La falta de diversidad en ‘Friends’: el juicio a los seis del Central Perk
No queda claro si el pecado de la serie a ojos de su cocreadora, Martha Kauffman, fue no ser diversa racialmente o ser demasiado fiel a su momento y su lugar
En el primer capítulo de Loot (Apple TV+), comedia creada por Alan Yang y Matt Hubbard, Molly (Maya Rudolph), su millonaria protagonista, planea asistir con una flota de coches de alta gama a la inauguración de una casa de acogida edificada por su fundación benéfica “para llegar con estilo”. La directora de la ONG (Michaela Jaé Rodriguez) la reprende por el daño medioambiental. ¿Y qué hace Molly? Donar 10.000 dólares a ...
En el primer capítulo de Loot (Apple TV+), comedia creada por Alan Yang y Matt Hubbard, Molly (Maya Rudolph), su millonaria protagonista, planea asistir con una flota de coches de alta gama a la inauguración de una casa de acogida edificada por su fundación benéfica “para llegar con estilo”. La directora de la ONG (Michaela Jaé Rodriguez) la reprende por el daño medioambiental. ¿Y qué hace Molly? Donar 10.000 dólares a Greenpeace. “Así equilibramos, ¿verdad?”.
Martha Kauffman, cocreadora de Friends, ha decidido compensar la ausencia de personajes no blancos en su serie con una donación de cuatro millones de dólares al departamento de estudios africanos y afroamericanos de la universidad Brandeis, su alma mater. Según Kauffman, aquello se debió a su “interiorización del racismo sistémico que azota nuestra sociedad”. No queda claro si el pecado de Friends a sus ojos fue no ser diversa o ser demasiado fiel a su momento y su lugar. Años después, Lena Dunham recibió el mismo reproche por la también neoyorquina Girls y lo arregló con dos personajes episódicos con los que se enrollaba su Hannah, chimpún.
Shonda Rhimes, Judd Apatow y otros muchos creadores norteamericanos han firmado una carta pidiendo responsabilidad en el uso de las armas en la ficción. “Como narradores nuestro primer objetivo es entretener, pero también sabemos que nuestras historias tienen el poder de lograr cambios”. Lo que sucede cuando se le pega el apelativo sistémico a cualquier mal es que permitir el uso de armas a quien no le dejaríamos ni un carrito de la compra acaba importando para algunos lo mismo que mostrar armado al protagonista de una serie. Igual el juicio a los cinco de Central Park que a los seis del Central Perk. Qué difícil es ser rico y tener conciencia. Conciencia, sobre todo, de serlo.
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