‘Saturday Night Live’ adelanta su crisis de los cincuenta
El programa cómico estrena este sábado su 48º temporada, tocado por la deserción de ocho de sus cómicos más queridos
El grito más famoso de la televisión estadounidense, “¡En directo desde Nueva York! ¡Es sábado por la noche!”, regresa este fin de semana al lugar, la NBC, y la hora, 23.30, de siempre [en la costa oeste se emite a las 20.30]. Tras el acostumbrado descanso por vacaciones, vuelve Saturday Night Live (SNL) para emitir su programa número 931. Será el inicio de su 48ª temporada, el más incierto que se recuerda en la historia reciente del programa, y que en España ...
El grito más famoso de la televisión estadounidense, “¡En directo desde Nueva York! ¡Es sábado por la noche!”, regresa este fin de semana al lugar, la NBC, y la hora, 23.30, de siempre [en la costa oeste se emite a las 20.30]. Tras el acostumbrado descanso por vacaciones, vuelve Saturday Night Live (SNL) para emitir su programa número 931. Será el inicio de su 48ª temporada, el más incierto que se recuerda en la historia reciente del programa, y que en España podrá verse en Movistar Plus+ el sábado 15 de octubre.
Ocho miembros de su carismático reparto lo han dejado en los últimos meses, y el productor ejecutivo y creador en 1975 de SNL, Lorne Michaels, de 77 años, ya advirtió hace dos semanas en la entrega de los Emmy, en la que recogió el premio al mejor programa de sketches cómicos, que este “será un año de transición, y los años de cambio siempre son difíciles”.
Las bajas más sensibles son las de Kate McKinnon, que se había erigido en el símbolo de la última reencarnación de una producción incombustible, y Pete Davidson, cuyas aventuras amorosas (la última, con Kim Kardashian) han multiplicado su fama de cómico de talento con pinta de colgado. También dijeron adiós en mayo Aidy Bryant, una actriz superdotada y la mujer tras las hilarantes imitaciones de políticos republicanos —de la trumpista Sarah Huckabee Sanders al senador de Texas Ted Cruz—, y Kyle Mooney, que era un referente en la sala de guionistas. Todos formaban parte de SNL desde principios de la década pasada, como parte de una promoción de comediantes que se benefició de la llegada a la Casa Blanca de esa inagotable fuente de parodias llamada Donald Trump, con quien la realidad solía superar a la broma.
A principios septiembre, otros tres integrantes del elenco se dieron de baja: Melissa Villaseñor, la primera latina de su historia, cantante e imitadora excepcional, Alex Moffat y el estadounidense de origen iraní Aristotle Athari, que solo estuvo un año en el reparto. El último ha sido Chris Reed, un rostro familiar para los espectadores del espacio nocturno desde 2017. Y en agosto, la productora Lindsay Shookus, otra histórica, también anunció que dejaba un proyecto que le ha valido cuatro premios Emmy.
Es habitual que los cómicos que integran el reparto abandonen el nido antes o después: por allí han pasado, antes de continuar con sus brillantes carreras, desde un jovencísimo Eddie Murphy a Tina Fey, y de Bill Murray a Jason Sudeikis (Ted Lasso). Pero esta es la deserción más amplia desde 1995, año en el que lo dejó el elenco casi al completo. ¿A qué obedece entonces esta última espantada? Cada cual tiene sus razones, obviamente, pero la semana pasada, el creador, Michaels, sugirió que de la sincronía también podría responsable la pandemia: “Creo que algunos se habrían ido antes, pero en mitad de algo así no tenían dónde marcharse”. En una entrevista con The New York Times, el veterano productor trató después de restarle hierro al asunto, aduciendo que el reparto, precisamente por la ausencia de bajas de los últimos años, estaba sobredimensionado, con “23 o 24 actores” que competían entre sí por obtener espacio en antena.
Para consuelo de los seguidores, siguen algunos de los rostros más conocidos, como Michael Che, que ha amagado también con abandonar el barco, y Colin Jost, presentadores de Weekend Update, el emblemático noticiario alternativo del programa cómico. Y la productora ya ha anunciado cuatro recambios: Marcello Hernandez, Molly Kearney, Michael Longfellow y Devon Walker. Todos han echado los dientes en el circuito de los monólogos, que goza de una robusta salud en Estados Unidos, pero sus caras dirán poco al público ajeno a esos escenarios. Hernandez es un cómico conocido en el área de Miami, Kearney, que ha participado en la serie A League of Their Own (Amazon Prime Video), ha pasado ya a la historia de SNL como su primer integrante de género no binario (en esta renovación se observa un esfuerzo inclusivo por parte de NBC), mientras que Longfellow y Walker han animado con sus chistes programas de cadenas especializadas como Paramount Comedy.
Está por ver si en su nueva encarnación, SNL continuará jugando la baza política que tan buenos resultados le dio durante la legislatura de Trump y la pandemia, hasta llevarlo a principios de 2021 a convertirse por primera vez en su historia en el programa de comedia más visto de la televisión estadounidense. La presencia de Washington aflojó después, ya con Joe Biden instalado en la Casa Blanca, pero sus críticos consideraron que era demasiado tarde, y que tanta política había alienado a un sector de su público (por lo demás, predominantemente demócrata). El último en denunciarlo ha sido el exmiembro de SNL Rob Schneider, que puso fecha exacta para la que considera una debacle partidista: la interpretación de McKinnon, caracterizada como Hillary Clinton, una de sus imitaciones más famosas, de la canción Hallelujah, de Leonard Cohen. Fue justo después de perder las elecciones contra Trump. Schneider creyó que al final llegaría una broma para rebajar la carga emocional del sketch, que McKinnon acabó con lágrimas en los ojos. “Pero no la hubo, y ahí me dije: ‘Se acabó. Se acabó. No va a volver”, ha dicho Schneider en una entrevista reciente.
Más allá de la política, todas las miradas estarán puestas este sábado en los nuevos fichajes, más que, como es habitual, en sus dos invitados, el principal, que hace un monólogo al principio y arrima el hombro al de los actores en los sketches, y el musical. En el primer capítulo cuentan con el debutante Miles Teller, intérprete al que tal vez recuerde por protagonizar la historia de superación jazzística Whiplash, o, más recientemente, Top Gun: Maverick. La estrella de hip-hop Kendrick Lamar ejercerá como invitado musical. Para la semana siguiente han programado al actor Brendan Gleeson y a la cantante Willow (hija de Will Smith y Jada Pinkett-Smith). Y en la tercera emisión, ambos papeles los asumirá la rapera Megan Thee Stallion. Esa clase de dobletes no es común: la última en hacerlo fue, con gran éxito, Billie Eilish durante la temporada pasada.
En los Emmy, Michaels además de agradecer su premio, también tuvo palabras de reconocimiento para “aquellos que podrían haberse ido y no lo han hecho”. “Nos mantendremos unidos. Hay algo en el ADN del programa, que hace que cuando sean 23.30 de un sábado, nos presentemos semana tras semana. Quiero agradecerles a todos por presentarse”. Cerca, sobre el escenario, estaba el presentador de la gala, el cómico de SNL Kenan Thompson. El año que viene cumplirá 20 años en el programa, que tiene su propio canal 24 horas en la plataforma de televisión por cable Peacock, donde pasan sin parar sketches del show. Sintonizarlo a cualquier hora del día es un ejercicio hipnótico que se parece al de un espeleólogo que contemplara los estratos de una roca y leyera en ellos la historia de la comedia televisiva estadounidense. Y sí, a ratos pareciera que Thompson siempre estuvo allí.
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