Las series españolas entran en la fase 1

Durante más de dos meses, los platós de las series españolas han estado vacíos. Mientras que otros programas de televisión han podido mantener su emisión reduciendo el equipo presente en el estudio o trabajando desde casa, las producciones de ficción que se estaban rodando ...

Durante más de dos meses, los platós de las series españolas han estado vacíos. Mientras que otros programas de televisión han podido mantener su emisión reduciendo el equipo presente en el estudio o trabajando desde casa, las producciones de ficción que se estaban rodando tuvieron que parar completamente. En este tiempo, se han dedicado a labores como el montaje de lo que ya tenían grabado, la reescritura de guiones adaptándolos a los nuevos tiempos o, directamente, preparar la vuelta al plató. Para algunas series, la vuelta al trabajo llegó el pasado lunes, con toda España, al menos, en la fase 1 de la desescalada.

Entre las primeras en regresar han estado las series diarias. Aunque estas producciones trabajan con un margen de más de dos meses entre la emisión y el rodaje, la larga suspensión de las grabaciones ha provocado que esa reserva de episodios se haya reducido considerablemente. “Nosotros podíamos haber aguantado dos semanas más sin rodar sin que corriera riesgo la emisión, pero es cierto que el colchón mengua”, cuenta Luis Santamaría, productor ejecutivo de la serie de La 1 Acacias 38. En Amar es para siempre, de Antena 3, su director Eduardo Casanova reconoce que ya estaban con el agua al cuello: la serie de Diagonal TV tiene episodios listos para emitir hasta el 11 de junio, un margen que parecía más que razonable cuando pararon el rodaje el 13 de marzo pero que ya obligaba a regresar al trabajo si querían llegar a tiempo.

TVE decidió recortar la duración de las series de la tarde durante el estado de alarma para así ganar algo de tiempo, pero a lo largo de junio se restablecerá la emisión de los episodios con su duración habitual. Por eso, Boomerang TV decidió volver a grabar Acacias 38 el pasado lunes con un plan de producción rediseñado para las nuevas circunstancias. “El parón nos ha obligado a reinventarnos en todos los sentidos”, dice Santamaría.

Los guionistas de Acacias 38 han aprovechado la cuarentena para reescribir las historias y evitar secuencias con muchos personajes, eliminar escenas íntimas y minimizar el contacto físico. En el caso de una de las tramas, que implicaba mayor contacto entre los personajes, se ha optado por aparcarla durante un tiempo para retomarla cuando las circunstancias lo permitan. “En las acotaciones de los guiones, donde antes ponía ‘se besan’ o ‘se abrazan’, ahora pone ‘se miran intensamente”, explica Casanova sobre las tramas de Amar es para siempre. “Si hay un formato que puede soportar esto es la serie diaria, con un lenguaje muy referido. Si una pareja sale por una puerta y antes se han mirado con intensidad, el espectador mentalmente suma lo que no le estamos dando”, añade.

Tanto Casanova como Santamaría destacan la reinvención que ha supuesto el regreso para series que ya tenían muy establecida y engrasada su maquinaria de trabajo. Incluso han cambiado las jornadas de trabajo: en Acacias 38 han pasado de rodar de 8.00 a 19.00 con dos equipos paralelos de unas 60 personas cada uno que paraban para comer juntos, a estar divididos en tres equipos más reducidos con jornadas continuas en las que unos entran hacia las 7.00 y otros, hacia las 15.00, y que trabajan en platós que no se comunican entre sí. Cada miembro del equipo cuenta con un catering individualizado para que no se tengan que reunir para comer. A ello se suman las alfombras desinfectantes, mascarillas, guantes, pasillos de un solo sentido y el uso de los sets, que se desinfectan secuencia a secuencia, solo durante el tiempo imprescindible. En Amar es para siempre han contratado una figuración fija, en lugar de cambiar cada día sus numerosos extras. Además, recurren a trucos de cámara y montaje para que en pantalla parezca que los actores están más cerca de lo que realmente están. “Cada día desinfectamos las zonas comunes, y todo el vestuario y atrezzo que se va a usar al día siguiente se mete en una sala para desinfectarlo con ozono”, dice Eduardo Casanova.

Mirador de Montepinar también ha vuelto a cobrar vida esta semana. La que se avecina ha retomado el rodaje de los últimos capítulos de su 12ª temporada (los primeros ocho episodios se estrenaron el viernes en Amazon Prime Video), que llevaba suspendido desde el 12 de marzo. Dentro del protocolo que ha elaborado la productora Contubernio para este regreso se encuentra la duplicación de las salas de maquillaje y peluquería y la multiplicación de las pantallas desde las que el equipo técnico sigue la grabación dentro y, sobre todo, fuera del plató. “Entrar en las instalaciones ahora es un cristo: hay que hacer cola con la separación necesaria, te toman la temperatura, desinfectas las suelas…”, explica Alberto Caballero, creador y productor de la serie de Telecinco. A la seguridad del día a día, se suma el trabajo de un equipo de desinfección que nebuliza las instalaciones y frota las zonas que tocan con más frecuencia.

En su caso, también han tenido que retocar el guion de algunas secuencias, “pero hemos tenido suerte porque no nos quedaban muchas escenas de besos o cosas así”, dice Caballero. Pone como ejemplo una escena en la que la presencia de la actriz Petra Martínez, de 75 años, se ha sustituido por una llamada por teléfono del personaje. Porque para los actores mayores de 65 años han establecido un protocolo especial, mientras que los menores de edad todavía no tienen permiso de la Comunidad de Madrid para regresar al rodaje. Ahora les queda unas cuatro semanas de rodaje en plató. El siguiente paso para ellos será tramitar los permisos para trabajar en exteriores. “Mientras, grabamos lo que oficialmente nos dejan, en un plató como si fuera un laboratorio. Pero al final te acostumbras a todo, no hay más remedio”, añade Caballero.

En localizaciones naturales y exteriores está rodando 3Caminos, serie que prepara Ficción Producciones para Amazon Prime Video y que tendrá al Camino de Santiago como hilo conductor mientras muestra las vivencias de varios personajes en diferentes momentos de su vida. La producción, que ha aprovechado el parón para montar los dos capítulos que ya tenían grabados y componer su banda sonora, ha retomado esta semana las grabaciones en Pamplona tras comprobar que todo el equipo había dado negativo en los tests PCR y alojar a los trabajadores en dos hoteles abiertos solo para ellos.

Como explica Mamen Quintas, productora ejecutiva de la serie, el rodaje cuenta ahora con un sanitario presente permanentemente en el set que todos los días toma la temperatura al equipo y vigila que se cumplan las medidas de seguridad. Además, una máquina de ozono sirve para desinfectar diferentes utensilios. Maquillaje, vestuario, comida… todo ha precisado un protocolo nuevo para que todo esté personalizado. “Es un poco latoso pero se puede rodar así, que es lo que queríamos”, dice Quintas. En su caso, la complicación vendrá tras el rodaje en España, previsto hasta el 20 de julio. A continuación, si el plan siguiera su curso, tocaría grabar en Portugal, Corea del Sur y México. “Nuestros coproductores coreanos nos decían esta semana que hay un pequeño rebrote en Corea del Sur, e ir a México ahora es inviable… Lo vamos a dejar para el final para ver si podemos”, concluye Quintas.