Así van las encuestas en el País Vasco

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Los vascos votan en dos semanas, el próximo 21 de abril, y de los sondeos publicados hasta ahora extraigo dos conclusiones, solo en apariencia contradictorias: el Gobierno del PNV parece muy probable, aunque está absolutamente abierta la pregunta de quién será la primera fuerza.

Tomando un promedio de las encuestas recientes, el PNV y EH Bildu aparecen empatados a ...

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Los vascos votan en dos semanas, el próximo 21 de abril, y de los sondeos publicados hasta ahora extraigo dos conclusiones, solo en apariencia contradictorias: el Gobierno del PNV parece muy probable, aunque está absolutamente abierta la pregunta de quién será la primera fuerza.

Tomando un promedio de las encuestas recientes, el PNV y EH Bildu aparecen empatados a 27 o 28 escaños como resultado más probable. Les siguen el PSOE (10-12 asientos), el PP (7-8), Podemos (0-3), Sumar (0-3) y Vox (0-2). Tampoco se ven movimientos de desempate: el PNV está estable alrededor del 35% de los votos y Bildu ronda el 33%. Nuestra proyección, sin embargo, apunta a que EH Bildu tiene más opciones de ganar en escaños.

El duelo por ser primero

Los datos anteriores señalan un matiz importante: aunque el PNV tiene ventaja en votos sobre EH Bildu, en escaños ambas fuerzas están empatadas. La explicación la encontramos, como tantas veces, en el sistema electoral. Los 75 asientos del Parlamento Vasco se reparten entre sus tres provincias —25 en cada una—, pero Bizkaia tiene más población, de manera que los votos allí valen menos: casi la mitad que en Gipuzkoa y cuatro veces menos que en Álava. Y, como en Bizkaia es más fuerte el PNV, esta formación sale penalizada en escaños frente a Bildu.

Entonces, ¿quién será primero? Para estimar las probabilidades he usado uno de nuestros modelos de predicción. Como explico en la metodología más abajo, he tomado los votos del promedio y luego he simulado las elecciones 20.000 veces, introduciendo errores normales en las encuestas. El gráfico siguiente muestra el resultado:

Aunque el PNV parte con dos puntos de ventaja en votos —y será el más votado con una probabilidad del 63%—, solo es primero en escaños el 40% de las veces, frente al 52% de opciones que tiene EH Bildu. Además, una de cada diez veces ambos partidos empatarían.

¿Quién gobernará?

La buena noticia para el PNV es que, con independencia de si queda primero o segundo, los acuerdos políticamente previsibles hacen muy probable que siga encabezando el Gobierno del País Vasco.

En la siguiente tabla resumo las opciones para diferentes escenarios (no excluyentes entre sí):

Por un lado, está casi garantizado que el PNV y EH Bildu sumarán una mayoría posible. Según las simulaciones del modelo, dadas las encuestas actuales, la suma de ambas fuerzas superará los 38 escaños necesarios el 99% de las veces.

Sin embargo, también es casi seguro que el PNV dispondrá de una alternativa diferente al acuerdo nacionalista. Un pacto PNV-PSOE bastará para investir al lehendakari la mitad de las veces, como ya ocurriese en 2020. Y esas opciones se elevan con el apoyo de Sumar.

¿Y si la suma PNV-PSOE no alcanza los 38 escaños? El PNV sigue recibiendo buenas noticias, en este caso por otra característica del sistema electoral. La votación de investidura del lehendakari es simultánea: pueden concurrir varios candidatos al mismo tiempo y, si ninguno se impone con mayoría absoluta, se elige en una segunda votación por mayoría simple: será lehendakari el candidato que logre más síes, sin posibilidad de noes e ignorándose las abstenciones.

Por eso importa otra probabilidad: la frecuencia con la que el PNV y el PSOE suman juntos más escaños que EH Bildu en solitario (lo que les bastaría para ganar la investidura si se abstienen todos los demás). Según mis cálculos, eso pasará con una probabilidad del 95% (es decir, altísima), para beneficio de los primeros. Incluso en un peor caso para el PNV, asumiendo como hipótesis que Podemos y Sumar votan por EH Bildu, los tres partidos todavía serían superados por el PNV y el PSOE el 89% de las veces. Y, en el caso raro de que no fuese así, la llave aún la tendría el PP, que en esencia tendría que escoger entre votar al candidato del PNV o dejar gobernar a uno de EH Bildu.

En esencia, lo que dicen estos cálculos es que el próximo Gobierno del País Vasco no depende tanto de los votos exactos que reciba cada formación como de los pactos que decidan sus líderes.

Metodología. Nuestro cálculo de escaños resulta de un proceso en tres pasos: 1) partimos del voto estimado por un promedio de cuatro encuestas —Sigma Dos, Ikerfel, 40dB., Gizaker—; 2) estimamos el voto en cada provincia a partir de ese promedio, usando como referencia los resultados de cada formación en las elecciones generales de 2023 o en las autonómicas de 2020; 3) incorporamos la incertidumbre de las encuestas teniendo en cuenta su precisión histórica; y 4) simulamos 20.000 elecciones, variando en cada una los votos y repartiendo los escaños según D’Hondt. Se puede leer una versión más detallada de nuestra metodología en la descripción del modelo de las elecciones generales de 2023.

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