Juan Daniel Oviedo: “No estoy buscando el aval político de Álvaro Uribe, ni de nadie. Yo vivo de mi reputación”
El candidato a la alcaldía de Bogotá dice que hará la primera línea elevada del metro, propone una ciudad que funcione 24 horas para reducir la pobreza y cree en la reconciliación de los jóvenes con la policía como un primer paso para mejorar la seguridad
Juan Daniel Oviedo (Bogotá, 46 años) es uno de los tres candidatos con más probabilidades de ganar la alcaldía de Bogotá, junto a Carlos Fernando Galán y a Gustavo Bolívar, según las últimas encuestas. Oviedo, un académico que obtuvo reconocimiento por su labor rigurosa en la dirección del Departamento Administ...
Juan Daniel Oviedo (Bogotá, 46 años) es uno de los tres candidatos con más probabilidades de ganar la alcaldía de Bogotá, junto a Carlos Fernando Galán y a Gustavo Bolívar, según las últimas encuestas. Oviedo, un académico que obtuvo reconocimiento por su labor rigurosa en la dirección del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) durante el Gobierno de Iván Duque, postuló su nombre a la alcaldía después de recolectar más de 200.000 firmas por un grupo independiente llamado Con toda por Bogotá. “Si soy elegido, la primera línea del metro elevado va”, dice en entrevista con EL PAÍS.
Desde su oficina en el piso 11 de un edificio del centro de Bogotá, recuerda su pasado profesional. Estudió economía en la Universidad del Rosario, hizo cursos de teoría de juegos en España y es doctor en economía por la Universidad de Touluse, en Francia. Trabajó en el Departamento Nacional de Planeación, en el Ministerio de Comunicaciones, y en la Universidad del Rosario como profesor de planta y encargado de la restructuración académica que llevó a la universidad a los rankings internacionales. Aunque siempre ha estado trabajando al lado de la política uribista María del Rosario Guerra dice que su candidatura no es la del Centro Democrático. “No estoy buscando el aval político de Álvaro Uribe, ni de nadie. Yo vivo de mi reputación”.
Pregunta. ¿Cuál es a su juicio el principal problema de Bogotá?
Respuesta. Creo que hay un empate técnico entre la inseguridad y la mala recolección de las basuras, que están muy relacionados. Ver la ciudad sucia hace que la gente se sienta más insegura. Las personas se preguntan, ‘¿quién cuida esto si todo está muy sucio?’ Pero el tema más grave es la inseguridad. Es el más importante para la gente del común.
P. ¿Qué propone para solucionarlo?
R. La gente tiene que entender que para mejorar la seguridad hay que recuperar la autoridad. No es gritar, hablar duro, ni tomar medidas extremistas como las cárceles de Bukele. Es la autoridad que se gana con prestigio, con calidad y con competencia. Hay que lograr que la gente se sienta defendida, segura, protegida.
P. ¿En concreto?
R. Vamos a hacer un plan de choque de 100 días en cinco localidades: Bosa, Kennedy, Ciudad Bolívar, Suba y Engativá. Allí se concentra entre el 50% y el 60% de la criminalidad de Bogotá. Vamos a estar 24 horas al día, siete días a la semana. Usaremos inteligencia artificial y tecnología para resolver el tema del robo de celulares, por ejemplo. Además, vamos a convertir a Transmilenio en una zona segura, con presencia policial en el transporte público.
P. Usted ha hablado de la reconciliación como una estrategia para la seguridad, ¿en qué consiste?
R. Sí, un elemento clave es la reconciliación. Los jóvenes de Bogotá y la Policía se tienen que reconciliar. Hay que pasar la página del pasado, sin olvidar los errores. Hay que condenar el abuso policial, pero los jóvenes deben reconocer que el futuro de Bogotá requiere de la Policía como institución.
P. ¿Por qué?
R. Porque en Bogotá está pasando algo muy preocupante que descubrimos con las cifras del DANE: el 54% de la gente en la ciudad cree que es viable hacer justicia por mano propia, sin la mediación de las autoridades. Permitir eso sería un retraso muy peligroso para la sociedad. Tenemos que recuperar la autoridad a partir de la integralidad. Mostrarle al ciudadano que lo defendemos, que la ciudad está limpia, que está bien iluminada, para que la gente comience a sentirse segura.
P. Ahora que habla de justicia por mano propia, ¿para usted qué es más grave: un robo o el linchamiento al ladrón?
R. Uff, me siento en clase de ética (risas). Creo que el robo se corrige con legitimidad y con efectividad. Existe entonces la posibilidad de que no vuelva a suceder si se captura al delincuente y se elimina la banda criminal a la que pertenece. Pero esos linchamientos son un retroceso muy grande en la evolución como sociedad. Consideraría más grave el linchamiento.
P. Usted ha dicho en muchas entrevistas que no tiene partido político, que es técnico y que no tiene ideología...
R. No, no. Yo no tengo partido, pero sí tengo ideología. Como persona, me ubico en el 6 en la escala de 1 a 10.
P. ¿Como así?
R. En la escala de como se mide la ideología política 1, 2 y 3 son de izquierda, y 10, 9, y 8 son de derecha. En el centro quedan 4, 5, 6, y 7. Yo soy 6, es decir, centro-derecha. Pero ojo, ese soy yo, Juan Daniel Oviedo, no el movimiento del que hago parte. Con toda por Bogotá es un movimiento significativo de ciudadanos que quiere ser independiente, no tiene ningún partido político detrás. Mi ideología no tiene por qué contaminar el proceso.
