¿Para qué sirve esta docuserie?

‘Las últimas horas de Mario Biondo’ da voz a una familia destrozada pero incapaz de asumir algunas simples verdades.

Raquel Sánchez Silva con la madre y familiares de Mario Biondo durante su entierro en Palermo.

Ver Las últimas horas de Mario Biondo me ha provocado una sencilla pregunta: ¿Por qué se ha hecho esta docuserie? La respuesta inmediata es “por dinero”, pero por dinero se pueden hacer muchas cosas mucho más interesantes y posiblemente más lucrativas.

Desde que el 3 de mayo de 2013 se anunciara la muerte de Mario Biondo todos ...

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Ver Las últimas horas de Mario Biondo me ha provocado una sencilla pregunta: ¿Por qué se ha hecho esta docuserie? La respuesta inmediata es “por dinero”, pero por dinero se pueden hacer muchas cosas mucho más interesantes y posiblemente más lucrativas.

Desde que el 3 de mayo de 2013 se anunciara la muerte de Mario Biondo todos los datos presuntamente espinosos se han podido responder de forma sencilla. Y más allá de lo florido del caso, hay hombres que van a bares de alterne, hay personas que compran cocaína, hay parejas que se graban teniendo relaciones íntimas, hay prácticas sexuales de riesgo.

Y diré más: existen los accidentes, existe la vergüenza, existe el bajón tras el consumo de cocaína (y es fortísimo), existen las meteduras de pata y existen, por supuesto, las discusiones de pareja. Negar la existencia de todos estos elementos sólo puede llevar a desarrollar teorías delirantes para explicar hechos trágicos pero entendibles. Escandalizarse porque alguien consuma cocaína en sus ratos libres o porque visite bares de alterne es muy propio de la televisión, pero no es algo que esté a pie de calle. Por supuesto, a ninguno nos gusta que sea cerca, pero la verdad es que, en materia de drogas, si pusiésemos el mundo bajo una luz ultravioleta, España parecería la discoteca del planeta Tierra.

Y la verdad es que si se hiciera un mapa real de los gustos sexuales de cada cual nos daríamos cuenta de que (casi) nadie tiene nada de qué avergonzarse. La doble moral y, por qué no decirlo, el machismo, son el único motor de historias como la de Mario Biondo. Lo que no entiendo es que nadie quiera alimentarla con una docuserie que, entre otras cosas, no muestra nada que no sepamos ya. La telebasura no sólo está en Mediaset.

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