‘La revuelta’ y ‘El hormiguero’ completan la temporada con un empate técnico con ventaja de Broncano

Empate, pero con un luchador aventajado. Ha sido la batalla (o quizás incluso la guerra) en el centro de la televisión española. La revuelta contra El hormiguero. Una carrera de cuádrigas contada, además, diariamente en numerosos artículos que ha marcado la temporada. Y los propios presentadores la han alimentado en antena, con referencias y acusaciones varias. Pero, al final, es el espectador quien tiene la última palabra, y, antes de irse de vacaciones de Navidad, toca recapitular quién gana las audiencias del primer round cuatrimestral desde que Broncano aterrizó en TVE...

Empate, pero con un luchador aventajado. Ha sido la batalla (o quizás incluso la guerra) en el centro de la televisión española. La revuelta contra El hormiguero. Una carrera de cuádrigas contada, además, diariamente en numerosos artículos que ha marcado la temporada. Y los propios presentadores la han alimentado en antena, con referencias y acusaciones varias. Pero, al final, es el espectador quien tiene la última palabra, y, antes de irse de vacaciones de Navidad, toca recapitular quién gana las audiencias del primer round cuatrimestral desde que Broncano aterrizó en TVE. La respuesta básica es el empate técnico, como concluye el informe de datos de la consultora Barlovento, a través de las cifras de Kantar. La más profunda: La 1 ha conseguido una proeza que nadie creía posible en septiembre, superar (aunque sea por décimas en la media total) al programa del acces prime time que ha sido líder durante una década. Y todo gracias a la compra de un formato a Movistar Plus+ que no estuvo exenta de polémicas, y que llevó al ente a un muy público combate en la cúpula que acabó con la salida de la presidenta Elena Sánchez.

El análisis detallado de los datos diseña, además, un perfil del público de ambos espacios, los más vistos de la televisión española. El espectador medio de La revuelta, según los datos recopilados desde el nueve de septiembre al 19 de diciembre de 2024, es de hombres de 49 años, mientras que el de El hormiguero es una mujer de 57 años. Precisamente, el programa de Antena 3 solo sale victorioso en dos franjas de edad, la de niños de cuatro a 12 años y la de personas de más de 64 (aquí le saca más de siete puntos), que es precisamente de la que más se nutre la televisión lineal y, en concreto, Atresmedia. Entre los de más de 80 años, la audiencia del programa de Broncano se vuelve ínfima. Recordemos que el espectador televisivo medio era de 58 años en 2023. El rostro de las campanadas de TVE, por su parte, arrasa entre las personas entre 25 a 44 años, donde saca 13,2 puntos porcentuales a su rival directo.

Es verdad, sin embargo, que en la media total la diferencia entre ambos programas es casi imperceptible, aunque siempre aventaje Broncano. La revuelta ha logrado una audiencia media de 2.054.000 espectadores (un 15,7% de la cuota de pantalla), mientras que El hormiguero queda cerca con 2.036.000 (y 15,6% de share). En los totales, el primero ha alcanzado 28,9 millones de espectadores únicos (que se traduce como audiencia que está al menos un minuto viendo el programa), mientras que Motos se queda en 26,7 millones. Tampoco es demasiado concluyente la evolución mensual, ya que en septiembre y noviembre ganó Antena 3, y en octubre y diciembre ha ganado La 1, justo después de que Broncano acusara en antena a su competencia de llevar “años vetando” a los invitados para que no saliesen en ambos programas. Como protesta, emitió un documental de 12 minutos de berrea de ciervos. Motos calificó este movimiento de “cortina de humo” urdida por TVE y el Gobierno para quitar la atención de contenidos más “importantes”: “Con la que está cayendo en el país, con la confesión de Aldama, las implicaciones del Gobierno, la dana y la gente desatendida, tener que hablar de una entrevista, me da palo, pero necesito restablecer la verdad. Hay intereses y cortinas de humo que uno no controla”, decía el presentador.

El choque mediático de David Broncano contra Pablo Motos fue el epicentro de dos semanas de contenido, y ha servido desde el principio para alimentar una guerra política, de la que La revuelta se ha reído constantemente y en la que relacionaban al programa con los intereses del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Un discurso que se repitió como mantra desde que se hiciera pública la contratación del programa por dos temporadas, a razón de 14 millones de euros cada una. Con ese dinero se están produciendo un centenar y medio de episodios por curso con un coste de 90.000 euros cada uno. Es bastante menos que los aproximadamente 130.000 euros por capítulo de la serie 4 estrellas, a la que sustituyó, pero, aun así, la cifra ha sido repetida para atacarlo.

Victoria clara en la franja de coincidencia

En todo caso, las polémicas (los chistes sobre drogas a un lado, y las declaraciones sobre alquileres o la guerra de Ucrania en las mesas de debate del otro) se van intercalando y también los éxitos. Lo que sí que es más destacable en esta competencia es el dato en la franja de coincidencia de ambos programas: en los minutos que se emiten al mismo tiempo, Broncano (16,3%) supera en más de un punto a su rival (15%), y de ahí que Atresmedia haya alargado su espacio nocturno lo más posible. Es en esos minutos posteriores cuando ganan puntos de ventaja para llegar al empate técnico. Algo que hace eliminar al resto de la competencia. El 31,3% de los espectadores que ven la televisión a esa hora, por cierto, está viendo una de estas dos opciones, por encima de First Dates, El intermedio o Gran hermano. Por el camino quedó el Babylon Show, de Carlos Latre, en Telecinco. La revuelta ha sido líder en su franja en 46 ocasiones y El hormiguero, en 33. Hay otro parámetro que parece notable: el segundo depende más del invitado que acuda esa noche, mientras que el primero se ha creado un subuniverso en el que lo relevante son sus propios personajes. El espectador quiere conocer al público seleccionado por Sergio Bezos, las respuestas a las preguntas clásicas, o los nuevos regalos que seguirán llenando la mesa del Teatro Príncipe de Gran Vía.

El estudio de Barlovento también ha hecho un análisis geográfico del público de ambos programas, dos formatos que coinciden en compartir humor e invitados (y los dolores de cabeza que ello conlleva). La revuelta tiene su liderazgo más claro en el País Vasco y Navarra, donde saca a su competidor más de 10 puntos de ventaja, así como en Madrid donde ambos graban programas, mientras que El hormiguero triunfa en Andalucía (por 8,8 puntos), Castilla La-Mancha (por 5,4) y Canarias (3,7). Es especialmente destacable que, aunque los hombres prefieran a Broncano, las mujeres optan por el programa de Antena 3, que tiene mucha más presencia femenina. Esta es precisamente una de las críticas que se le ha hecho desde el principio al espacio de TVE: solo hay dos mujeres entre sus colaboradoras habituales, Lalachus (que presentará también las uvas) y Valeria Ros, y aparecen de manera muy esporádica.

En todo caso, esta guerra no parece que se vaya a terminar este diciembre. Finalmente, no se emitirá el especial navideño de La revuelta previsto para el 25 de diciembre por respeto a Raphael, que sufrió un accidente cerebrovascular el pasado martes mientras grababa este especial. Pero los combates volverán cada noche tras la llegada de los Reyes Magos, que, de momento, se esperan que traigan regalos para todos. Al fin y al cabo, ambos pueden acabar considerándose ganadores dependiendo de cómo lean el dato. Pero la realidad es que hace solo un cuatrimestre, nadie pensaba que alguien pudiera hacer sombra a El hormiguero, y menos una TVE que por fin atrae al público joven. Hoy Broncano es espolón del plan de José Pablo López Sánchez en el ente público. Y esa batalla ya está ganada.