Jesse Armstrong, creador de ‘Succession’: “Podríamos haber seguido eternamente con los personajes, pero la historia empresarial tenía que terminar”
El guionista explica los motivos por los que decidió terminar su historia en su cuarta temporada y cómo el Brexit y Donald Trump convirtieron a la serie de HBO en lo que terminó siendo
El imperio mediático de Logan Roy ya tiene heredero. Succession, una de las series más aplaudidas y premiadas de los últimos años, cerraba sus tramas este domingo con su último episodio. Jesse Armstrong (Oswestry, Reino Unido, 52 años) vio el capítulo en directo en Londres arropado por otro...
El imperio mediático de Logan Roy ya tiene heredero. Succession, una de las series más aplaudidas y premiadas de los últimos años, cerraba sus tramas este domingo con su último episodio. Jesse Armstrong (Oswestry, Reino Unido, 52 años) vio el capítulo en directo en Londres arropado por otros guionistas en el Instituto de Cine Británico. “Fue triste y divertido a la vez”, dice. Él ya hacía tiempo que sabía cómo terminaría la historia. El creador, con largo recorrido en la comedia y la sátira, género que ha perfeccionado en la serie de HBO, se despide ahora de un título que la crítica ha elevado a los altares de la televisión. Apenas 48 horas después de emitirse el final, atiende a EL PAÍS en una larga charla por videollamada desde su casa en Londres y, algo muy poco habitual, sin ninguna persona de la cadena presente durante la charla. Por supuesto, esta entrevista contiene detalles del final.
Pregunta. ¿Por qué decidió que la serie tenía que terminar en la cuarta temporada? ¿No había más recorrido para los Roy?
Respuesta. Podríamos haber seguido contando historias interesantes sobre la psicología de estos personajes. La serie tiene dos vertientes, la personal, psicológica y familiar, y la empresarial, política y cultural. Podríamos haber seguido eternamente contando historias interesantes sobre la psicología de estos personajes. Pero la historia empresarial tenía que terminar. Aunque yo estoy más interesado en la psicología humana que en los negocios, una vez que esa historia estaba terminada, la serie no sería tan interesante como para seguir. Una vez que la trayectoria terminó y que la parte empresarial se disuelve, una vez que venden, la serie debía terminar. Podríamos haber alargado la historia empresarial con más cambios, maquinaciones y tácticas, pero empezaría a sonar repetitivo y no queríamos que ocurriera eso.
P. ¿Cuándo decidió que el final sería el que finalmente ha sido?
R. Mi forma de trabajar como showrunner o jefe de la sala de guionistas es traer propuestas a la sala pero, como respeto a mis compañeros y quiero que las cosas estén abiertas, nunca son definitivas. Traje esta propuesta hace tiempo, creo que en 2021, cuando estábamos haciendo la tercera temporada. Entonces empecé a perfilar esta temporada, que Logan moriría pronto y luego terminaríamos. Siempre estuve abierto a cambiar de idea, pero poco a poco se volvió más sólida esta decisión.
P. ¿Y por qué tenía que ser Tom quien saliera triunfador?
R. Al observar el mundo empresarial y qué tipo de gente prospera, es habitual encontrar a una clase de personas fundadoras de una gran compañía y luego tienes la gente que viene una o dos generaciones después que van escalando y filtrándose por la organización, que son dóciles ante el poder y útiles para los poderosos. No estábamos buscando a un Lenin otra vez, que es lo que sería quizá Logan Roy. Esto es muy cruel con Tom, pero buscábamos más un Stalin, alguien que encuentra su camino entre facciones rivales a raíz de la muerte del fundador.
P. ¿Cuándo supieron los actores cómo terminaría la serie?
R. Cuando empezamos esta temporada, dije a todo el mundo que esta creía que podría ser la última temporada, pero que necesitábamos espacio para maniobrar y podría no serlo. Sabían que era una posibilidad, pero no fue definitivo hasta que llegamos al final en la escritura, porque siempre quise mantener la puerta abierta. Espero que no fuera un shock muy grande para los actores. Lo que sí fue una sorpresa fueron los mecanismos por los que Mattson llegaría a seducir a Tom. Hace tiempo, en la segunda o tercera temporada, le dije a Matthew Macfadyen [el actor que interpreta a Tom] que recordara que, aunque su personaje bordea lo cómico, debía tener en cuenta que era susceptible de ser el heredero, que recordara mantener esa parte de persona fría como el acero. Así que creo que él siempre sabía que este podría ser el final.