P. Casi toda su vida profesional ha trabajado con María del Rosario Guerra, una de las políticas más cercanas al expresidente Álvaro Uribe, ¿usted es el candidato de Uribe, del Centro Democrático?
R. Él aún no ha dicho nada. Si él aprecia mi trabajo, yo no puedo prohibirle que me apoye. Lo que pasa es que yo no estoy buscando el aval político de Álvaro Uribe, ni de nadie. Yo vivo de mi reputación. Estuve en la calle cinco meses y recogí 200.000 firmas. Entonces no voy a defraudar a la gente que confió en mí y decir que ahora soy de un partido político, ni del Centro Democrático, ni del Partido Verde.
P. Usted ha dicho que va a construir sobre lo construido. ¿Continuará con la primera línea del metro como la propone la alcaldesa Claudia López?
R. En el caso de la primera línea del metro, sí. Hay un marco institucional muy fuerte alrededor de esas decisiones. Esa primera línea elevada es el resultado de un proceso que se llama la cofinanciación de sistemas de transporte masivo de pasajeros entre la Nación y los entes territoriales, que tiene reglas de juego de carácter financiero, técnico, ambiental, arquitectónico, urbanístico y jurídico. Eso hay que respetarlo. Yo soy institucionalista, eso fue lo que me refrendó el movimiento cívico de ciudadanos. Si soy elegido, la primera línea del metro elevado va. Ahora hay que hacer las obras para garantizar su integración con los demás sistemas de transporte: Transmilenio, SITP, bicicletas. Y lo más importante: hacer renovación urbana a lo largo de esa primera línea con planes de recuperación de las zonas deprimidas. Yo no entiendo por qué somos tan fracasistas de decir que por tener un metro elevado las partes de abajo se van a volver orinales. Eso no va a pasar.
P. ¿Y también seguirá con el proyecto de Transmilenio por la séptima?
R. Ese proyecto sí es competencia plena de la administración distrital. Yo no estoy de acuerdo con todo lo que se ha planteado, pero creo que la séptima sí necesita una solución de movilidad masiva. El corredor verde que plantea la alcaldesa responde a que económicamente la ciudad se mueve de sur a norte y de norte a sur, y no de oriente occidente, como debería ser. Así que hay que construirlo porque en el nororiente de Bogotá viven más de 300.000 personas que están atascadas por los problemas de movilidad de la séptima. En resumen, lo construiría, pero le haría cambios.
P. ¿Cuáles?
R. Propondría, por ejemplo, que para recuperar espacio se mande por la octava la ciclorruta que hoy va por la séptima entre las calles 76 y 100. Además, reduciría el ancho del andén. De todas maneras, si Claudia López lo deja contratado, tendríamos que hacerlo como ella lo diga.
P. En el DANE usted publicó cifras de pobreza y de inseguridad alimentaria que muestran que la situación en Bogotá es difícil. ¿Qué piensa hacer para reducir esos índices?
R. Bogotá tiene un sistema de protección social muy robusto y eso hay que reconocérselo a la alcaldesa Claudia López. Tiene un buen sistema de asignación de ayudas sociales, pero necesita mejoras de focalización. Hay unos subsidios que están siendo inefectivos. Hay que eliminar esos y mejorar los que sí sirven. Pero Bogotá no va a resolver la herencia de pobreza que recibió de la pandemia a punta de subsidios. Necesitamos una nueva dinámica económica.
P. ¿Cuál?
R. Si queremos resolver el tema de pobreza necesitamos que la ciudad crezca económicamente. Nuestro compromiso es generar 285.000 nuevos puestos de trabajo en unos siete sectores estratégicos: la biotecnología, las ciencias de la vida, las industrias artísticas y creativas, la cultura, los servicios administrativos especializados, las plataformas colaborativas y la infraestructura. Necesitamos, además, que Bogotá funcione 24 horas para reducir la pobreza.
P. ¿Cómo es ese sueño de Bogotá 24 horas?
R. ¿Qué tal que si mientras unos duermen otros hacen cosas? La idea es que cuando se levanten unas personas, otras se vayan a acostar. La esencia de la idea es que quepamos mejor en la ciudad moviendo unas tareas a la noche. No es solo poder salir de rumba o ir a restaurantes hasta el otro días. No, es hacer cosas en la noche para que en el día haya más espacio.
P. ¿Qué cosas?
R. Operaciones de carga y descarga, por ejemplo. Hace unos días, estuve de trabajo en París y conocí el modelo de operación logística. Antes de las 7 de la mañana, París es otra ciudad. Solo ves carros blancos, furgones, camiones. Todos los supermercados y los almacenes se abastecen a esas horas. Si lo hacen a las 10 de la mañana las avenidas colapsan. Acá pasa lo mismo y podríamos intentar esa opción. También queremos facilitar la prestación de servicios internacionales, que la gente que trabaja de noche se pueda mover con rutas de transporte público seguras. También un sistema distrital de cuidado que funcione 24 horas al día y las mujeres puedan dejar a sus hijos en una guardería nocturna con tranquilidad. Claro que habrá componentes de turismo, gastronomía, cultura, pero lo esencial es que quepamos mejor.
P. ¿Si usted no fuera candidato por cuál de sus contrincantes votaría?
R. ¿Tengo que responder esa pregunta...? Por Carlos Fernando Galán, él tiene un discurso parecido al nuestro en seguridad y movilidad.
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