Macarena Olona en ‘Lo de Évole’: ¡Silencio! ¡Silencio, he dicho!
A pesar de que confesó haber sido incapaz de prepararse la entrevista, es imposible no entender cada uno de sus gestos como algo estudiado. La callada por respuesta
En 1927, El cantor de jazz, primer largometraje comercial con sonido sincronizado, se convirtió en el emblema del paso del cine mudo al cine sonoro; en 2023 la conversación entre Jordi Évole y Macarena Olona ha inaugurado el paso de la entrevista sonora a la entrevista muda. Con 48 segundos de plano fijo de la abogada del Estado metida a ...
En 1927, El cantor de jazz, primer largometraje comercial con sonido sincronizado, se convirtió en el emblema del paso del cine mudo al cine sonoro; en 2023 la conversación entre Jordi Évole y Macarena Olona ha inaugurado el paso de la entrevista sonora a la entrevista muda. Con 48 segundos de plano fijo de la abogada del Estado metida a Liv Ullmann en Persona comenzó el programa y definió su tono.
Hay silencios elocuentes, expresivos, de la misma manera que escuchamos a diario discursos desiertos, inertes. No fueron, sin embargo, los suyos. A pesar de que Olona confesó haber sido incapaz de prepararse la entrevista, es imposible no entender cada uno de sus gestos como algo estudiado. La callada por respuesta. Ese tono menor de una señora que ha recriminado a muchas un rol un victimista y que ahora suelta suspiros de España y calla para otorgar, como si pretendiera emular a Rocío Jurado frente a Jesús Quintero.
Escenificó esa caída del caballo que han sufrido otros expolíticos de Vox cuando al salir han descubierto que en su exformación había miembros racistas, xenófobos, homófobos, machistas. ¡Quién podría haberlo imaginado! Las insinuaciones acerca de malversación de fondos y de ciertas fuerzas tuiteras camorristas que podrían pertenecer a los interiores del partido se dirimirán en los juzgados. Para todo lo demás, Mastercard.
Dijo que si vuelve a la política, lo hará por Granada. Llora como una mujer lo que no supiste defender como hombre, le habría dicho la antigua Macarena a la nueva. La nueva la callaría a golpe de Bernarda Alba: “¡Silencio! ¡Silencio, he dicho!
Su discurso puede ser cierto, aunque parezca inverosímil. De la misma manera que hay víctimas malas (que no dejan de ser víctimas), hay narradores poco fiables aunque estén diciendo la verdad. Cuando un mago revela sus trucos, y ella lo hizo al explicar cómo desmontaba en el Congreso a Bolaños o a Marlaska, el problema no es que pierdan interés los trucos futuros, es que pierde interés el mago. Como dirían Los del Río, Ay, Macarena.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.