Lo mejor y lo peor del Galaxy Ring, el primer anillo inteligente de Samsung
El dispositivo ofrece un seguimiento preciso de la actividad física y un monitoreo detallado del sueño, pero es caro y solo compatible con Android
Algo tendrán los anillos inteligentes para conquistar a figuras como el deportista Shaquille O’Neal, el príncipe Harry de Inglaterra o el fundador de Google, Larry Page. Ellos optaron por Oura, un accesorio con años de trayectoria. Ahora Samsung saca pecho y quiere hacer competencia con su primer anillo inteligente: el Galaxy Ring. EL PAÍS ha probado durante unos días esta joya, que además de monitorizar todo tipo de constantes vitales, destaca frente a múltiples relojes inteligentes porque casi alcanza la semana de autonomía. Aunque es un anillo que cumple y con un gran potencial, solo está disponible para usuarios con un móvil Android y aún tiene margen de mejora. Estos son sus pros y sus contras.
Lo mejor
- Un anillo a medida
Cuando Cenicienta perdió uno de sus zapatos de cristal en las escaleras del palacio, el príncipe ordenó a sus consejeros reales ir de casa en casa probándoselo a todas las jóvenes del reino. Tener un primer contacto con el Galaxy Ring se siente un poco como ser una de esas jóvenes. En este caso, no hay zapato ni príncipe. Pero sí un repartidor que aparece en casa para que uno se pruebe varios anillos.
Lleva consigo un kit de prueba gratuito con nueve anillos de plástico de diferentes tallas. El primer paso es elegir el que mejor encaja. El anillo es de titanio, tiene un acabado elegante y está disponible en tres colores: dorado, plateado y negro.
- Un vistazo a tu salud
El dispositivo monitoriza lo que el usuario se mueve —los pasos, los minutos y las calorías—, la frecuencia cardiaca y el sueño. Registra tanto las horas que duerme como la temperatura del cuerpo, los niveles de oxígeno en sangre y las fases del sueño. Además, Samsung ha creado una métrica que se llama puntuación de energía. Se calcula con el análisis del sueño, la actividad y la frecuencia cardíaca. “Te ayuda a saber cuándo tu cuerpo necesita un descanso y te ayuda a encontrar el equilibrio adecuado entre actividad y descanso”, indica.
La puntuación oscila entre 0 y 100 y puede ser excelente, buena, regular o necesitar atención. Las mediciones del anillo se pueden consultar en el móvil, son bastante acertadas y vienen acompañadas de gráficos visualmente atractivos.
- Una batería para enamorarse
Uno de los puntos fuertes del Galaxy Ring frente a relojes inteligentes de gigantes tecnológicos como Samsung o Apple es la batería. Cuando uno se acostumbra a una batería que dura poco más de un día, no preocuparse por cargar el anillo en seis o siete días resulta un auténtico lujo. Pese a ello, el objetivo de Samsung con este anillo no es destronar a los smartwatches. Hay una gran diferencia entre estos dispositivos: el anillo es mucho más simple, no da la hora ni muestra notificaciones y carece de algunas funciones avanzadas como la de realizar electrocardiogramas.
- Un estuche de carga premium
Algunos anillos inteligentes como Oura tienen una base de carga para llenar la batería. La opción de Samsung para cargar el Galaxy Ring resulta más útil —también para transportar el anillo— y estética. Se trata de un estuche de carga transparente con un acabado premium. Al colocar el anillo en su interior, un indicador LED circular muestra el nivel de carga. La batería se rellena por completo en una hora y media.
Lo peor
- Un dispositivo que podría ser más cómodo
El Samsung Galaxy Ring cuesta 449 euros. Además de ser caro, le pasa lo que a otros anillos inteligentes. Es un anillo grande y se nota. Mide 7 milímetros de ancho y 2,6 milímetros de grosor. Desde Samsung recomiendan llevarlo en el dedo índice, pero aseguran que en otros dedos también funciona. “Tanto si estás escribiendo en un teclado, cocinando o incluso durmiendo, el formato delgado del Galaxy Ring y su ligera estructura de titanio son tan cómodos que te olvidarás de que está ahí”, afirma Samsung. Para algunas personas, esto es real. Pero si se está acostumbrando a llevar anillos finos y bastante más pequeños, el Galaxy Ring choca con otros dedos y resulta difícil olvidarse de que ‘está ahí'. Pese a ello, con sus 2,3 gramos de peso, es un anillo ligero.
- Una discoteca en el dedo
A veces portar este anillo se siente como llevar una discoteca en el dedo. El Galaxy Ring tiene tres sensores que Samsung aconseja colocar en la parte inferior del dedo. Es fácil saber dónde están, porque está indicado con una pequeña línea en la parte exterior del anillo. Esta marca queda en el interior de la palma de la mano, por lo que no llama la atención. Los sensores cuentan con unas luces que se encienden de forma intermitente. De día pasan totalmente desapercibidas.
Sin embargo, en ambientes oscuros como el cine o al estar en la cama por la noche, es fácil notar cómo tu dedo se ilumina con destellos verdes y rojos.
- Una medición de oxígeno en sangre un tanto imprecisa
En las pruebas realizadas por este periódico, los datos de oxígeno en sangre han resultado en alguna ocasión un tanto imprecisos. Un nivel de saturación de oxígeno normal oscila entre el 95% y el 100%, según MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. “Contacte a su profesional de la salud si su nivel de saturación de oxígeno es del 92% o menos. Si cae al 88% o menos, busque atención médica inmediata”, indica el organismo. En las pruebas realizadas por este periódico, alguna noche han llegado a alcanzar el 83%. Es importante tener en cuenta que el Galaxy Ring no es un dispositivo médico. Samsung lo sabe: “Ten en cuenta que la monitorización de oxígeno en sangre solo está pensada para controlar tu forma física y bienestar, y no para el diagnóstico o tratamiento de ninguna enfermedad”.
- Compatibilidad y reparabilidad
Malas noticias para los usuarios de un iPhone. El Galaxy Ring solo es compatible con móviles con Android 11.0 o superior y una memoria mínima de 1,5 GB y hay algunas funciones —como tomar una foto con el móvil al pellizcar los dedos— que solo están disponibles en determinados móviles de Samsung. A ello se suma que si en un futuro la autonomía del anillo se deteriora, no es posible cambiar únicamente la batería. Lo mismo ocurre si se raya o se daña: no es posible cambiar solo la parte exterior del anillo. Como indica Samsung, “no puedes sustituir los componentes del Galaxy Ring”. Es decir, habría que comprar otro anillo completamente nuevo.