Ir al contenido

‘Ciudad tóxica’ las lamentables consecuencias de la incompetencia

La serie de Netflix ni oculta la dureza de los hechos que narra ni se regodea en el habitual morboso exhibicionismo. Y buena parte de su calidad se basa en el elenco protagonista

El reparto principal de 'Ciudad tóxica'.NETFLIX

Hay decisiones políticas cuyas consecuencias son devastadoras bien por una falta de supervisión correcta en su aplicación o, directamente, por una ignorancia absoluta de quienes las deciden. Ciudad tóxica, una miniserie británica de cuatro capítulos, es un ejemplo palmario de lo dicho.

Corby, una localidad industrial del condado de Northampthonshire, en Inglaterra, se caracterizaba por ser la productora de hierro más importante de Inglaterra. En los últimos años de la década de los setenta, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hay decisiones políticas cuyas consecuencias son devastadoras bien por una falta de supervisión correcta en su aplicación o, directamente, por una ignorancia absoluta de quienes las deciden. Ciudad tóxica, una miniserie británica de cuatro capítulos, es un ejemplo palmario de lo dicho.

Corby, una localidad industrial del condado de Northampthonshire, en Inglaterra, se caracterizaba por ser la productora de hierro más importante de Inglaterra. En los últimos años de la década de los setenta, Margaret Thatcher, paradójicamente apodada “la dama de hierro”, decidió cerrar las fábricas. 20 años más tarde, el Ayuntamiento de la localidad tuvo a bien trasladar los residuos tóxicos que dejaron las demoliciones de la industria para construir en sus terrenos. El descuidado transporte en camiones de dichos residuos generó una contaminación ambiental de polvo en la ciudad, polvo que fue inhalado por los habitantes, que en el caso de las mujeres embarazadas supuso el alumbramiento de varios bebés con malformaciones en manos y pies.

La inicial estupefacción de las madres, las reacciones sentimentales ante el drama y la larga lucha judicial de las mujeres afectadas por los residuos tóxicos son los pilares de la trama de la serie basada en hechos reales y que con guion de Jack Thorne y Amy Trigg, y dirección de Minkie Spiro, ofrece en su programación la plataforma Netflix. Una serie que ni oculta la dureza de los hechos que narra ni se regodea en el habitual morboso exhibicionismo. Y buena parte de su calidad se basa en el elenco protagonista: Jodie Whittaker, Aimee Lou Wood, Claudia Jessie, Robert Carlyle, que interpreta al único concejal que criticó la torpeza del Ayuntamiento, o Brendan Coyle.

Las decisiones políticas complejas de consecuencias imprevisibles no son exclusivas del Reino Unido. Por estos pagos tenemos varios ejemplos. Alguno se resume en una cifra: 7.291, otros hablan de la frivolidad unida a la ignorancia: “salen unos pequeños hilitos, cuatro en concreto, regueros solidificados con aspecto de plastilina”, dijo públicamente Mariano Rajoy, entonces portavoz del Gobierno de Aznar sobre el hundimiento del petrolero Prestige que en noviembre de 2002 provocó la mayor tragedia ecológica en la historia de España. 22 años después seguimos soportando la incompetencia de un presidente autonómico incapaz de explicar su negligente actitud ante las terribles inundaciones de la dana sin olvidarnos del aceite de colza en el que a la incompetencia se unió la voracidad de unos crueles beneficios económicos con más de 20.000 afectados.

Más información

Archivado En