El confinamiento amable de las comedias de situación
Durante el aislamiento por la Covid-19, series como ‘Friends’ y ‘The Office’ experimentan un repunte en las plataformas
Estos días de cuarentena, Laura Villar, de 30 años, está volviendo a ver Friends por tercera vez, o quizá más, porque antes solía ver capítulos sueltos por la televisión. ¿Por qué volver a la serie justo ahora? “Porque no tengo nada mejor que hacer, porque me gusta y así desconecto un poquito de todo y al menos me río. Además, Friends es una serie que pase el tiempo que pase siempre me hace pasar un buen rato, lo que veo en la serie son cosas cotidianas, como que no pasan en el tiempo, lo que ves en la serie podría pasar ahora mi...
Estos días de cuarentena, Laura Villar, de 30 años, está volviendo a ver Friends por tercera vez, o quizá más, porque antes solía ver capítulos sueltos por la televisión. ¿Por qué volver a la serie justo ahora? “Porque no tengo nada mejor que hacer, porque me gusta y así desconecto un poquito de todo y al menos me río. Además, Friends es una serie que pase el tiempo que pase siempre me hace pasar un buen rato, lo que veo en la serie son cosas cotidianas, como que no pasan en el tiempo, lo que ves en la serie podría pasar ahora mismo perfectamente”, responde por teléfono esta madrileña que ahora reside en Barcelona. El visionado de comedias como Friends o The Office experimentan estos días un repunte en las plataformas digitales.
Esa idea de lo cotidiano que comenta Villar es uno de los factores que resalta José Ramón Ubieto, profesor colaborador de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya, al explicar el revisionado de este tipo de comedias durante el aislamiento. “La sitcom es casi un confinamiento por antonomasia, series que ocurren en espacios muy reducidos. El éxito de estas series reside sobre todo en que analizan y tratan la vida cotidiana, como Seinfeld, que digamos habla de la nada, porque en realidad no pasa nada”, explica en conversación telefónica. “Ese es uno de sus atractivos, recrear nuestra vida sin sobresaltos. No hay muerte, no hay catástrofe, son sobre la vida, pero justo por eso trata temas que nos preocupan cotidianamente, como las relaciones de pareja, la amistad, el éxito y el fracaso profesional”.
Al mismo tiempo que las plataformas y productoras invierten en superproducciones televisivas con grandes ideas y presupuesto, como La casa de papel, cuya cuarta temporada se estrenó el pasado 3 de abril, hay otro tipo de contenido, de menor duración por episodio e intensidad, pero con mayor recorrido en las plataformas, ya que se visionan una y otra vez. Del 6 al 12 de abril, cuando gran parte de la población permanecía aislada en su casa, cinco de las diez series más vistas en Estados Unidos, según el Binge Report de la plataforma TV Time, fueron sitcoms: Friends, Brooklyn Nine-Nine, The Office, Community —que este mes ha entrado a formar parte del catálogo de Netflix tras hacerse con los derechos, que comparte con Sky y Amazon Prime Video— y Cómo conocí a vuestra madre. Del 24 de febrero al 1 de marzo, justo antes de la pandemia, en este ranking solo estaban Friends, con datos en negativo que ya ha recuperado, y Brooklyn Nine-Nine.
Friends no es la única serie que está viendo Villar, confiesa, estos días también ha seguido la cuarta temporada de La casa de papel y ha empezado Vis a vis. Pero con la comedia estadounidense desconecta más, insiste. “En vez de ponerme a ver un dramón o alguna serie de suspense, con esta lo único que hago es reírme. Es como una vía de escape, cuando no quiero pensar en nada y no estar pendiente de las noticias o estar sin hacer nada y que se me venga la casa un poco encima”.
“El éxito actual de estas series reside en que suponen un confinamiento amable”, explica Ubieto. “Es una necesidad de hacer de lo que nos está ocurriendo algo familiar, de reducir la incertidumbre”. Todos los estudios actuales sobre el confinamiento, según el profesor, inciden en que “los factores de incertidumbre son los que aumentan los niveles de angustia”. “Estas series son series de la nada, que no pasa nada. Al final acaban todas, no hay suspense, son conclusivas”, continúa el profesor, quien destaca la importancia de que se tiene el control de la situación: “Y eso en un momento en el que no tenemos el control de nada es beneficioso”, añade Ubieto.
No es fácil obtener datos sobre las series más vistas, ya que las plataformas suelen ser opacas a este respecto, pero la guerra de precios ofrece un panorama sobre la relevancia de estos contenidos. Friends concluyó en 2004 tras diez temporadas pero, en realidad, nunca se fue. Desde entonces ha estado entre los títulos más vistos de las plataformas que las han ido ofreciendo en streaming.
La comedia resulta tan rentable que en 2018 Netflix se vio obligada a renovar, desesperadamente, el contrato que le había permitido tenerla en su catálogo estadounidense. Hasta entonces, había pagado 30 millones de dólares por tres años. Tenerla un año más le costó 100 millones. A finales del año pasado, sin embargo, la serie se retiró de todas las plataformas como parte de la estrategia de la dueña de sus derechos, Time Warner, de tenerla en exclusiva en su plataforma HBO Max. Sin embargo, durante los primeros meses en los que la serie no estuvo disponible, las ventas en DVD y Blu-Ray se triplicaron, según informó Warner Media (que no da más datos) a finales de febrero. En España, donde los acuerdos son diferentes y no hay previsión de que aterrice HBO Max, Friends continúa disponible en las grandes plataformas.