5.000 personas acompañaron en su dolor a los padres de los adolescentes muertos en Soria
La Reina y un centenar de psicólogos intentaron en vano consolar a los familiares de las víctimas del siniestro de Golmayo
Uno a uno, los coches fúnebres fueron dejando los féretros en el fondo del campo de fútbol, alineados sobre el césped y cubiertos de flores. Detrás estaban los sacerdotes; en las gradas, el público en silencio. No había llegado aún la Reina cuando se escuchó un grito desgarrador, de mujer. Los ojos de las 5.000 personas que casi llenaban el campo de Los Pajaritos se volvieron al túnel de vestuarios.