El caso de la Ana Bolena negra a la inversa: el problema de diversidad en la ficción española
El Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA) explica en un informe que las series y películas en España representan poco y mal a personajes racializados, LGTBI+ y discapacitados
El debate que están manteniendo en los últimos días en redes sociales los espectadores españoles e internacionales en torno a la miniserie británica Ana Bolena, que estrena estos días HBO Max España, da buena cuenta de lo que el Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA) intenta reflejar en el informe anual sobre l...
El debate que están manteniendo en los últimos días en redes sociales los espectadores españoles e internacionales en torno a la miniserie británica Ana Bolena, que estrena estos días HBO Max España, da buena cuenta de lo que el Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA) intenta reflejar en el informe anual sobre la representación de personajes LGBTI+, con discapacidad y racializados en la ficción española que ha presentado este jueves a los medios. Parte de la audiencia se muestra en contra de que una actriz negra encarne en esta producción extranjera a la monarca del siglo XVI. El volumen de quejas es muy superior al de infinidad de casos que han ocurrido a la inversa en la ficción de cine y televisión.
Sirve de ejemplo el dato del estudio de ODA, que ha examinado un total de 49 películas y 49 series de ficción españolas del 2020. La representación de los personajes trans se ha disparado con respecto al año anterior gracias al estreno de Veneno. Su presencia en pantalla ha saltado a un total de 16 personajes, de los cuales 10 aparecen en la serie de Los Javis. Los seis restantes, apunta el informe, han sido interpretados en otras producciones por personas cisgénero en vez de por intérpretes trans, sin que este hecho haya despertado el nivel de protestas que está recibiendo la serie Ana Bolena.
Gracias a la excepción de Veneno, los personajes trans son el único colectivo analizado a que mejora su visibilidad en la ficción española en comparación con 2019. Por ejemplo, los personajes no binarios, asexuales o intersexuales sencillamente no existen. Ni uno solo de los 1.171 que aparecen en las producciones españolas analizadas por este estudio lo es.
Y solo un 7,3% de estos personajes son racializados, frente al 8,2% del año anterior. “Pocas narrativas se centran en la integración social de personas racializadas en la sociedad española, ya que normalmente son personajes que no tienen mucha relevancia en las tramas principales y sus historias se ven opacadas por las narrativas de los protagonistas blancos”, apunta el estudio.
El caso de las mujeres también refleja el problema cualitativo, y no tanto cuantitativo, de la diversidad en las ficciones españolas. Aunque cada vez hay más propuestas audiovisuales centradas en grupos de mujeres protagonistas, en su gran mayoría muestran a féminas blancas (solo en un 5,3% de los casos no lo son), cisgénero y heterosexuales.
El análisis de ODA incluye por primera vez a personajes con discapacidad, gracias a la colaboración con el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI). Hay 25 personajes con discapacidad del total de personajes analizados este año, 18 aparecen en 12 series y los siete restantes lo hacen en seis películas. Solo suponen un 2,4% y un 2,1% respectivamente, por lo que están infrarrepresentados. Como ocurre con el colectivo trans, estos personajes no suelen estar interpretados por personas con discapacidad, aun cuando el 10% de la población española pertenece a este grupo, según datos del CERMI.
Visibilidad con esterotipos
En muchos de estos casos, la diversidad en pantalla solo sirve para perpetuar estereotipos, como discapacitados “con mal carácter o superpoderes”, mujeres trans “representadas como hombres con peluca” o personajes bisexuales “perdidos y oscuros”, comentaba este jueves Emilio Papamija, director del informe y responsable de la representación trans, durante la presentación del mismo. “Incluso grandes productoras deciden no hacerlo contratar a asesores y profesionales adecuados, a pesar de tener los recursos necesarios para hacerlo”, lamentaba.
Los datos recopilados reflejan que el cine es mucho menos diverso que la televisión en España. En pantalla grande, solo el 3,8% de las personas que aparecen en sus relatos son LGTBI+, frente a un apabullante 96,2% de personajes cisgénero y heterosexuales. En televisión, los datos son algo distintos: un 8,2% frente a un 91,8%. Una de las soluciones para atajar estos retratos negativos es la de contar con representantes de estos colectivos en los equipos creativos de las producciones, como la dirección, el guion o la producción, apunta ODA.
Para este estudio, la organización ha empleado una metodología consultando con GLAAD, la asociación estadounidense que lleva décadas monitorizando la diversidad en la ficción estadounidense. ODA ha combinado y adaptado al contexto local dos de sus análisis: el informe Where we are on TV sobre las series de televisión, y el informe Studio Responsibility Index sobre las películas de ficción.
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