La canción de Blas Cantó para Eurovisión: plana y sin chispa, como un algoritmo

La balada ‘Voy a quedarme’ representará a España y RTVE en Róterdam el 22 de mayo

Blas Cantó durante un ensayo de la gala del sábado para elegir la canción española de RTVE para Eurovisión.Raul Tejedor
Madrid -

Los humanos somos seres insatisfechos y protestones. También existe gente menos exigente, claro, pero cuando se habla de Eurovisión… Ahí está un amplio grupúsculo: insatisfechos y protestones. Se exigió a los organizadores de Eurovisión que no sometieran nunca más al albedrío popular la elección de nuestro representante en el festival, que luego pasaban episodios ingobernables como el de Chikilicuatre. Les demandaron una fórmula más a lo Europa de ...

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Los humanos somos seres insatisfechos y protestones. También existe gente menos exigente, claro, pero cuando se habla de Eurovisión… Ahí está un amplio grupúsculo: insatisfechos y protestones. Se exigió a los organizadores de Eurovisión que no sometieran nunca más al albedrío popular la elección de nuestro representante en el festival, que luego pasaban episodios ingobernables como el de Chikilicuatre. Les demandaron una fórmula más a lo Europa de norte, que de ganar este festival saben mucho. O sea: que un comité de expertos eligiera a alguien con cierto bagaje (y buena voz), con recorrido, pero no muy popular; una vez hecha la elección, trabajarla con tiempo y elegir minuciosamente la canción.

Blas Cantó fue elegido por un sanedrín musical en octubre de 2019, cuando el festival se celebraba en mayo de 2020. Un perfil idóneo. El murciano se curtió en Auryn y llevaba encauzada una carrera en solitario. Un profesional. Y había tiempo para trabajar. Perfecto. Pero nos atacó la pandemia. Ahora llega el momento y ha pasado casi año y medio desde la elección. Mucho tiempo para prepararlo. Demasiado. Tanto, que Blas Cantó parece ya un exrepresentante de España en el festival, como Miki Núñez o Manel Navarro.

Las canciones, eso sí, son nuevas, ya que se descartó la que fue elegida para Eurovisión 2020 (edición, recordemos, que no se celebró). Son temas nuevos, pero no novedosas. Parecen seleccionadas bajo la obsesión por lo que triunfa en la sección de pop comercial en Spotify. Las dos que presentó Blas Cantó, por otra parte un tipo competente, parecían seleccionadas por un algoritmo. Dos piezas sin pellizco ni garra, un hilo musical destinado a sonar de fondo mientras uno trasiega en sus redes sociales (lo que antes era planchar). A Voy a quedarme (cuatro compositores), la balada, le falta epicidad, tragedia, solemnidad; Memoria (otros cuatro compositores), más animada, carece de travesura, chispa, incorrección. Recuerdan a Ed Sheeran, Shawn Mendes... Hemos dicho eso: recuerdan... El algoritmo. No existe nada original, se ignora la sorpresa. Hasta un autotune nos hubiese hecho alzar la ceja. Pero no.

Blas Cantó las defendió con entusiasmo y demostrando solventes condiciones vocales en la gala Destino Eurovisión (en La 1 de TVE), donde se dilucidó la ganadora, la que representará a España y RTVE en Eurovisión 2021. Ganó Voy a quedarme, la más votada por el público, una canción de buena voluntad en la que no pasa nada. Empieza, continúa y acaba. Y ya.

En el programa, que resultó algo pesado al querer alargarlo hasta las dos horas, Blas Cantó interpretó otros temas con compañeros: Edurne, Cepera, Pastora Soler... Uno de ellos fue Complicado, del primer disco en solitario de Cantó, junto a Vanessa Martín. Y, caramba, esta pieza sí sangró. Por lo demás, el intérprete ofreció una imagen cálida y carismática durante la gala. Si a otros participantes de los últimos Eurovisión se les veían flor de un día, Cantó apunta a una larga carrera.

El festival de Eurovisión es el 22 de mayo en Róterdam (Países Bajos). Están por ver los detalles, por el tema de la pandemia. Como no tenemos ánimos para la lírica, el representante español hasta nos puede dar una alegría. Se trata de no hacer el ridículo y de quedar por encima del 20. Eso ya sería más que lo conseguido por España en los últimos cinco años.

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