Sebastián Yatra: “Antes era un robot en el escenario. No tenía nada trabajado mi mundo interior”

A los 12 años, una edad cercana a la de los pequeños concursantes de los que es mentor en La Voz Kids (Antena 3), Sebastián Yatra decidió que quería ser cantante. Desde ese momento, se preparó a conciencia junto a su madre, María Adelaida Giraldo. Hijo de un destacado empresario colombiano, Aníbal Obando Agudelo, el músico (Medellín, Colombia, 28 años) reconoce que ella es la auténtica hacedora de su éxito. Habla...

A los 12 años, una edad cercana a la de los pequeños concursantes de los que es mentor en La Voz Kids (Antena 3), Sebastián Yatra decidió que quería ser cantante. Desde ese momento, se preparó a conciencia junto a su madre, María Adelaida Giraldo. Hijo de un destacado empresario colombiano, Aníbal Obando Agudelo, el músico (Medellín, Colombia, 28 años) reconoce que ella es la auténtica hacedora de su éxito. Habla de ellos desde su camerino en el madrileño estadio Metropolitano, donde participó el pasado viernes en el OMG La Liga Music Experience, antes de pasar este verano por los escenarios de media España, de Barcelona y Marbella a Pontevedra y Valencia.

Pregunta: ¿Qué se desea cuando uno lo tiene todo?

Respuesta: Pues paz interior. Aceptar la vida tal y como viene. Estoy aprendiendo a vivir en el presente, sin el desasosiego por el futuro de otros momentos de mi vida.

P: ¿Tanto estrés sufría a cambio del éxito?

R: Todo el mundo a tu alrededor tiene un interés distinto y espera algo diferente de ti. La discográfica, tu equipo, tu familia, tus amigos, tu pareja… Y, en medio de todo eso, tienes que subirte al escenario y lograr que miles de personas disfruten.

P: ¿Hasta dónde ha llegado para alcanzarlo?

R: Antes de la pandemia, estaba en tal torbellino que era como un robot en el escenario. Me emocionaba eso de ser el tipo que más shows hacía; hasta el punto de hacer cosas inhumanas, como hacer cuatro actuaciones por noche o tomar 13 vuelos en una semana.

P: ¿El parón obligado le hizo reflexionar?

R: De repente, me encontré cinco meses encerrado en mi casa. Y volví a ser el hermano de mis hermanos y el hijo de mis padres, no ese cantante famoso que iba de vez en cuando de visita. También cambié de equipo de trabajo y cerré muchas relaciones interpersonales.

P: Dice que la terapia le ayudó mucho.

R: Sí. No tenía nada trabajado mi mundo interior. También me ayudaron el yoga y la conexión que tengo con Dios desde que tengo 12 años.

P: Entonces, coincidió esa conexión religiosa con el inicio de su carrera musical.

R: Me dio muchas fuerzas. Me ayudó a tener más conciencia y responsabilidad, a encontrar un propósito en todo esto de la música; a que fuera algo más que lograr dinero, fama, coches y mujeres.

P: ¿Ha echado de menos alguna juerga en su adolescencia?

R: En esa época hacía ejercicios vocales a diario para practicar el falsete. En las fiestas, yo no bebía; me iba un rato a mi coche para practicarlos. La música me ayudó a llevar un camino muy saludable. Nunca probé una droga. Al tener responsabilidades, no tuve tiempo de tomar decisiones tontas.

P: Pero el mundo de la música seguro que le ha hecho toparse con ellas.

R: Sí. Están por todos lados. Pero es una cuestión tan energética... Si alguien está puesto, no me doy cuenta. Siento que su personalidad es así y me pasa mil veces que la gente dice: “uy, cómo va esa persona…”.

P: ¿Habría ido a un programa como ‘La Voz Kids’?

R: Sí. Para esos chicos es una forma de entender las consecuencias de dedicarte a la música. Yo fui a las audiciones de American Idol en Chicago, con 14 años. Pasé a la siguiente ronda, pero decidí no seguir porque, de hacerlo, tenía que cantar por contrato en inglés.

P: Prefirió no atarse a las normas del programa.

R: Me pasó otra vez cuando un productor me avisó de que Univisión estaba creando el programa La banda, con Simon Cowell. Buscaban a los One Direction en español, pero yo quería ser solista y lo rechacé también.

P: ¿Su madre ha ejercido las funciones de manager?

R: Nunca oficialmente, pero está en todas las conversaciones de mi equipo. Es una de esas mujeres que hacen que las cosas pasen. Mi hermano Andrés es escritor y mi hermano Juan tiene una pizzería en Colombia y ella también les ayudó a montar sus negocios. También ha sido el apoyo más grande de mi papá en su carrera.

P: Es una fuerza de la naturaleza.

R: Es como Clara, ese personaje de la novela La casa de los espíritus de Isabel Allende, que cuando se murió dejó de haber flores en el hogar y todo se vino abajo.

P: De Juanes a Karol G y J Balvin… ¿Por qué tantos músicos de Medellín triunfan a nivel mundial?

R: El narcotráfico nos aisló. Ningún país invertía en Colombia. Y la topografía. Es una ciudad en medio de las montañas, sin muchas infraestructuras. Todo nos ha tocado difícil y eso nos ha dado una importante cultura del trabajo. Somos artistas con talento, pero no con ese prodigio innegable como el de Messi o Beyoncé. Hemos tenido que construir nuestro talento.

P: ¿Se siente cosificado cuando los usuarios de redes sociales comentan sus atributos sexuales, que se intuyen en algunos de los vídeos y selfis que publica?

R: Si son comentarios buenos, yo feliz (ríe).

P: Suelen ser positivos.

R: Estoy satisfecho con mi cuerpo y soy muy exhibicionista…

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