‘Fast Forward’, la serie documental que desvela cómo la ciencia cambiará el mundo en menos de cinco años
Nelufar Hedayat, la periodista de investigación que entrevistó a Malala, se pone al frente de un formato original de Rakuten TV producido por VICE. “Si no compensamos la desigualdad, nos perderemos a la nueva Einstein en La India”, dice
Los satélites hacen nuestra vida más fácil. Pero, ¿quién se encarga de limpiar toda la basura espacial que generamos? Moribah Jah es un ingeniero aeroespacial que se define a sí mismo como ambientalista espacial. Fast forward, la serie original de Rakuten TV producida por VICE Media entrevista en cinco episodios de menos de 20 minutos a los responsables de los grandes avances tecnológicos emergentes.
Una empresa que trabaja con prótesis con las que unir la fisiología humana con la robótica tiene en la estrella de redes sociales Tilly Lockey a una de sus mejores embajadoras. Con e...
Los satélites hacen nuestra vida más fácil. Pero, ¿quién se encarga de limpiar toda la basura espacial que generamos? Moribah Jah es un ingeniero aeroespacial que se define a sí mismo como ambientalista espacial. Fast forward, la serie original de Rakuten TV producida por VICE Media entrevista en cinco episodios de menos de 20 minutos a los responsables de los grandes avances tecnológicos emergentes.
Una empresa que trabaja con prótesis con las que unir la fisiología humana con la robótica tiene en la estrella de redes sociales Tilly Lockey a una de sus mejores embajadoras. Con ella, muestra que la vida de personas con amputaciones puede mejorar sensiblemente gracias a la tecnología. Y la empresa española Novameat investiga en un laboratorio la forma de crear carne alternativa sin emplear materia animal. La periodista de investigación Nelufar Hedayat (Kabul, 35 años) se convierte en el rostro visible de este proyecto, que puede verse de forma gratuita en la plataforma y que nos desvela el trabajo de estos investigadores.
Llegó al norte de Londres como refugiada afgana siendo una niña y se ha convertido en una respetada periodista de investigación que se ha encargado de abrir los ojos a los espectadores británicos ante lo que estaba ocurriendo en la parte invisible del mundo. Presentó, coprodujo y escribió el documental Shot for Going to School para BBC, en el que logró entrevistar a Malala Yousafzai, ganadora del Premio Nobel de la Paz.
Se declara apasionada tecnófila. Durante la entrevista remota con este periódico muestra su casa llena de aparatos, incluido un anillo Oura en su dedo, que monitoriza a diario la salud de quien lo lleva. “Me gusta entender y analizar el mundo a través de datos. Creo de verdad que la tecnología puede ayudar a la especie humana”, defiende a finales de enero.
Pregunta: Uno de los puntos fuertes de la serie es el listado de entrevistados y los proyectos en los que están involucrados. ¿Era una forma de marcar la diferencia con respecto a contenidos similares?
Respuesta: Sí. Es el resultado del trabajo de un gran equipo de producción y de su empeño por encontrar a los más innovadores de entre los más innovadores. Queríamos mostrar y entrevistar a ese tipo de personas que buscan la forma de que seamos mejores como especie a través de la tecnología. A menudo, me sorprendía que el equipo hubiera dado con la única persona en el mundo que lo sabía todo sobre alguno de los temas que nos interesaba tratar.
P: Y que además esos entrevistados supieran explicarlo a los demás de forma sencilla...
R: Exacto. Porque los científicos no suelen ser muy buenos comunicadores (ríe). La idea de la serie es resumir la realidad de lo que es el futuro de la tecnología y la ciencia. Que el espectador entienda fácilmente qué va a ocurrir ya no en los próximos 200 o 300 años, sino en tan solo tres o cinco años.
P: ¿Por qué, después de contar muchas cosas, la mayoría de los capítulos terminan con una pregunta?
R: Nos hemos pasado días eligiendo entre todos esas frases finales. Era una forma de ser realista, de estar alerta para ser constructivos con este tipo de asuntos en vez de especulativos. Y de que el espectador reflexionara, se quedara con esa pregunta en la cabeza durante el resto del día.
P: ¿Hasta qué punto ha sido importante en Fast Forward democratizar el contenido con, por ejemplo, el lenguaje?
R: Nos parecía crucial que el lenguaje resultara accesible. Y que una mujer joven y no blanca fuera el rostro visible de un espacio televisivo sobre tecnología. Eran aspectos inesperados. El haber formado un equipo diverso da como resultado puntos de vista inéditos. Y hemos intentado reflejar esas nuevas miradas también en el lenguaje.
P: Hasta ahora, los grandes hitos de su carrera habían ocurrido con sus investigaciones en lugares como Libia, Indonesia, Vietnam y Afganistán. ¿Por qué decidió trasladar esa mirada a los asuntos del primer mundo?
R: En este primer mundo estamos a menudo enganchados a la novedad, a la tendencia, a lo sorprendente. En la ciencia y tecnología, son las innovaciones en las cosas más básicas, como las baterías sin litio, las que traen los grandes progresos. También en África. El avance con los teléfonos móviles ha generado en poco tiempo el mismo salto con respecto al acceso a la educación, a la información y a un modo de conectividad que en el hemisferio norte nos costó más de un siglo tener. Yo soy afgana. Y en el mundo hay un montón de chicas más listas, más motivadas y que merecen más cosas que yo, pero que no tienen el privilegio que yo tengo. Si no compensamos esa desigualdad, nos estamos perdiendo a la nueva Einstein en La India o a la nueva Marie Curie en América Latina. No olvidemos que el de la ciencia es un mundo que está muy relacionado con la política y la economía. La razón por la que Edison fue más exitoso que Tesla es porque era mejor hombre de negocios.
P: Casi en cada episodio, usted vive un momento en que se queda con la boca abierta con algo que le está mostrando uno de los entrevistados.
R: La belleza de Fast Forward es que tenemos la posibilidad de ver los capítulos como si fuéramos niños. Yo, que soy una empollona que tengo en la mesa del dormitorio el libro Tormenta en una taza de té: la física de la vida cotidiana [de Helen Czerski], no podía evitar fascinarme de forma genuina con esos experimentos incluso cuando los grabábamos varias veces. Parecen un truco de magia.
P: En los últimos tiempos, asuntos como el cambio climático y la desigualdad se han instalado en la conversación global. ¿Cree que ese debate se está traduciendo en un verdadero cambio social?
R: He presenciado lo que es la depravación humana, tanto individual como colectiva. Pero de vez en cuando también conozco a alguien que es igual de poderoso en el sentido contrario. Por ejemplo, Malala. Ella dice que un bolígrafo y un libro pueden cambiar una vida. Lo mismo ocurre con la ciencia y la tecnología. Hoy es el mejor día en la historia de la humanidad para estar vivo. Y lo mismo ocurrirá mañana. Y pasado mañana.
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