Dale caña al mono, te lo agradecerá

'Jungle beat', un juego de plataformas con unos bongós de mando. ¿Raro?

Donkey Kong jungle beat fue una de las sorpresas de la pasada edición de la feria de videojuegos de Los Ángeles E3. En el tenderete de Nintendo, unas cuantas Gamecube ofrecían un avance del título, un clásico plataformero: el famoso mono digital pasaba pantallas de izquierda a derecha haciendo lo propio, columpiarse, recoger plátanos, pelear con enemigos... Hasta ahí, todo normal. La sorpresa era la forma de controlar al bicho.

En vez de apretar compulsivamente los botones del mando, el jugador debía llevar el ritmo con unos tamborcillos. Golpe en el derecho, el mono va hacia allí; en e...

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Donkey Kong jungle beat fue una de las sorpresas de la pasada edición de la feria de videojuegos de Los Ángeles E3. En el tenderete de Nintendo, unas cuantas Gamecube ofrecían un avance del título, un clásico plataformero: el famoso mono digital pasaba pantallas de izquierda a derecha haciendo lo propio, columpiarse, recoger plátanos, pelear con enemigos... Hasta ahí, todo normal. La sorpresa era la forma de controlar al bicho.

En vez de apretar compulsivamente los botones del mando, el jugador debía llevar el ritmo con unos tamborcillos. Golpe en el derecho, el mono va hacia allí; en el izquierdo, vuelve; palmada, salta o pega. En total, cinco movimientos (también puedes dar en el lateral de los bongós) que, combinados, trasladan a la pantalla todas las funciones que el personaje requiere. Al principio la gente miraba de reojo a los osados que se atrevían con la tontería. Luego se corrió la voz, y ya no hubo forma de acercarse a la demo sin hacer cola.

Jungle beat es un éxito de boca a oreja, porque como concepto es muy raro, pero funciona. Es decir, que cuesta imaginarse el mecanismo, aunque cuando lo pruebas resulta lo más natural del mundo. A pesar de su regusto retro, el juego tiene una calidad gráfica increíble. Sin embargo, a diferencia de otros lanzamientos, ofrece algo más que la mera acumulación de polígonos.

Periféricos como los bongós o la cámara de Sony Eye Toy, en la que juegas moviendo el cuerpo ante ella, suponen un nuevo modo de interactuar con la pantalla y devuelven aquella felicidad y sorpresa de la primera vez que probaste una maquinita. Yoshiaki Koizumi, uno de sus creadores, lo dejó claro en una entrevista con la revista japonesa Famitsu tras ver las reacciones de la gente en el E3: "Todos los que jugaban estaban sonriendo".

En Donkey Kong jungle beat, una de las sorpresas de la de la feria E3 de Los Ángeles, el ritmo del jugador con unos tamborcillos controla el movimiento del mono en la pantalla.

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