No buscábamos un Lenin, sino un Stalin, alguien que encuentra su camino entre facciones rivales
P. Algunas series graban finales alternativos para evitar filtraciones. ¿Hicieron algo así?
R. No, no. En guion no hicimos ningún final alternativo. Cuando estábamos rodando la última escena de Jeremy Strong [el actor que interpreta a Kendall] en Battery Park, en Nueva York, con él mirando a Ellis Island, hizo una pieza muy violenta de improvisación, que fue intentar saltar la valla como si fuera a tirarse al agua. Ninguno esperábamos que fuera a hacer eso, dio bastante miedo. Pero Scott Nicholson, que interpreta a su guardaespaldas, saltó hacia él y lo agarró. Dio bastante miedo y parecía muy real. Quizá Jeremy pensó que era algo que haría el personaje. Pero la serie termina donde creo que debe terminar.
P. En la temporada final sorprendió con la muerte temprana de Logan Roy [Brian Cox]. ¿Por qué decidió que ocurriera en el tercer capítulo? ¿Se arrepintió en algún momento de haberlo matado tan pronto?
R. No, sabía que era una decisión creativa peligrosa porque él es brillante y era el centro de la serie, y quitar esa pieza fuera, siempre hay un riesgo de que la máquina deje de funcionar sin su pieza principal. Pero creo que fue la decisión correcta porque ver cómo el mundo funcionaba sin él sirvió para honrar lo importante que era. Si solo hubiéramos visto un episodio después de su marcha, no habríamos comprobado lo profundamente que se le echaba de menos. También fue difícil decírselo a Brian Cox, a quien admiro y que es una figura tan grande en el teatro y el cine británico. Era un poco intimidante decírselo, pero es un tipo inteligente y lo entendió.
P. Parece complicado coger cariño a personajes tan odiosos como los protagonistas de Succession, pero, aun así, como guionista tiene que lograr que la audiencia se preocupe por ellos. ¿Cómo manejó esa contradicción?
R. En realidad no hay ningún truco. Simplemente, aunque a veces hacen cosas que se podrían calificar como inmorales o toman decisiones que tienen efectos negativos en el mundo, es responsabilidad de la serie mostrar por qué eso podría ocurrir, por qué ciertos individuos pueden tomar esas decisiones. Y luego el espectador pone el resto. Empezamos a entender a la gente cuando vemos bastante de ellos. Entonces puedes decir, vale, entiendo lo que haces, pero aun así no me gustas. Comprender a los demás es una parte importante de lo que nos hace humanos. Nosotros solo intentamos mostrar la persona al completo, y cuando ves la persona entera, le entiendes más y juzgas menos fríamente.
Empecé a perfilar el final de la serie en 2021, cuando estábamos haciendo la tercera temporada
P. Ha escrito que el Brexit y Donald Trump están en el corazón de Succession. ¿En qué sentido?
R. Como decía antes, hay un nivel psicológico de la serie y uno empresarial, político y cultural. Quiero a estos personajes y son probablemente lo que hacen que quiera escribir. Pero son relevantes por la influencia política y mediática. Con el auge de los populismos nacionalistas, hemos visto su efecto más violento en el Brexit en Reino Unido y en Trump en Estados Unidos. ¿Cómo ocurrió? ¿Qué clima mediático lo ha animado o lo alienta, o no lo desacredita, o se beneficia de él?
P. Ha citado una tríada de modelos como inspiración de Logan Roy: los tres magnates de los medios de comunicación Rupert Murdoch [Fox News], Sumner Redstone [ViacomCBS] y Robert Maxwell [Maxwell Communications Corporation y Mirror Group Newspapers]. ¿Qué tomó de cada uno?
R. Esos son las fuentes primarias, pero hay otros flotando en el ambiente. Están Trump, Berlusconi, Vivendi en Francia, el Grupo Planeta en España... Hay mucha gente en los que puedes pensar, todos estos imperios mediáticos. ¿Qué tomé de ellos? Logan es un inmigrante, como Maxwell, que nació en la República Checa. Redstone es un abogado brillante y muy influyente intelectualmente. Murdoch es también muy inteligente y tiene ese fuerte instinto político que le hace muy dócil ante el poder... Es una mezcla, no podría decirte exactamente, es difícil seleccionar rasgos individuales.
P. Además de estas referencias originales, habrán seguido prestando atención a la actualidad para los guiones de Succession. Pienso por ejemplo en Elon Musk.
R. Sí, sí. En la serie hay mucho sobre la consolidación de los medios pasando de ser antiguas compañías mediáticas a cómo manejan y se transforman con todo el dinero que ha llegado a los medios desde las compañías tecnológicas. Creo que seguimos con mucha veracidad lo que ha ocurrido con los medios tradicionales. Siempre ha sido una historia sobre el fin de un imperio mediático. Leer The Wall Street Journal o The Financial Times ha sido muy importante para llevar bien el guion, y si se lee esos periódicos creo que se podía predecir lo que ocurriría en la serie, al menos a nivel empresarial.
