El pádel, el nuevo deporte de moda en Colombia
Una suerte de tenis ha tomado fuerza gracias a que se aprende rápido, requiere espacios más pequeños, crea comunidad y es promovido por tenistas famosos
El pádel está de moda en Colombia y su futuro promete. O, por lo menos, así se desprende de las cifras que muestran su crecimiento y de las palabras de sus jugadores llenas de gusto y pasión.
Juan Camilo Morales Solórzano, quien formó parte la selección Colombia de squash y estuvo en el top tres de este deporte en la categoría junior del país, ahora se concentra en otro deporte similar: juega al pádel tres veces por semana. “No sé por qué, pero uno empieza a jugar pádel y no...
El pádel está de moda en Colombia y su futuro promete. O, por lo menos, así se desprende de las cifras que muestran su crecimiento y de las palabras de sus jugadores llenas de gusto y pasión.
Juan Camilo Morales Solórzano, quien formó parte la selección Colombia de squash y estuvo en el top tres de este deporte en la categoría junior del país, ahora se concentra en otro deporte similar: juega al pádel tres veces por semana. “No sé por qué, pero uno empieza a jugar pádel y no quiere parar. En cualquier tiempo que tengo libre me voy a jugar, no entiendo por qué es tan ‘engomoso’, pero me encanta. Mi novia me dice que es como una adicción”, explica.
Y es que el pádel es un deporte parecido al squash o al tenis, el tradicional rey de los deportes de raqueta. El pádel se juega en una cancha más pequeña y siempre en parejas, con dos campos separados por una malla. En lugar de una raqueta de cuerdas, utiliza una pala, y usa pelotas despresurizadas, que rebotan más lentamente que las del tenis, lo que lleva a peloteos más largos. Además, las paredes y los vidrios de la cancha también entran en el juego, una característica muy parecida al squash.
Con todo ello, Morales se atreve a lanzar una hipótesis del porqué de esta fascinación: la curva de aprendizaje es muy rápida. Después de jugar unas pocas veces, el novato ya ve resultados. Andrés Olarte, cofundador y director deportivo de Pádel Point Club, el segundo club de este deporte que se creó en Bogotá, apoya esa teoría. Explica que requiere menos técnica que el tenis, el más famoso de los deportes de raqueta, y que las canchas con vidrios o paredes hacen que el juego sea más dinámico. “Además, que el saque sea por debajo, a diferencia del tenis que se saca por arriba, genera mayor facilidad para el juego”, apunta.
Por otro lado, al involucrar a cuatro personas por juego, genera una relación de grupo importante, que se suma a sus atractivos. Así lo explica Fabiola Zuluaga, extenista profesional, quien juega pádel por lo menos una vez a la semana: “La parte social es muy agradable, hay más facilidad para hablar entre quienes se está jugando. Esta comunidad ha ido creciendo. He ido conociendo gente, ya tengo varios combos en los que juego en diferentes sitios, a veces llegamos hasta 16 personas y vamos intercambiando parejas”.
El vínculo del pádel con el tenis y el squash, y su posibilidad de desplazarlos, es innegable. Daniel Herrera, por ejemplo, tiene 24 años y hace un año juega pádel, una vez por semana o cada quince días. De niño jugó tenis, luego squash. Para él, parte del encanto de pádel es la novedad, además de que impulsa el trabajo en equipo y es vistoso.
Quienes vienen de esos otros deportes ven ventajas. Morales afirma que el manejo de las paredes que aprendió en el squash le facilita jugar pádel. Zuluaga explica que pasarse del tenis es “relativamente fácil. Es muchísimo más llevadero el tema, la cancha es más pequeña, sientes un poco más la pelota. Hacer un rally, pasarse ocho o diez pelotas, es más fácil”.
Olarte es tenista, conoció el pádel cuando vivió en Argentina y fundó su club porque veía que el deporte iba a crecer, y hasta el momento el negocio ha sido rentable para él, que también ha sido presa del encanto del pádel. “Estoy volviendo a jugar a veces tenis, pero me he dedicado mucho más al pádel, es espectacular, el deporte es muy rico. Está creciendo mucho, hay muchas cosas por hacer por el lado deportivo, el deporte se está profesionalizando cada vez más, todavía no es un deporte olímpico, pero debe llegar a eso prontamente y es el deporte con mayor crecimiento actualmente en el mundo”.
En cuanto a las cifras, basta citar que, en Bogotá y según Olarte, durante los últimos dos años se han creado entre 25 y 30 clubes. En Medellín, dice el empresario, las canchas son tan solicitadas que en algunos horarios es imposible encontrar alguna para jugar. De acuerdo con Comando Constructores, empresa que construye canchas de pádel en el país, a junio de este año Colombia sumaba 291 campos en 81. La pionera, según esta firma, la construyó en Bogotá la caja de compensación Compensar en 2015, pero el estallido es más reciente: el 90% de las canchas fueron construidas entre 2022 y 2024. La constructora retoma datos de EasyCancha, una aplicación de reservas en línea, para señalar que en 2023 se realizaron 160.000 reservas para jugar este deporte, un crecimiento de 870% en comparación con el año anterior. La empresa de construcción afirma que Deloitte pronostica 85.000 canchas en el mundo en 2026, frente a las 40.000 actuales.
Las raíces
El pádel empezó en 1969 en México, en los años 80 tomó mucha fuerza en Argentina y hacia el 2000 el turno fue de España. En estos dos países, donde se ha vuelto muy famoso, se están formando muchos de los entrenadores que están llegando a Colombia para dictar clases. Morales cuenta que él empezó a jugar pádel porque su primo mexicano lo conocía. Olarte, el cofundador y director deportivo de Pádel Point Club, explica que en el país el deporte creció primero en Medellín, Cali y Pereira, donde los tenistas Alejandro Falla, Robert Farah y Juan Sebastián Cabal lo promueven, o tienen canchas y dan clases. Actualmente también hay canchas en Barranquilla, Bucaramanga y Cartagena.
Colombia aún no tiene una federación nacional, afiliada a la Federación Internacional de Pádel, pero está en el proceso de crearla para competir oficialmente a nivel internacional. Según Morales, tener una federación también facilitaría que el deporte se empezara a promocionar entre los niños pues, cuenta, la edad promedio de los jugadores está entre 30 y 50 años.
Por ahora, hay campeonatos en los clubes, algunos ya con patrocinio, y premios que pueden llegar a los 10 millones de pesos (2.500 dólares). Coordinadora Mercantil tiene ya el Coordinadora Pádel Tour, en una estrategia temprana para un juego que es patrocinado internacionalmente por marcas como Red Bull.
En cuanto a los costos, no es un juego económico. Una pala nueva puede llegar a costar 1.200.000 pesos (unos 300 dólares) y una de segunda se puede conseguir en unos 700.000 pesos (alrededor de 175 dólares), o se puede alquilar una por 10.000 pesos (2,5 dólares). El alquiler de una cancha puede estar alrededor de unos 200.000 pesos (50 dólares) por una hora y media, para los cuatro jugadores. Existen clubes que permanecen abiertos hasta la medianoche, y en las horas valle el alquiler de la cancha puede bajar a 30.000 o 50.000 pesos. Algunos, como Daniel Herrera, lo aprovechan. El joven juega en un lugar cercano a su casa que está abierto 24 horas y cuenta que ha ido a las doce de la noche o a la una de la mañana para pagar menos.