presupuesto adicional fueron admitidas por el Ejecutivo mediante seis decretos supremos y dos decretos de urgencia.
Como se recuerda, en un inicio Boluarte dejó entrever que los Rolex eran de “antaño” y que todas sus posesiones eran “fruto de su esfuerzo”. Sin embargo, tras el destape del podcast La Encerrona, la mandataria alegó que habían sido un préstamo de Oscorima, a quien consideraba un amigo cercano. Y que su pecado había sido aceptarlos y querer representar al Perú de la mejor manera. En una conferencia de prensa, Boluarte intentó hacerle creer a la opinión pública que sus pendientes y anillos en realidad eran imitaciones.
“¿Dijeron que usaba Cartier? Esta es la pulsera bisutería fina y la uso en forma pública y transparente. Hablaron también de un juego de collar y unos pendientes con perlas cultivadas de 70.000 dólares. Totalmente falso. Estos pendientes y este collar son de marca Unique. Lo tengo desde hace ocho años”, dijo en la primera semana de abril.
Desde entonces, la presidenta Boluarte se mantuvo distante sin declarar a la prensa. A ello se abona que le sobrevino una catarata de acusaciones que no ha respondido con claridad, como la investigación del semanario Hildebrandt en sus Trece que indica que se ausentó durante dos semanas a mediados de 2023 para realizarse una serie de cirugías estéticas.
El último escándalo fue la detención de su hermano Nicanor Boluarte y su abogado Mateo Castañeda, ambos acusados de tráfico de influencias. Castañeda es sindicado de haber intentado sobornar a dos altos mandos de la Policía. A Harvey Colchado, quien tenía a su cargo el comando que prestaba apoyo al Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción y que fue suspendido en el día de su cumpleaños por escenificar el allanamiento a la casa de la presidenta, Mateo Castañeda le habría prometido mantenerlo en el cargo a cambio de información valiosa que pudiese desestabilizar al fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena.
Ha sido precisamente Villena quien ha presentado la denuncia constitucional en contra de la presidenta. Un detalle adicional es que la semana pasada, la Junta Nacional de Justicia removió definitivamente de su cargo a la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides, por haber interferido en las investigaciones a su hermana Enma, también jueza, acusada de haber liberado a 41 procesados por narcotráfico. El Rolexgate parece ser el muro más sólido contra el que se enfrenta una jefa de Estado cuya aprobación ha caído hasta el 5%.
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