Si se lee ‘The Wall Street Journal’ o ‘The Financial Times’ se podía predecir lo que ocurriría en la serie
P. Succession dio un salto en popularidad y premios cuando entró en la segunda temporada. ¿Qué le dio ese empuje que hizo que conectara con la gente? ¿Qué cree que ocurrió?
R. Ni idea, quizá sea una pregunta más para ti. Si lo supiera, lo habría hecho en la primera temporada también. Supongo que el tiempo, o el momento en la trama empresarial... No sé. O quizá solo es que nos hicimos mejores, pero para mí es difícil saberlo.
P. Ha contado que para capítulo ha podido llegar a hacer entre 30 y 50 borradores de guion. ¿En qué punto decide cuál es la versión final?
R. Cuando el director dice, mañana rodamos, así que mejor termina de escribir [ríe]. Escribimos un montón de borradores, pero cuando escribimos el borrador 40 o así, el 90% del guion está cerrado. En esos últimos 10 borradores solo miramos una escena o una secuencia. Queremos que todo esté bien y sea divertido y firme, y que cada línea de guion sea significativa y tenga un montón de información sobre los personajes.
P. Se ha vuelto casi un lugar común describir Succession como un “drama shakesperiano”. ¿Qué piensa cuando escucha esa comparación o esa descripción?
R. Me hace sonrojar y me siento honrado. Cuando presentamos la serie dijimos que Succession era como un cruce entre Celebración, la película danesa del movimiento Dogma, y Dallas, el culebrón que fue muy popular en los setenta y ochenta. Nos inspiramos en un montón de sitios, y claro, era consciente de que escribiendo sobre los Roy estaba todo eso de los reyes, los príncipes y la sucesión, y hay mucho de eso en Shakespeare.
P. Supongo que es como elegir entre hijos reales, pero quizá ahora que ha cerrado la serie puede decirme cuál de los Roy era su favorito.
R. [Ríe] No puedo, es verdad. Si estaba escribiendo una escena de Roman, quería a Roman. Si escribía una de Shiv, quería a Shiv. A veces Roman hacía cosas despreciables y tomaba terribles decisiones, pero me encantaba escribirlas y sentía que le conocía. Creo que por eso la serie era interesante, porque a mí me interesaban todos y cada uno de los personajes de la serie. Por eso no puedo elegir.
Presentamos ‘Succession’ como un cruce entre la película danesa ‘Celebration’ y el culebrón ‘Dallas’
P. Como guionista, ¿es sencillo decir adiós a una serie a la que ha dedicado tanto tiempo?
R. Iba a responder que no, pero no me siento así hoy. Sentía ansiedad por dejar algo completado. No sé si la gente pensará que el final es el correcto, pero yo sí creo que es el final correcto y creo que completa la serie. Aunque estoy muy triste por decir adiós a mis compañeros actores y guionistas, no tengo ya esa ansiedad que me llevaba a pensar, “vale, hemos hecho algo que está bien, pero, ¿podremos terminarlo y completarlo de una forma correcta y satisfactoria?”. No sé si para todo el mundo ha sido así, cada persona tiene diferentes visiones sobre quién debería haber ganado o cuál debería haber sido el escenario mediático que dejábamos. Pero yo sí me siento satisfecho y creo que hicimos un trabajo que nos honra y lo hemos terminado.
P. Se está especulando con posibles continuaciones o spin off de la serie. ¿Hay alguna posibilidad de que continúe?
R. No, no, no. Creo que una vez dije que podria imaginar una historia en el mundo de la política que estuviera ambientado en el mismo mundo en el que los Roy existen, pero no como una continuación. Me gusta este tono y este mundo ficticio. Pero creo que a estos personajes, lamentablemente, les hemos dicho adiós para siempre.
P. ¿Ha imaginado cómo serán las vidas de los Roy y allegados después del final?
R. Siento una gran empatía e interés por ellos, pero lamentablemente creo que, una vez que ya no están involucrados en el poder con su imperio familiar, son como esa gente que conoces en una fiesta y parecían muy ricos y poderosos, pero ya no siento fascinación por los detalles de sus vidas. Puedo imaginar a grandes rasgos cómo sería la vida de un playboy de corazón frío, un hombre roto como Roman. Pero no estoy interesado en los detalles de su vida. Tampoco en Kendall, por ejemplo.
P. ¿Cuáles son sus planes ahora? ¿Tiene más series o películas en mente?
R. Tengo algunas ideas, tengo cosas anotadas. Pero más que nada quiero no hacer nada y pensar muy despacio. Además, ahora estamos en huelga. Pero cuando pienso en cosas creativas, quiero no tomar grandes decisiones rápido, voy a intentar tomarme un gran descanso.
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