Del final de Franco al ‘dj’ Carl Cox: ‘La ruta’ cambia el bakalao por Ibiza para contar dos Españas paralelas
Los cuatro protagonistas de la segunda temporada de la serie de Atresplayer desvelian los retos de su doble trama. El relato salta de los años setenta a los noventa para completar la historia de su protagonista
La serie de Atresplayer La ruta se llevó un buen puñado de premios y alabanzas de la crítica hace un par de temporadas. Ambientada en los años ochenta y noventa y contada marcha atrás (cada capítulo se centraba en lo que ocurría al mismo grupo de personajes un año antes), mostraba los orígenes de La ruta del bakalao como un movimiento cultural lleno de efervescencia y creatividad. La historia “terminaba” (aunque ese momento se emitía en su primer capítulo) con uno de sus personajes, el atormentado Marc Ribó, tomando un vuelo a Ibiza para convertirse en un dj de renombre. Lo que seguía era el origen de las cosas, la reconstrucción de la intensa relación con su hermano adoptivo y con sus amigos.
La inesperada segunda temporada de la serie, La ruta Vol. 2: Ibiza, vuelve a recurrir a un giro narrativo para dar nueva vida a un relato que parecía acabado. Esta vez, sus capítulos transcurren en dos líneas temporales paralelas. Por un lado, continúa la aventura de Marc, ya instalado en su nueva vida y con sus sueños cumplidos justo en el momento en el que Ibiza está a punto de convertirse en la capital del ocio mundial. Por otro, cuenta la historia de sus padres biológicos cuando llegan a esa misma isla 25 años antes, en un momento crucial de sus vidas y de la historia de España. El lugar era un oasis de libertad en el final del franquismo. Esa es la Ibiza que conocen los padres de Marc pocos meses antes de morir en el famoso accidente aéreo del Caravelle de 1972.
El sexto y último capítulo se lanza en la plataforma de Atresmedia el próximo domingo, que plantea un reto interpretativo a Àlex Monner y a Irene Escolar. Cada uno de los cuatro actores encarna a dos personajes distintos (padre e hijo y madre e hija) en una ficción que ahonda en cuestiones como la identidad y las relaciones paterno-filiales.
Àlex Monner: Marc y Manuel
El actor barcelonés de 30 años interpreta a Marc Ribó en los años noventa, un joven con todo un futuro por delante en un lugar a punto de alcanzar su máximo potencial. Pero a pesar de su aparente éxito, algo falla en su vida. Esa sensación de permanente insatisfacción, de estar viviendo una vida prestada, está conectada con su pasado, narrado en la primera temporada de la serie.
Monner también interpreta a Manuel, el padre de Marc, en la trama correspondiente a los años setenta. Se trata de un hombre hijo de su tiempo, pero con iniciativa y ambición suficientes para buscar un futuro mejor. Por eso se compromete a construir un hotel en la efervescente isla en tiempo récord. El actor catalán se enfrentó a una nueva trama, la de la España del desarrollismo tardofranquista, que “tenía un punto menos naturalista que lo que la serie nos tenía acostumbrados”, señala.
“En el caso de Marc, supuso retomar un personaje que ya conocía, que ya había estado construyendo en la primera temporada y con quien me apetecía reencontrarme”, cuenta el actor a EL PAÍS. “La llegada de la trama de los setenta abría las posibilidades a una serie que era totalmente distinta en todos los sentidos”.
“Recuerdo estar grabando escenas como Manuel hablando al Marc de siete años y esos momentos reverberaban en cómo vivía ciertas cosas el Marc que interpreto en los noventa. Es una situación rara y una oportunidad de pocas veces tiene un actor”, celebra Monner. “Marc es un chulo de mierda, pero es lo que más disfruté de interpretarlo”.
Carla Díaz: Vicky
Carla Díaz, madrileña de 27 años, se incorpora a la serie interpretando a Vicky, novia de Marc, en los años noventa. Es una joven que se traslada a Ibiza en busca de una vida más próspera. Cuando conoce al dj, encuentra una vía para lograr sus sueños, pero también a una persona con la que conecta profundamente, al sentirse igual de perdida que él. Y entonces anuncia que está embarazada. “Trabajé el personaje desde ese punto, alguien que ve a Marc como el príncipe azul que ha venido a rescatarla”, comenta la actriz.
Àlex Monner ve a Vicky como la princesa azul del personaje de Marc. “Él es un personaje desencantado, podrido por dentro. Y entonces, llega Vicky con la posibilidad de una nueva vida y le da algo de luz”, comenta el actor.
“Vicky ya era una superviviente nata antes de lo que se ve en la serie, pero el quedarse embarazada le hace serlo el doble, por sí misma y por su hijo”, desvela Díaz. “Muchas veces, te sumas a un proyecto que no sabes cómo va a salir. Pero en el caso de La ruta ya sabía que iba a salir bien, porque era fan de la primera temporada”, explica la actriz.
Irene Escolar: Violeta y Olivia
Si la primera temporada de La ruta se cuenta a través de la música, esta segunda lo hace a través de la arquitectura. Violeta, hija de la contracultura catalana y fan de Janis Joplin, se traslada a Instant City, una ciudad hinchable en Ibiza creada para acoger a los estudiantes del Congreso Internacional de Diseño a la que han acabado llegando hippies de todo el mundo para protestar contra los mastodontes hoteleros que empiezan a conquistar el lugar. Mientras tanto, experimentan con el sexo y las drogas. Cuando conoce a Leo, la madre de Marc, conectan casi de inmediato.
“Me parece bonito que haya una relación de dos mujeres en pantalla que sea tan ambivalente, que haya tanto de seducción y a la vez de curiosidad y a la vez de necesidad. No es tan habitual ver eso”, comenta Irene Escolar (Madrid, 37 años).
Escolar también interpreta a Olivia, la hija de Violeta, en la trama de los años noventa. Sus sensaciones a la hora de abordar dos personajes conectados han sido similares a las de Álex Monner. “Era más complicado de lo normal. Porque en el fondo había que construir dos personajes, pero en una trama trabajaba con una niña que de mayor iba a ser yo. Y la niña tenía una intuición increíble y, cuando la vi trabajar, me di cuenta de que cuando construyera a la Olivia mayor, había cosas de su trabajo que tenían que estar ahí“.
Marina Salas: Leo
Marina Salas, barcelonesa de 37 años, es Leo, la madre de Marc, en los años setenta. Cuando llega a Ibiza para acompañar a su marido, se encuentra con una niña, Olivia, y así es como conoce a su madre, Violeta, cuyas ideas hippies hacen que se replantee su vida. Aunque ambas mujeres parecen antagónicas, en realidad no lo son. “Leo es una mujer que está todo el tiempo cuestionada, por su marido y el resto del mundo. Pero no por Violeta”, cuenta la intérprete de Leo.
“Es muy bonito ver la maternidad desde estos dos puntos de vista y vidas tan diferentes en un mismo contexto. Refleja lo que era ser mujer en ese momento y las posibilidades de lo que realmente podía ver”, dice la actriz. “En esta segunda temporada queda todavía más claro el doble sentido del título de la serie. Los personajes tienen una ruta marcada de la que desean huir”.
Pero la relación de ambas mujeres es recíproca. Y Leo también influye en Violeta. “Hay algo del relato de Violeta que se resquebraja cuando aparece Leo”, avanza Irene Escolar. “Ese cambio en Violeta es muy interesante para luego entender a Olivia”, completa Salas.