UN PROYECTO DE SAMSUNG

El diseño que esconde esta noticia (y el dispositivo desde el que la lees)

Es crucial en la web y la app de un periódico, y también en el dispositivo desde el que accedes a esa web. Los usuarios exigen diseño para una mejor usabilidad

Previsualización del nuevo diseño en internet de EL PAÍS en el televisor Neo QLED de Samsung.

Asegura David Hockney que la única diferencia entre el arte y el diseño es que este último no tiene que emocionar (a menos que sea el diseño de un buen autobús, puntualiza como buen británico). El diseño tiene en cuenta la estética y el sentimiento, pero es mucho más que eso. Un diseño bonito sin un propósito concreto es un fracaso. Y esta máxima se puede aplicar a cualquier campo. Desde el periódico donde estás leyendo este texto hasta el dispositivo donde lo haces. Empecemos analizando el primero.

EL PAÍS ha cambiado su diseño. Ha modelado su estructura para subrayar los contenidos sin molestar al lector.  “Para hacer estos cambios hemos tenido que rediseñar todo, desde las tripas”, señala Fernando Hernández Puente, director de arte de EL PAÍS. “Pero el resultado es continuista, da importancia al contenido y a la finalidad del periódico”. 

Así es la nueva imagen de EL PAÍS en el dispositivo móvil Galaxy Z Fold3 5G.

El secreto de un buen diseño es que este no sea el protagonista. Todos los cambios que Hernández Puente ha aplicado tienen una traslación práctica. Por ejemplo, El País ha pasado de ser un periódico en abierto a ser uno de pago. Por eso la portada ahora es más corta, resaltando los temas propios y limitando su longitud, que pasa de 25 scrolls a 15.

El diseño es un aspecto clave de cualquier producto, pero se revela como algo imprescindible en un objeto tan cotidiano como el móvil. “Los teléfonos inteligentes se han convertido casi en complementos de moda”, señala Hernández Puente. “La belleza, la originalidad, el usuario da importancia a estos aspectos. Por ejemplo, los móviles de Samsung que se doblan son originales y llamativos”.

Hemos tenido que rediseñar todo, pero el resultado es continuista, da importancia al contenido y a la finalidad del periódico
Fernando Hernández Puente, director de arte de EL PAÍS

Desde su debut en 2019, la serie Galaxy Z Fold, gracias a su revolucionaria forma, ha redefinido las capacidades de entretenimiento y productividad en un smartphone. Estos teléfonos plegables son un prodigio del diseño y la tecnología, la bisagra con la que se pliegan es más fina que un cabello humano. Por otro lado, la serie Galaxy Z Flip, con su formato concha, actualiza aquellos teléfonos retro de principio de los dosmiles. Kang, Vicepresidente Senior y Jefe del Equipo de Diseño de Samsung Electronics, resumió hace poco la filosofía detrás del diseño de los productos estrella. “En estos días, nuestros smartphones siempre están en la mano y cada vez se convierten más en elementos que expresan nuestra individualidad y preferencias”, señalaba. “Por eso nos esforzamos en lograr un diseño que refleje la forma en que los consumidores usan sus teléfonos en la actualidad”.

Pero el diseño en aparatos tecnológicos tiene muchas más capas. “También hay que tener en cuenta el software, la forma en la que se abren y cierran las apps, la interacción, los iconos. Estas microanimaciones dan personalidad a un producto”, apunta Hernández Puente. En Samsung entienden el diseño de sus productos como una construcción de Lego. Si falla una pieza, la construcción se viene abajo.

Para el diseño de un terminal intervienen expertos en diseño industrial, diseñadores de interfaces, gráficos, multimedia, responsables de la estrategia de diseño, ingenieros estructurales, ingenieros mecánicos... “Si alguien pregunta quién ha diseñado x teléfono, es imposible señalar a una persona en concreto o incluso a un equipo en concreto”, confesaba el año pasado en una entrevista Henry Hongmin Kim, Vicepresidente y responsable de estrategia de diseño para la división móvil de Samsung.

Con el rediseño, EL PAÍS apuesta por una portada más corta, resaltando los temas propios y limitando su longitud, que pasa de 25 scrolls a 15.

Más allá de este periódico, más allá del dispositivo en el que lo lees, todo lo que hay a tu alrededor todo es diseño. La silla donde te sientas, los anuncios que ves, el coche en el que te mueves... Puede que sea menos llamativo que una obra de arte, a fin de cuentas no suele ir enmarcado (a menos que sea el televisor Samsung The Frame) y tiene una finalidad tan práctica que ha perdido su halo de misterio. Pero el diseño tiene mucho trabajo detrás, busca la belleza pero sobre todo busca resolver problemas. Y a veces, sobre todo si estamos hablando de autobuses, puede incluso emocionar.

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