Así se hizo el anuncio navideño de Suchard: una estrella de TikTok para redescubrir el ‘jingle’ más tradicional de la televisión
Mafalda Cardenal, icono de la generación Z, protagoniza el ‘spot’, que apela a la emoción colectiva y a la diversidad de celebraciones españolas
La joven estrella de TikTok Mafalda Cardenal y una técnica clásica de animación como el stop-motion son los principales activos del anuncio navideño de Suchard de este año, pensado para que varias generaciones descubran o redescubran uno de los jingles más tradicionales de la televisión.
Más de 40 diminutos personajes, con sus personalidades propias, han cobrado vida en las instalaciones de Pangur, un estudio de animación situado a las afueras de Valencia. El equipo de 26 personas ha trabajado durante meses para completar 2.937 imágenes estáticas, con las que crear los fotogramas necesarios para mostrar los 62 segundos de animación que se incluyen en este spot. “El reto es lograr que en cada imagen solo se mueva lo que nosotros queremos que se mueva”, explica a este diario Vicente Mallols, director de animación de Pangur.
El anuncio comienza con la imagen de acción real de Mafalda Cardenal, una estrella entre la audiencia joven gracias a las redes sociales, reunida con su familia en Navidad. Cuando empieza a tocar el piano, se transforma en un muñeco y su voz, interpretando una nueva versión de la famosa canción de Suchard, sirve de hilo conductor para mostrar una serie de estampas tradicionales que recorren la infinidad de formas de los españoles a la hora de celebrar estas fiestas.
Ese minuto de animación reproduce en un carrusel de imágenes, desde una cena tradicional a un reencuentro en aeropuerto, pasando por el caga tió catalán, el encendido de luces navideñas de Abel Caballero, alcalde de Vigo, y la zambomba de Jerez.
La marca de turrones había apostado por la animación digital, llena de efectos visuales, en sus anteriores anuncios navideños. “Esta vez, más que imágenes generadas por ordenador, lo que necesitaba este anuncio era una técnica que apelara a lo artesanal y a lo retro, que requiera tiempo, mimo y dedicación”, apuntan desde las instalaciones de Pangur los responsables del sello creativo de Ogilvy, que ha concebido una campaña publicitaria producida por Hogarth que apela a “la emoción colectiva y la diversidad de identidades españolas”.
En una de las salas del estudio valenciano, siguen amontonados los tupperwares que contienen las diminutas prendas y accesorios de cada uno de los personajes. Para crear cada prenda de vestir se necesitan hasta tres días de trabajo, explica su costurera, Mercedes Beresaluze. Además de reproducir en miniatura la peculiar textura del abrigo que luce Mafalda Cardenal en el anuncio, el equipo encargado del stop-motion ha tenido que construir los diminutos productos de Suchard con total fidelidad, respetando estrictamente los logotipos y colores corporativos de la marca. Hasta la última luz que aparece de fondo en los diminutos árboles de Navidad ha tenido que fabricarse a medida.
Son retos y (acelerados) tiempos de trabajo que el estudio no había experimentado hasta ahora, confiesa Leticia Montalvá, productora en Pangur. Esta cooperativa está fundada por cinco socios que se han formado en campos como el de las Bellas Artes y la Comunicación Audiovisual. Su cortometraje Carmela se ha llevado este año el Premio del Público en la Sección Oficial de Cortometrajes Animazine del Festival de Málaga y se sitúa como uno de los favoritos a ganar el Goya a mejor corto de animación, premio al que el estudio ya ha optado en el pasado. “Para completar una película de varios minutos invertimos hasta tres años de trabajo, mientras que para esta campaña nos contactaron en primavera”, apunta Montalvá.
Estudio español de prestigio internacional
La intención de Ogilvy era la de encontrar a una compañía española “que pudiera rendir al máximo nivel y que entendiera hasta el mínimo detalle de la identidad española”, cuentan desde la agencia de publicidad.
Y lo encontraron en Valencia, meca del stop-motion a nivel internacional. Mallols cuenta que dos factores han hecho que la comunidad sea más prominente en este campo que Madrid o Cataluña. “Por un lado, la tradición de las Fallas hace que haya toda una industria con profesionales muy especializados. Por otro, el animador alicantino Pablo Llorens, que fue quien creó la campaña del euro en 1999 y que desde entonces ha sido pionero y ha impulsado al sector”, dice.
El hecho de estar a poco más de dos horas de distancia en el tren de alta velocidad que une Madrid y Valencia ha ayudado a que la comunicación entre el equipo creativo y los artesanos se pudiera realizar a menudo en persona.
El estudio barcelonés Device se ha encargado de crear el relato de 90 segundos en dos dimensiones. Y Pangur se ha asegurado de darle vida, en tres dimensiones. Para acelerar el proceso de grabación, el estudio de animación ha reutilizado varios de los muñecos creados. Era la forma de cumplir con los exigentes plazos que exige la publicidad. Por ejemplo, Abel Caballero y el rey Gaspar jamás podrían haber compartido plano en el anuncio, porque son el mismo muñeco con distinta indumentaria, develan sus creadores valencianos.