El ‘Cara al sol’ con ‘autotune’
En las tertulias televisivas, en las que escasean perfiles de menores de 35 años, nos rasgamos las vestiduras, se dice que qué poco nivel, que a quién se le ocurre salir con el fantasma del fascismo con lo idílica que fue la Transición
Publicó ayer Juan Navarro en este periódico que un grupo de estudiantes del instituto público Núñez de Arce de Valladolid fueron de excursión a Cuelgamuros. Parte de la muchachada exhibió con orgullo banderas carlistas, saludó como lo hacían los fascistas y amenizó el viaje en autobús con un repertorio que incluyó el himno de la Falange, el Cara al sol. Un viaje cargado de estímulos, muchos más que cuand...
Publicó ayer Juan Navarro en este periódico que un grupo de estudiantes del instituto público Núñez de Arce de Valladolid fueron de excursión a Cuelgamuros. Parte de la muchachada exhibió con orgullo banderas carlistas, saludó como lo hacían los fascistas y amenizó el viaje en autobús con un repertorio que incluyó el himno de la Falange, el Cara al sol. Un viaje cargado de estímulos, muchos más que cuando mis padres me llevaron un día de verano siendo yo adolescente y lo único que dijo mi madre fue: “Qué cosa tan fea y gris”.
Quiso el azar que la noticia se haya publicado menos de 24 horas después de que arrancaran los actos de conmemoración de los 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco. Una inauguración que desconcertó nuestra mirada adulta, la de esos que no desciframos las voces con autotune, no sabemos muy bien lo que es una escape room itinerante, ni quiénes eran algunos de los presentes en ese escenario. Los que pensamos que aquello fue algo descafeinado y desconfiamos de las buenas y excesivas intenciones de estos 12 meses y una causa que ha organizado el Gobierno.
En las tertulias televisivas, en las que escasean perfiles de menores de 35 años, nos rasgamos las vestiduras con la mofa y la chufla, se dice que qué poco nivel, la cantidad de gente que faltaba imprescindible según nuestro particularísimo criterio, que a quién se le ocurre salir con el fantasma del fascismo como el de las empresas de alarmas con el de los okupas. Lo idílica que fue la Transición, años en los que no paramos de darnos abrazos, uno detrás de otro. Más cerca de Mocedades que de Keep it cutre.
Varias generaciones de españoles hemos salido al mundo cerrando la carpeta de apuntes de historia de España sin llegar al siglo XX porque no daba tiempo, nos han educado en el silencio, en la omisión del relato, pero las canas revelan que nos ha dado tiempo a enterarnos de algo de lo que pasó entonces. Y mientras, en muchas conversaciones de patio de colegio y en muchas casas se lanzan mensajes que han dejado de dar miedo. Se tranquiliza diciendo que tampoco es para tanto, que ya estamos con la amargura de siempre, que Franco hizo también muchas cosas buenas, que las mujeres vivíamos mucho más tranquilas. “A estos rojos no les gusta que os llevemos al valle de los Caídos, el año que viene os llevaremos al Palacio del Pardo”, dijo al parecer uno de los docentes implicados en la excursión. El Cara al sol, del Nodo a Tik Tok. Con o sin autotune.