Dos niños recaudan fondos en la red para pagar el teléfono a los soldados americanos

Ya han logrado sumar más de 250.000 dólares

Brittany Bergquist, de 14 años, y su hermano, que cuenta apenas con 12, no podían entender como su país, Estados Unidos, gastaba miles de millones en la guerra de Irak pero no pagaba la cuenta de teléfono de los soldados allí desplazados. Ayudados por su padre han montado un web en el que recaudan fondos para pagar tarjetas de teléfono a los soldados desplazados fuera del país. Ya llevan 250.000 dólares.

La iniciativa se gestó el pasado mes de abril cuando los dos pequeños hermanos se enteraron que un soldado de Massachussets tenía que hacer frente a una factura de teléfono de más de 7....

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Brittany Bergquist, de 14 años, y su hermano, que cuenta apenas con 12, no podían entender como su país, Estados Unidos, gastaba miles de millones en la guerra de Irak pero no pagaba la cuenta de teléfono de los soldados allí desplazados. Ayudados por su padre han montado un web en el que recaudan fondos para pagar tarjetas de teléfono a los soldados desplazados fuera del país. Ya llevan 250.000 dólares.

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La iniciativa se gestó el pasado mes de abril cuando los dos pequeños hermanos se enteraron que un soldado de Massachussets tenía que hacer frente a una factura de teléfono de más de 7.600 dólares. En aquella ocasión la operadora perdonó parte de la deuda, pero Brittany pensó que serían muchos los soldados que no estaban llamando a sus familias por no tener dinero suficiente.

Según confirma el Pentágono, los militares desplazados a las diferentes zonas de conflicto pueden utilizar los teléfonos y las conexiones a Internet de las que disponen el Ejército pero, eso sí, deben pagar la factura de su bolsillo. La cifra suele ser muy elevada, un minuto a través de un teléfono móvil puede subir hasta los tres dólares.

Y entonces se decidieron a ayudar a los soldados. Lo primero que hicieron fue renunciar a su paga para abrir una cuenta. El banco, sensibilizado por la iniciativa les regaló 500 dólares más que sumar a su pequeña cantidad inicial. Entonces surgió la idea principal, recogerían teléfonos móviles viejos y los venderían a las empresas que se dedican a reciclarlos.

El éxito fue inmediato. Cientos de colegios a lo largo de todo EE UU se convirtieron en centros de recogida de móviles viejos. Incluso alguna figura de fútbol americano se sumó al proyecto.

Con cada suma que consiguen compran las tarjetas de prepago que luego dan a los soldados que van a partir hacia Irak para que las distribuyan entre sus compañeros. Los dos hermanos han cruzado ya el país con sus paquetes de tarjetas telefónicas que llegarán a su destino en Irak, Afganistán o Kuwait en las mochilas de los soldados de reemplazo.

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