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Tentación Cacao

La estrategia del lanzamiento de ‘La última tentación’ no ha estado a la altura. Nadie se está enterando de nada

La ultima tentacion
Isaac 'Lobo' y Lucía, una de las parejas participantes de 'La última tentación'.Mediaset

La noticia de que volvía La isla de las tentaciones a Telecinco fue recibida con loor por el público. Esta vez se trataba de su edición Grandes Éxitos (llamada La última tentación). Todos los televidentes deseando disfrutar, por cuarta vez, la desdicha ajena. La estrategia del lanzamiento, sin embargo, no ha estado a la altura. Nadie se está enterando de nada. “¿Pero esto no lo han echado ya en Mitele?” “Oye, que lo ponen hoy y mañana”, ”Que no, que uno del trabajo me lo ha mandado por We...

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La noticia de que volvía La isla de las tentaciones a Telecinco fue recibida con loor por el público. Esta vez se trataba de su edición Grandes Éxitos (llamada La última tentación). Todos los televidentes deseando disfrutar, por cuarta vez, la desdicha ajena. La estrategia del lanzamiento, sin embargo, no ha estado a la altura. Nadie se está enterando de nada. “¿Pero esto no lo han echado ya en Mitele?” “Oye, que lo ponen hoy y mañana”, ”Que no, que uno del trabajo me lo ha mandado por WeTransfer”. Hasta aquí ha ido el desastre: Mediaset ha conseguido que se piratee semejante contenido. Ponerlo en Mitele era una idea que en los mentideros de internet se consideraba cuanto menos arriesgada, porque si uno elige televisión de pago es para ver algo de lo que se pueda presumir, no para consumir algo que solo cuela si se comenta de forma irónica.

Ignoro qué elenco de profesionales del marketing ha perpetrado este caos, pero el lunes pasado los internautas imprecaban a Sandra Barneda para que la presentadora arrojara un poco de luz. Así que lo que se vio en Mitele era un avance (de pago) que se emitió asimismo la semana pasada (en abierto), y el contenido real lo veremos a la hora de Alta tensión, que se va a las mañanas. ¿Es la mejor hora para un reality? El martes lo sabremos.

Lo que tenemos ya claro es qué pasa al final, porque hacer que los participantes guarden el secreto es como pretender que un niño no se ría si se tira un pedo: impensable. De momento vuelve Gonzalo, el ¿concursante? (¿concursa esta gente?, ¿podemos decir sin rubor que el premio es “el amor”?) que fue abandonado no por los cuernos sino por la vergüenza ajena. No se pierdan a este chico; es como ver a tu padre bailar borracho. Esa es mi apuesta para esta edición que se estrena de verdad, o no, este lunes. Ni Sandra sabe ya qué pasa.

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