‘Reacher’ y ‘Shooter’ o la violencia como única solución
Las cadenas y plataformas de televisión no saben permanecer al margen de esa ya tradicional costumbre de enaltecer lo agresivo
En tiempos de Putin y Netanyahu, y sin olvidarnos de ese brote fascista de apaleamiento de un muñeco de Pedro Sánchez en una manifestación en la calle de Ferraz de Madrid, las cadenas y plataformas de televisión no podían permanecer al margen de esa ya tradicional costumbre de enaltecer la violencia como solución de los problemas o de informar ampliamente, casi con delectación, de todas las maldades y miserias de las que es...
En tiempos de Putin y Netanyahu, y sin olvidarnos de ese brote fascista de apaleamiento de un muñeco de Pedro Sánchez en una manifestación en la calle de Ferraz de Madrid, las cadenas y plataformas de televisión no podían permanecer al margen de esa ya tradicional costumbre de enaltecer la violencia como solución de los problemas o de informar ampliamente, casi con delectación, de todas las maldades y miserias de las que es capaz el ser humano.
La segunda temporada de Reacher (Prime Video), con un envoltorio formal de un thriller en el que el protagonista y su equipo buscan vengarse de quienes asesinaron a algunos de sus compañeros, en realidad es un canto a los mamporros, muertes y torturas en los que los santos apenas se distinguen de los pecadores, con esa ambigüedad que caracteriza a ciertos partidos populares aliados con la extrema derecha, anhelantes de buscar el voto de unos electores que en otros pagos consiguieron aupar a la Presidencia a un gañán como Donald Trump.
Sobre las dos temporadas de Shooter (El tirador), en Netflix, baste decir que el protagonista es un exmarine condecorado por ser el francotirador más eficaz, es decir, el que mayor muertes consiguió en Afganistán y que ahora, en su retiro texano, deberá volver a la acción tras intentar frustrar un atentado al Presidente, atentado que se reconvertirá en una serie de intentos de acabar con él y con su familia por parte de un malvado checheno que en realidad es el brazo armado de un empresario norteamericano para el que la codicia es su única guía. Naturalmente, todos los protagonistas de estas series que conciben el mundo con una claridad maniquea, triunfan en su empeño de salvar al mundo.
Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.