Más nube, mallas de seguridad y algoritmos éticos: tendencias para el año I de la inmersión digital
La pandemia ha acelerado la transformación de la sociedad y la economía. Diferentes expertos valoran si el mundo caminará por la misma senda o aparecerán nuevas realidades y herramientas
De tanto repetirlo, se ha convertido en un lugar común. El año de la pandemia ha sido el año de la transformación. Una inmersión digital sin precedentes, obligada por un virus que ha forzado tanto a la economía como a la sociedad a refugiarse en casa. El mundo ha vivido en remoto —y con distanciamiento social— durante casi todo 2020. Diferentes tecnologías, como la computación en la nube, la ciberseguridad, la automatización, las videollamadas y el comercio electrónico, han disparado su aceleración. Otras han vivido...
De tanto repetirlo, se ha convertido en un lugar común. El año de la pandemia ha sido el año de la transformación. Una inmersión digital sin precedentes, obligada por un virus que ha forzado tanto a la economía como a la sociedad a refugiarse en casa. El mundo ha vivido en remoto —y con distanciamiento social— durante casi todo 2020. Diferentes tecnologías, como la computación en la nube, la ciberseguridad, la automatización, las videollamadas y el comercio electrónico, han disparado su aceleración. Otras han vivido un renacer inesperado. Ahí están los códigos QR.
Está claro que 2020 ha sido el año que vivimos digitalmente. La duda que se presenta es si los próximos 365 días transcurrirán por la misma senda o surgirán nuevas tendencias que modifiquen la velocidad de crucero. Existe cierto consenso entre los expertos acerca de que el rumbo ya está fijado, sin esperar grandes disrupciones. Mientras la crisis del coronavirus condicione la actividad económica y social, pocos cambios cabe esperar. Sin embargo, algunas tecnologías comienzan a asomar la cabeza. Y esto es lo que han de responder quienes conocen el entorno digital: ¿qué está por venir en 2021?
Más nube
Pese a que la pandemia ha puesto de relieve la necesidad de disponer de una estructura en la nube, la migración sigue siendo una tarea pendiente para un buen número de empresas. Como asegura Bruno Chao, responsable de Accenture Technology en España, Portugal e Israel, el año que viene vendrá marcado por una aceleración para ir hacia el cloud. “El foco de una gran parte de las inversiones en tecnología estará, sin duda, en la transición a la computación en la nube en todas sus vertientes, como migración de infraestructura, plataformas de negocio y soluciones nativas. Es una palanca que dota de flexibilidad y acelera la transformación”, precisa.
El cloud se convertirá, si no lo era ya tiempo atrás, en una tecnología indispensable. Contar con las herramientas laborales necesarias en cualquier sitio y en cualquier momento resulta crucial, sobre todo si el teletrabajo termina de asentarse. Horacio Morell, presidente de IBM España, Portugal, Grecia e Israel, explica que solo a través de la nube se cuenta con las capacidades adecuadas para avanzar en la digitalización que está por venir. “La mayoría de las empresas utiliza múltiples nubes públicas, pero continúan teniendo más del 80% de sus aplicaciones y cargas críticas y aplicaciones en entornos tradicionales. Además, apenas aprovechan entre el 10% y el 30% de los datos que generan”, sostiene.
El año de la inteligencia artificial
La inteligencia artificial será el motor necesario para que funcionen sin fisuras las nubes híbridas —las que más crecerán en 2021 y que combinan una nube privada con uno o más servicios de nube pública, con software exclusivo que permite la comunicación entre cada servicio—. Morell tiene claro que acelerará la capacidad de las organizaciones para adaptarse y responder con agilidad a los cambios. “La inteligencia artificial enseñará a los sistemas a razonar obre el comportamiento de sus aplicaciones, lo que permitirá automatizar buena parte de las tareas, tanto en la modernización y el despliegue de las aplicaciones, como en su gestión diaria”.
Un uso ético de todo lo que esconde la inteligencia artificial también cobrará mayor relevancia. La opacidad de los algoritmos o de la obtención de los datos estará menos presente. Al menos así lo entienden desde la consultora Gartner, que considera que este nuevo año abrirá la era de la gobernanza de la inteligencia artificial. “Está surgiendo una inteligencia artificial responsable para abordar los problemas de confianza, transparencia, ética, equidad, interpretación y cumplimiento. Una estrategia sólida de esta tecnología facilitará el rendimiento, escalabilidad y fiabilidad de los modelos de inteligencia artificial”, añaden.
Atentos a la ciberseguridad
La crisis del coronavirus ha demostrado que toca tomarse muy en serio las amenazas digitales. Los ataques de ransomware han arrasado negocios enteros y puesto en jaque a todo tipo de empresas, como Garmin y Adeslas. Pero no basta con simples cortafuegos u otro tipo de tecnologías destinadas a proteger la información más sensible. Morell apunta a que la computación confidencial, la seguridad cuántica y la encriptación homomórfica coparán la innovación en este campo en 2021. “Se encargarán de asegurar todavía más los datos almacenados en la nube, por lo que veremos una adopción más rápida por parte de las industrias más reguladas, como es el caso del sector financiero”, sugiere.
Esta tendencia la describen en Gartner como malla de seguridad. En su opinión, se trata de aumentar el perímetro de seguridad que protege a la organización. Más que una herramienta en particular, su previsión es más metodológica. Apuestan por una expansión de la ciberseguridad más allá de lo que sería el corazón de la empresa. “Muchos activos existen ahora fuera del perímetro de seguridad tradicional. La malla de ciberseguridad esencialmente permite que el perímetro se defina alrededor de la identidad de una persona o cosa. La malla de ciberseguridad es un enfoque arquitectónico distribuido para un control de ciberseguridad escalable, flexible y de confianza”.
Entre el ‘edge computing’ y el 5G
Por muy repetido, no significa que haya desaparecido. Hablamos de la ciencia y analítica de datos. Más que tendencia, mantendrán su relevancia, aunque con ligeras modificaciones. Explotar de otra forma el big data servirá para que llegue a más rincones el edge computing —una tecnología que acerca la computación y el almacenamiento de datos a la ubicación donde se necesita para mejorar los tiempos de respuesta y ahorrar ancho de banda—. “En combinación con el 5G, crearán posibilidades y casos de usos con un enorme poder transformador. Ya estamos viendo proyectos pioneros, como el adoptado en el puerto de Barcelona”, zanja Morell.
“La automatización a escala de las diferentes formas de big data, como elemento fundamental de la transformación de los negocios, la virtualización y automatización de los procesos y activos industriales, apoyados por la implantación de las redes de 5G, y el despliegue de plataformas de negocio con inteligencia y niveles de automatización muy altos ya incorporados, también serán muy relevantes en 2021”, concluye Chao.
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