Bogotá dirá adiós al viejo El Campín para inaugurar un moderno estadio y un complejo cultural y de ocio en los alrededores
Un proyecto público-privado financiará la construcción de un campo con techo retráctil y la nueva sede de la Orquesta Filarmónica de Bogotá. La enorme obra supone convertir un espacio poco transitable en uno de los lugares más atractivos de la ciudad
Bogotá va a sufrir una transformación radical en uno de sus puntos neurálgicos. Un proyecto público-privado planea construir en El Campín y sus alrededores, en el barrio de Teusaquillo, un nuevo estadio de fútbol con techo retráctil y un complejo cultural y de ocio que incluirá un auditorio para 2.500 personas, sede de la prestigiosa Orquesta Filarmónica de Bogotá. El espacio, en el que habrá restaurantes, tiendas y espacios deportivos, albergará también el Museo del Deporte Colombiano y tendrá en su interior los vestuarios exclusivos de Santa Fe y Millonarios, los dos equipos que juegan en este campo. La obra tendrá lugar en una zona deprimida, percibida ahora mismo como insegura por los ciudadanos.
El estadio de El Campín fue construido hace 75 años en unos terrenos que donó a la ciudad una familia influyente de la época, los Camacho. De ahí que el complejo lleve como primer nombre el de uno de sus miembros, Nemesio Camacho. En este tiempo el campo ha sido remodelado hasta en cinco ocasiones, con modificaciones de calado. Pero ninguna de una forma tan radical como esta. Supone convertir un espacio poco transitable en uno de los lugares más atractivos de la ciudad. Su modelo es la transformación que ha hecho el Real Madrid con el Santiago Bernabéu y sus alrededores.
La obra abarcará 167.000 metros cuadrados en pleno corazón de Bogotá. Se hará mediante una APP, una asociación público-privada. Los terrenos son de titularidad pública y toda la inversión, privada. Según el contrato, los adjudicatarios tendrán 29 años para recuperar la inversión. El monto inicial para cubrir los costos de los estudios técnicos y legales previos ha sido de dos millones de dólares. El proyecto, que arrancó hace cinco años, se encuentra en un proceso de validación, en el que un tercero, una empresa independiente, tiene que constatar su viabilidad. Después de eso saldrá a adjudicación.
La Alcaldía espera ponerlo en marcha antes de que acabe este mandato. “Sin duda, es uno de los proyectos más grandes de Colombia”, explica Blanca Durán, directora del Instituto distrital de Recreación y Deportes de Bogotá, que define como “impresionante” este proceso de urbanismo. “Va a generar mucho valor agregado a la ciudad. Se trata de un proyecto de renovación urbana total”, continúa.
El estadio de El Campín se ha quedado obsoleto y no cumple ninguna norma técnica. Se construirá desde cero. Pero se hará por etapas para que la competición siga su curso y el fútbol no tenga que parar. Durante los 55 meses que durarán las obras se trabajará primero la gradería oriental, para pasar después a la sur y la norte. Por último, la occidental. Se levantará un estadio de última generación con muchas ventajas con las que no cuenta hoy. Las gradas estarán muy cerca del césped, al modo europeo, y será un lugar 100% cubierto, con techo retráctil. Las sillas serán de confort y habrá más de 240 palcos disponibles alrededor del campo. Se encargará de la construcción la multinacional Lanik, una empresa con más de 40 años de experiencia en el diseño y la fabricación de cubiertas en grandes edificios e infraestructuras. Dentro de su portafolio se encuentran obras tan extraordinarias como las de la Caja Mágica de Madrid o el impresionante estadio Dínamo de Moscú.
Los principales socios del proyecto se han aglutinado bajo el nombre de Complejo Cultural y Deportivo El Campín. Ahí están las empresas Concéntrica, Prociviles, Quebuenacompra, Sintonizar, 911, Lealtis y B2Media, entre otras. El producto que han desarrollado se llama Sencia. El director de la operación, Edgar Cardona, sostiene que se trata de una transformación total de un espacio ahora mismo infrautilizado a través del arte, la cultura y el deporte. “Necesitamos que todos los ciudadanos se puedan empoderar de su ciudad y disfrutarla”, explica Cardona. En este momento, miles de personas pasan a diario alrededor del estadio de El Campín, pero ninguna tiene motivos para quedarse. Se trata de convertirlo en un punto de encuentro fundamental de la ciudad.
Uno de los grande atractivos de Sencia es la inclusión en su interior de un auditorio para la Orquesta Filarmónica de Bogotá, una de las más premiadas y reconocidas de América Latina. El espacio del auditorio, que contará con la tecnología acústica más vanguardista, dispondrá de alrededor de 22.900 metros cuadrados. “Buscamos que el alma vuele a través de la música y de las expresiones del arte, pues hacen parte fundamental para el desarrollo de las personas. Aquí tendremos el mejor escenario para lograrlo”, se lee en la documentación del proyecto. Las instalaciones tendrán una sala mayor para 2.500 personas, otra alterna para 700, y espacios para artistas, oficinas y camerinos.
También habrá restaurantes de mesa y mantel y zonas de comida rápida para los visitantes que asistan a un concierto, un partido de fútbol o un recital de la filarmónica. “Creemos que la gastronomía de nuestra ciudad hay que volverla turísticamente importante. Nosotros queremos tener esos espacios para que la gente pueda venir a disfrutar de una pepitoria, una marranita, o cualquier otra clase de gastronomía colombiana”, añade Cardona.
Como gran novedad que salta a la vista, albergará el primer gimnasio Egamer de la ciudad. Un espacio para que los amantes de los Esports, los deportes digitales, pueden entrenar y competir con videoconsolas y ordenadores. Además, habrá un hotel con 120 habitaciones para alojar a quienes vengan a los conciertos o a fútbol, y un servicio de atención médica de urgencias de la Cruz Roja. Los artistas y deportistas, explican los desarrolladores, quieren siempre saber a cuánta distancia están de un hotel, el aeropuerto y un puesto de salud. Este lugar tiene las tres cosas muy cerca, por lo que se le considera un espacio Triple A.
“Lo primero que vamos a generar es empleo cuando tengamos que construir el estadio y cada una de las obras. Tendremos que trabajar con muchas empresas que tendrán que dinamizar sus industrias para poder desarrollar lo que es necesario para una infraestructura de calidad”, prosigue el director del proyecto. Se trata, dice, de un hub turístico que regenera un estadio histórico como es El Campín para ponerlo al servicio de Bogotá y sus ciudadanos.
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